Hola navegantes.
Es una pena pero a veces los veleros que despiertan nuestra admiración son usados para navegaciones menos nobles. En los últimos meses la policía española se ha incautado de cerca de 35 toneladas de hachís en seis veleros clásicos, todos de la misma organización, cada uno de los cuales serviría para el anuncio de Puleva.
Ha sido la mayor operación de la policía española contra el tráfico marítimo de hachís. Se ha detenido a 9 personas, de origen ruso y búlgaro, en una operación desarrollada en varios lugares del Atlántico. La operación ha sido muy compleja, por el cambio frecuente de nombre y de pabellón de los barcos, la experiencia de las mafias implicadas y la necesidad de operar a través de cinco países diferentes. Se desarrolló con apoyo de 4 patrulleras, un helicóptero y un avión de vigilancia.
Todo se inició en octubre de 2019, al detectar el primer velero implicado y descubrir que la organización tenía su base en Baleares. En los meses siguientes detectaron otros veleros, todos ellos de alta gama, de los que hacen temblar la chequetera. Fijaos:
El 26 de marzo se detuvo al Phase One a 80 millas al Sur de Mallorca, un velero de 17,20 metros de bandera holandesa, transportando 4.244 kg de hachís. El 14 de julio al Hanna, en el Golfo de Cádiz, de 14,50 metros de eslora, pabellón británico, con 360 kg. Y en septiembre al Sweet Breeze, al Eagle Ray, al Amaalta y al Carla.
El Sweet Breeze, de 21,99 metros y pabellón británico, fue detenido al Sur de Fuerteventura con 10.700 kg. El Eagle Ray, de 18,60 metros y pabellón británico, en el Estrecho de Gibraltar con 9.300 Kg. El Amaalta, de 17,20 metros y pabellón alemán, en las costas de Mauritania con 4.500 Kg. (tenía una vía de agua y finalmente se hundió al llegar a puerto). Y el Carla, de 16,20 metros y pabellón holandés, al Sudeste de Fuerteventura con 6.000 kg.
Es impresionante tanto la cantidad de hachís incautada (cerca de 35 toneladas) como la categoría de los seis barcos implicados, cuyo valor se ha estimado en más de 5 millones de euros.
En el siguiente vídeo podéis ver cómo llevaban los alijos, ocupando absolutamente todos los espacios del barco, hasta el baño o la mesa de cartas, única forma de comprender que cada uno transportase esas toneladas.
Supongo que los veleros acabarán dentro de unos años en una subasta, y algún afortunado podrá disfrutar de ellos para fines más nobles.
Con cuidado, navegantes.
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