Milonga
del peón de campo (Atahualpa Yupanqui).
Yo nunca
tuve tropilla,
siempre he
montao en ajeno.
Tuve un
zaino que, de bueno,
ni pisaba
la gramilla.
Vivo una
vida sencilla
como es la
del pobre pión:
madrugón
tras madrugón
con lluvia,
escarcha o pampero,
a veces me
duelen fiero
los hígados
y el riñón.
Soy pión de
La Estancia Vieja,
Partido de
Magdalena,
y aunque no
valga la pena
anoten que
no son quejas:
un portón
lleno de rejas,
y allá, en
el fondo, un chalet.
Lo recibirá
un valet
que anda siempre
disfrazao,
más no se
asuste, cuñao,
y por mí
pregúntele.
Ni se le
ocurra decir
que viene
pa´ visitarme:
diga que
viene a cobrarme,
y lo han de
dejar pasar.
Allá
le van a indicar
que
siga los ucalitos.
Al
final está un ranchito
que
han levantao estas manos.
Esa
es su casa, paisano,
¡y
ahí puede pegar el grito!
Allá
le voy a mostrar
mi
mancarrón, mis dos perros,
unas
espuelas de fierro
y
un montón de cosas más.
Si
es entendido verá
ponchos
de fina trama,
y
el retrato de mi mama
que
es donde rezo pensando,
mientras
lo voy adornando
con
florcitas de retama.
¿Qué
puede ofertarle un pión
que
no sean sus pobrezas...?.
A
veces me entra tristeza
y
otras veces rebelión.
En
más de alguna ocasión
quisiera
hacerme perdiz,
para
ver de ser feliz
en
algún pago lejano.
Pero
a la verdad, paisano,
¡me
gusta el aire de aquí!
Aquí el dibupoema (clic encima):
Y aquí la canción:
PD: recuerdo a los italianos seguidores del blog que tienen una dibucarta pendiente en el entrada del 2-3-20. Al que la acierte le regalaré el dibujo original.
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