Visitas al blog:

domingo, 3 de mayo de 2020

Dibupoema Coplas del payador perseguido (Atahualpa Yupanqui).


Es una versión reducida, el original es tan largo que se tardan tres cuartos de hora en recitarlo:


Coplas del payador perseguido (Atahualpa Yupanqui).

Con su permiso voy a entrar
aunque no soy convidao,
pero en mi pago un asao
no es de naide y es de todos,
yo voy a cantar a mi modo
después que haya churrasqueao.

Yo sé que muchos dirán
que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento
pal rumbo que ya elegí,
pero siempre he sido así
galopiador contra el viento.

La sangre tiene razones
que hacen engordar las venas,
pena sobre pena y penas
hacen que uno pegue el grito,
la arena es un puñadito
pero hay montañas de arena.

No sé si mi canto es lindo
o si saldrá medio triste,
nunca fui zorzal ni existe
plumaje más ordinario,
yo soy pájaro corsario
que no conoce el alpiste.

Vuelo porque no me arrastro
que el arrastrarse es la ruina,
anido en árbol de espina
lo mesmo que en cordilleras,
sin escuchar las zonceras
del que vuela a lo gallina.

No me arrimo así nomás
a los jardines floridos,
sin querer vivo advertido
pa' no pisar el palito,
hay pájaros que solitos
se entrampan por presumidos.

Aunque mucho he traqueteao
no me engrilla la prudencia,
es una falsa experencia
vivir temblándole a todo,
cada cual tiene su modo
la rebelión es mi cencia.

Yo soy de los del montón
no soy flor de invernadero,
igual que el trébol campero
crezco sin hacer barullo,
me apreto contra los yuyos
y así lo aguanto al pampero.

Acostumbrao a las sierras
yo nunca me sé marear,
y si me siento alabar
me voy yendo despacito,
pero aquél que es compadrito
paga pa' hacerse nombrar.

Si alguien me dice "señor"
agradezco el homenaje,
mas soy gaucho entre el gauchaje
y soy nadie entre los sabios,
y son pa' mí los agravios
que le hagan al paisanaje.

La vanidad es yuyo malo
que envenena toda huerta,
es preciso estar alerta
manejando el asadón,
pero no falta el varón
que la riega hasta en su puerta.

El trabajo es cosa buena
es lo mejor de la vida,
pero la vida es perdida
trabajando en campo ajeno,
unos trabajan de trueno
y es para otros la llovida.

El estanciero presume
de gauchismo y arrogancia,
él cree que es extravagancia
que su pión viva mejor,
mas no sabe ese señor
que por su pión tiene estancia.

El que tenga sus reales
hace muy bien en cuidarlos,
pero si quiere aumentarlos
que a la ley no se haga el sordo,
que en todo puchero gordo
los choclos se vuelven margos.

Yo vengo de muy abajo
y muy arriba no estoy,
al pobre mi canto doy
así lo paso contento,
porque estoy en mi elemento
y ahí valgo por lo que soy.

Cantor que cante a los pobres
ni muerto se ha de callar,
pues ande vaya a parar
el canto de ese cristiano,
no ha de faltar el paisano
que lo haga resucitar.

Si alguna vuelta he cantao
ante panzudos patrones,
he picaneao las razones
profundas del pobrerío,
yo no traiciono a los míos
por palmas ni patacones.

Si uno canta coplas de amor,
de potros, de domador,
del cielo y las estrellas,
dicen "que cosa más bella
si canta que es un primor".
Pero si uno como Fierro
por ahí se larga opinando,
el pobre se va acercando
con las orejas alertas,
y el rico bicha la puerta
y se aleja reculando.

Tal vez, alguien haya rodao
tanto como rodé yo,
pero le juro, créamelo,
que vi tanta pobreza
que yo pensé con tristeza
"Dios por aquí no pasó".

Nadie podrá señalarme
que canto por amargao.
Si he pasao las que he pasao
quiero servir de advertencia,
el rodar no será cencia
pero tampoco es pecao.

Amigos voy a dejarlos
está mi parte cumplida,
en la forma preferida
de una milonga pampeana,
canté de manera llana
ciertas cosas de la vida.

Ahora me voy no sé a dónde,
pa mi todo rumbo es bueno,
los campos con ser ajenos
los cruzo de un galopito,
guarida no necesito
yo sé dormir al sereno.

Y aunque me quiten la vida
o engrillen mi libertad,
o aunque chamusquen quizá
mi guitarra en los fogones,
han de vivir mis canciones
en la alma de los demás.

No me nuembren que es pecao
y no comenten mis trinos,
yo me voy con mi destino
pal lao donde sol se pierde,
tal vez alguno se acuerde
que aquí cantó un argentino...

Y ahora su dibupoema, con las coplas marcadas arriba en rojo (clic encima para verlo mejor):

   
Y aquí el poema recitado por Jorge Cafrune:

 Clic aquí

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son bienvenidos. Lo más cómodo es poner tu nombre al final del texto y luego elegir como identidad "anónimo".