Hola navegantes.
Todo lo que ayer fue incomodidad hoy ha sido dulzura. Salimos de Santoña con un viento del Oeste al Norte de fuerza 4-5 que se mantuvo toda la mañana. Eso nos permitió poner el espí y la mayor y hacer una cabalgada impresionante, con picos de más de 7 nudos, hasta el abra de Bilbao. Un solo bordo y a rumbo directo.Todo el tiempo con ese viento magnífico por el través o por la aleta de babor, con poca ola y un sol radiante como los que pintan los niños. Mejor imposible. En la siguiente foto, nuestro paso por el extremo de la escollera, inconclusa, de Punta Galea, la que iba a cerrar el superpuerto y no se terminó:
En total 23 millas en poco más de 4 horas. Al entrar en el abra de Bilbao nos cruzamos con una regata de entrenamiento del mundial de J80 que se celebrará aquí a partir de mañana. Algunos de los veleros eran conocidos nuestros de Santander.
En Getxo hemos tenido la suerte de que nos facilitara su ataque nuestro amigo Iker. Gracias Iker. Hemos tenido toda la tarde para recorrer este pueblo y el de la orilla de enfrente, Santurce, que estaba en fiestas. Y por supuesto cruzar en el famoso puente colgante, del que ya os dije que hay una réplica en Rochefort, que vimos en la vuelta a Francia el año pasado. Lo conté en la entrada del 1 de junio de 2018.
Mañana ascenderemos por la ría hasta Bilbao, donde el martes presentaremos Javier y yo el libro del grumetillo.
Hasta mañana navegantes.
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