Hola navegantes.
Hoy salimos de Elantxobe con dirección al Este, otra vez sin destino fijo, y a diferencia de ayer hizo muy poco viento y aunque navegamos con la mayor y el espí no hacíamos más de dos o tres nudos de promedio. Por eso, y a diferencia de ayer, hicimos una etapa más corta de lo previsto y nos quedamos en Zumaia. En total 20 millas en 7 horas.
La entrada a Zumaia está marcada por dos grandes escolleras que en los temporales del invierno generan unas olas peligrosísimas. Hoy el viento y el mar estaban tranquilos y entramos sin ningún problema.
La marea estaba subiendo y pudimos quedarnos en el muro que rodea la fachada marítima de la ciudad, en pleno centro de Zumaia. Como hacía mucho calor toda la chiquillería del pueblo estaba bañándose en la rampa y se tiraban alrededor de nuestro barco.
Justo al lado de donde amarramos había una ducha para los bañistas ,y entre eso y la facilidad de estar en pleno centro preferimos quedarnos en el muro en lugar de utilizar la marina. Aprovechamos la tarde para visitar este bonito pueblo, su ermita sus acantilados y la playa que da a mar abierto.
Como nos fuimos el barco con la marea subiendo y en los puertos de marea hay que dejar las amarras con alguna holgura para el margen que necesita el barco al bajar la marea, al volver nos encontramos que la brisa se había invertido y alejaba el barco del muro. Eso, junto a la holgura de las amarras, hacia parecer que estaba abandonado en mitad de la ría. En las fotos siguientes cómo le dejamos y cómo le encontramos a la vuelta:
La gente le miraba asustada como si se hubiera soltado.
Mañana seguiremos hasta San Sebastián, donde se incorporará Ana a la tripulación para seguir hacia Francia.
Hasta mañana, navegantes.
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