Hola navegantes.
Todavía no hemos empezado a preparar los bártulos para salir de Santander y ya empiezan los contratiempos. Os dije que los canales que salvan el Finisterre francés tenían dos posible entradas por el Atlántico, una por el Río Loira y otra por el Río Vilaine, terminando los dos en Saint Malo. Y que pensábamos hacer la ida por el Loira, visitando Nantes, y la vuelta por el Vilaine. Pues he llamado al organismo responsable de los canales en Bretaña (están transferidos a las autoridades regionales) y una voz aflautada me ha dado la noticia de que este año la entrada por el Loira está seca en una parte de su recorrido, concretamente entre Nantes y Guenrouet.
Están haciendo obras en el embalse que nutre de agua a las esclusas (cuando se abren para el paso de los barcos) y una parte del recorrido estará seca todo el año. Imposible pasar. En la siguiente foto podéis ver la esclusa que marca el límite, a su derecha un canal bien lleno de agua, y a la izquierda seco y convertido en un chorongal.
Así que no nos queda más remedio que hacer la ida y la vuelta por el Río Vilaine. Nantes lo visitaremos igual, pero en vez de llegar por el Río Loira la haremos en tren o autobús desde La Turballe, el puerto inmediatamente anterior a la entrada del Río Vilaine, donde haremos el cambio de tripulación.
La parte buena, que la voz me ha garantizado que esta vía de agua, la del Vilaine, estará permeable hasta Saint Malo todo el verano. Su calado estándar es de 1,40 metros, y en las peores sequías del verano de 1 metro, o sea que con mi calado de 70 cm con la orza subida podré pasar seguro. Es completamente gratuita, tanto para navegar como para pasar las esclusas (no hay que sacarse "La Vignette", como en otros canales) y cuenta con numerosos y abundantes servicios, incluyendo agua, electricidad, aseos, y chuponas de aguas negras. Y además el Río Vilaine es navegable a vela (sin desarbolar) hasta Redon, o sea que los primeros días de navegación fluvial podremos hacerlos a vela entre los paisajes campestres, mucho más agradable que a motor. El Vilaine ya lo conocimos en la navegación a Bretaña en 2015, y nos encantó. Por cierto, la megaesclusa de la presa que frena el Río Vilaine se ha convertido en un espectáculo, con gradas para el público y todo, y pasar por ella con tu velero es una experiencia que no se olvida.
En Redon tendremos que desarbolar para seguir hacia el Norte. Curiosamente allí no tienen grúa para desarbolar, pero en la Capitanía me han preguntado la eslora y el desplazamiento del Corto Maltés, y los detalles de cómo está anclado el palo en la cubierta. Al decirles que menos de 7 metros y menos de una tonelada y media me han asegurado que en los barcos pequeños lo hacen habitualmente usando como grúa el palo mayor y la driza de un velero más grande. Ellos se encargan de avisar al dueño, darte un atraque junto a él y dirigir la maniobra. En la siguiente foto nuestro atraque en 2015, justo al lado de un velero más grande que a lo mejor podría habernos servido para ese trabajito. Yo no he desarbolado nunca así, y será una experiencia nueva.
Otro contratiempo ha sido confirmar el riesgo de obstrucción de los canales por las algas. Esto dice la información oficial:
Viene a decirte que en verano hay proliferación de algas invasivas que pueden fastidiarte la navegación. Para que te quedes con lo positivo, también dice que hay "barcos corta-césped" encargados de limpiar los canales, y que adaptes tu velocidad al alcanzarlos. Son así:
Todos los que nos metemos en los canales somos conscientes de que su tránsito no es meteorítico y que lo que cuenta es el disfrute de cada minuto, pero de ahí a que te recuerden el atasco de algas que puedes encontrar y que a lo mejor tienes que navegar detrás de un corta-césped hay un abismo. Me quedo con esta hormiga en la oreja, pero al menos dice mucho de los responsables del canal (la región de Bretaña) porque afrontan de alguna manera esta proliferación de algas, lo que no vimos en ningún canal de los que cogimos en la vuelta a Francia, entre el Mar del Norte y el Mediterráneo.
Con cuidado, navegantes.
De otro foro:
ResponderEliminarEn relación con lo que comentas sobre la utilización del mástil de de otro barco para arriar el del propio, sin duda recordaras que tal técnica se ha venido efectuando hasta hace pocos años por los First 8 y J 80 del Club
Maritimo de Santander. Ahora está prohibido y ,en su lugar, se emplea un tubo de aluminio apoyado sobre un madero y con dos obenques muy tensados. Ingenioso sistema que yalo habrás visto.
Buena travesía que seguiremos con gran interés.
Pues no, no lo he visto hacer. No sé si te refieres a una pata de cabra que se apareja en el triángulo de proa para apartar el estay, y luego se deja caer el palo hacia popa. Si es así, en el Tonic 23 no sirve porque tiene el ruf muy alto y el palo toca en el techo de la cabina antes de que un tripulante pueda agarrarlo en la bañera. Además el palo del Tonic está ya en el límite de lo manejable a mano. Por su peso, me refiero. Si en el momento crucial otro barco hace olas se te va todo al traste y se puede romper algo. Un amigo consiguió hacerlo pero entre 4 fuertotes y reteniendo la caída del palo hacia popa desde un muelle mucho más alto que el barco, no desde la cubierta.
ResponderEliminarSi tienes imágenes del sistema que comentas te las agradecería. Un saludo.
Con un velero solo no lo he hecho nunca, pero con uno a cada banda izar o bajar un palo es una cosa bastante sencilla.
ResponderEliminarSí, con uno en cada banda viene hasta en los libros. Se unen las drizas de los dos grandes y se consigue que el tiro hacia arriba sea vertical, como con la grúa. Supongo que uno solo el tiro se desvía en oblicuo, pero que será poco y la base de implantación del palo permite algo de juego. Si alguien lo ha hecho que lo comente.
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