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domingo, 28 de mayo de 2023

Retoques.

 Hola navegantes.

Faltando sólo 5 días para salir hacia Londres, estamos dando los últimos retoques al Corto Maltés, aunque ya está prácticamente todo terminado.

Hemos instalado la línea de vida en la cubierta. En invierno la quitamos para que no acumule humedad y suciedad, y para que la cinta dure más. En invierno solemos navegar dentro de la bahía, no es como los sitios de ¡uf! por donde navegamos en verano, y allí no es necesaria. 

 


La utilidad de esta línea y la forma de instalarla lo conté aquí:

Clic aquí. 

Ayer vimos que se había roto el terminal que cierra uno de los escoteros del génova:


 Normalmente lleva esta tapa:

 Su única utilidad es proteger el perfil para no herirte el pie si vas descalzo por el barco, algo que no debería hacerse nunca. Pero como los accidentes ocurren aunque tomes todas las precauciones, y nadie está libre de tener que correr descalzo por la cubierta ante algún imprevisto, hemos preferido protegerlo. El perfil es muy viejo y ya no hay piezas de recambio, y aunque las hubiera ya no me llegaría antes de la fecha prevista para salir. Así que lo hemos resuelto (no sé si provisional o definitivamente) con masilla epoxi:

 No queda tan bonito, pero sí protegido. Como el barco es de un astillero francés, buscaré esa pieza en las tiendas de acastillaje de Francia.

Hemos despejado sitio de trabajo en la cocina quitando el Plotter Raymarine. Era un aparato viejo que abultaba mucho, ocupaba un buen espacio en la encimera a popa de la cocinita, y ya no le usábamos nunca. Además al cocinar se salpicaba entero:


El no usarlo es porque la cartografía se vendía en cartuchos aparte, y si no tenías el de tu zona de navegación estabas vendido. En la navegación a la Isla de Elba el plotter se nos quedó en blanco. Después de muchas comprobaciones llegué a la conclusión de que el cartucho que tenía de Italia finalizaba justo en mitad del Mar de Liguria, donde estábamos, cuando yo creía que abarcaba toda Italia. Y no tenía el cartucho siguiente. Total, que estábamos sin cartografía en mitad del mar. Menos mal que Nacho llevaba el Navionics (el mismo programa informático y con las cartas correctas) en su tablet y nos defendimos con ella. Los próximos días estuvieron marcados por las gestiones para conseguir el dichoso cartucho, por desgracia sin resultado. El Plotter había alcanzado su obsolescencia (con menos de 10 años) los cartuchos estaban descatalogados, y sólo con un poco de suerte podría encontrar algún resto en otra tienda de Italia. Y me costaría 200 € el que incluyese sólo las costas de Italia. Y eso rebuscando mucho y desde luego no de una forma inmediata. ¡Vaya gracia, estar retenidos en el puerto de Savona por un cartucho y no por la meteorología!. Como queríamos seguir viaje me dieron los teléfonos de cuatro tiendas de electrónica marina en Génova por si hacíamos escala allí, donde al final tampoco lo encontramos.

Entonces decidí descargarme la aplicación de Navionics en el móvil. Es el mismo programa de navegación del plotter con el inconveniente de que la pantalla es más pequeña y de que el móvil no es estanco ni está pensado para resistir el ambiente marino. A cambio es mucho más barato (treinta y tantos euros con la cartografía de toda Europa) y más intuitivo y fácil de utilizar por la pantalla táctil. Y otra ventaja es que puedes llevarlo al cuello en una bolsa estanca y consultar la cartografía sin abandonar el timón. Desde entonces es el que utilizo, y llevo otros dos móviles a bordo con el Navionics descargado, por si me falla el de mi teléfono habitual. 

Así ha quedado la cocina sin el plotter:

Finalmente, hemos empezado a embarcar la ropa para los 3 meses y la intendencia para los primeros días, salvo los alimentos que necesitan frío que los embarcaremos el último día. Lo que aún  no he decidido es si embarcar una herradura o una pata de conejo, por aquello de la suerte, que nos va a hacer mucha falta.

Con cuidado, navegantes.

1 comentario:

  1. Un saludo. He leido lo del programa en el movil y tengo un consejin. Yo uso uno de esos telefonos chinos waterproof y a prueba de choques. En concreto un Oscal S60 que me compre por menos de doscientos euros. No es solo que este a prueba de agua y golpetazos, es que la bateria dura una eternidad. Dias enteros de hecho. Yo me compre este por probar... y por ahora la prueba es practicamente definitiva.

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