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viernes, 17 de diciembre de 2021

Un velero con dos piraguas en el casco.

 Hola navegantes.

En la náutica está permitido que uno se construya su propio barco, algo inaudito para los coches. Hace unas décadas no se exigía ningún trámite administrativo, pero ahora tiene que darle el visto bueno un inspector (perito), normalmente un ingeniero naval, para hacerle pruebas de estabilidad y otras antes de autorizarlo a navegar. Pero algunos siguen haciéndolo, me refiero a construirse su propio barco. La principal ventaja, aparte de que te sale mucho más barato, es que lo construyes a tu medida.

Fijaos este aficionado al piragüismo y a la vela el que se ha construido:


 ¿Veis algo raro?. En efecto, lleva una piragua en cada banda, dentro del casco. Se lo ha hecho de contrachapado marino (son tableros de madera que luego se enfibran). La originalidad es haber hecho en cada banda un cofre donde puede meter un kayak de hasta 5,18 metros de eslora, que se introduce por unos raíles:




Las piraguas quedan estibadas fuera de la camareta:


que obviamente queda más pequeña de manga, pero aún así suficientemente grande:

Esta es la silueta del barco terminado:

Lo que me cuesta entender es cómo mete las piraguas en su cofre desde el agua, con el barco fondeado en aguas profundas donde no puede apoyar los pies. Cada piragua pesará unos 20 kg, y no se me ocurre cómo puede primero levantarlas y luego empujarlas desde el agua flotando. Podéis ver el proceso de construcción aquí:

Clic aquí.

Desde que tengo el Tonic 23  no he sentido envidia del propietario de ningún otro barco, porque con mi Corto Maltés puedo navegar a donde quiero, y me beneficio de las múltiples ventajas de un velero pequeño. Pero como yo también soy piragüista, con este voy a hacer una excepción: ¡qué envidia!.

Con cuidado, navegantes.

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