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lunes, 29 de junio de 2020

El Atlántico en un barco de 1,6 metros y con una sola mano.

Hola navegantes.

En las entradas del blog de 13 y 16 de mayo de 2020, creyendo que era una auténtica primicia, os hablé del Baluchon y su capitán, que había cruzado el Atlántico y parte del Pacífico en un velero de 4 metros. Y en las de 4-12-15 y 6-6-20 de dos marinos que iban a intentar dar la vuelta al mundo siendo mancos. Pues ahora me he enterado de que otro manco cruzó el atlántico en un velero de 1,68 metros.

Hugo Vihlen, acordaos de este nombre, es un marino norteamericano al que le falta la mano derecha, que en 1968 y 1993 batió por dos veces el récord de cruzar el Atlántico en el velero más pequeño.

En marzo de 1968 salió de Casablanca en un velerito de 1,8 metros, el "April Fool", y al cabo de 84 días llegó a Miami. Como carecía de motor, se acercó a 6 millas de la costa pero las corrientes, sobre todo el Gulf Strean, le devolvieron mar adentro y fue finalmente recogido por los guardacostas.





El barco tenía un aparejo muy curioso,con dos botavaras en las que envergaba la vela según entrase en viento, pero no podía ceñir:

 

 Unos años más tarde, en 1993, el récord le fue arrebatado por Tom McNally, que cruzó el Atlántico en un velero de 1,63 metros, al que irónicamente había bautizado "Big C". La travesía la hizo de Lisboa a Florida, y su barco lo había construido con un armario desguazado y la escotilla con la puerta de una lavadora.




 Decidido a no dejarse pisar el récord, Hugo construyó en su casa otro velero sólo media pulgada (0.01 metros) más corto con el que pretendió cruzar de EEUU a Inglaterra y al que bautizó "Father's day". La primera salida para intentarlo fue abortada por los guardacostas norteamericanos, que consideraron al barco incapaz para esa navegación. Entonces Hugo decidió intentarlo desde Canadá, desde donde la distancia a Inglaterra era más corta, las corrientes más favorables y no esperaría la visita de sus compatriotas de la patrullera. Este intento también fracasó, en este caso debido a los vientos flojos y variables que encontró. Entonces volvió a su casa, recortó aún más el barco (su eslora final fue de 1,6256 metros) para el tercer intento, que fue el definitivo.



La travesía hasta Inglaterra le llevó 105 días.  Tuvo que dormir con las rodillas contra el pecho, despertándose cada hora para verificar su estado físico y no quedarse anquilosado. Al llegar era incapaz de andar, había perdido 15 kg, y confesó que muchas veces pensó que no volvería a ver a su familia.

El "Father's Day" fue donado al National Maritime Museum de Cornwall en 2006, formando parte desde entonces de su colección.


Os recuerdo que hay otro loco intentando cruzar de Canarias a Florida en un barco de 1 metro de eslora, el "Undaunted", que parece una lata de anchoas más que un barco y del que os hablé en las entradas de 10, 15 y 20 de abril de 2017, 16 de febrero de 2018 y 25 de abril de 2018. Ya lo ha intentado dos veces sin éxito y no sé si lo volverá a intentar.

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Con cuidado, navegantes.

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