Hola navegantes.
Como habréis visto en el mapa ya estamos
en la ría de Bilbao. Salimos de Santoña el jueves 4. En el desayuno
tuvimos un percance inesperado porque no funcionaba la cocinilla de
camping gas. Cambiamos la bombona por la que tenemos de repuesto y
el problema persistía. Al final era que se había obstruido el tubito que
conecta la bombona con la cebolleta. Es un problema habitual en los
barcos. En el ambiente marino la cebolleta empieza a oxidarse por dentro
y suelta un polvillo que obstruye el tubito. Antes había unos alambres finos con
un soporte para desobstruir los tubitos pero ya no se venden. Nosotros
hemos adoptado un enhebrador de agujas, al que le hemos cortado el ojal
por la mitad, y con las dos mitades de alambre podemos desobstruirlo.
Con el desayuno resuelto salimos temprano hacia Bilba0. El pronóstico indicaba vientos flojos del Sureste, es decir
justo de morro porque el rumbo entre Santoña y Bilbao es sureste.
Tampoco en esta ocasión se cumplió, tuvimos brisas variables de
predominio del Oeste. Todo ello con un sol abrasador. Hicimos casi todo el
trayecto con el espí y algunos tramos apoyados por el motor. Cambiamos
la ropa de invierno del día anterior por lo el bañador y la sombrilla.
Cerca de la hora de comer atravesamos el espigón del
superpuerto de Bilbao. Es una obra inconclusa, puesto que sólo se
finalizó el espigón del Oeste. Es fácil de reconocer por los generadores
eólicos. El que debería ser el espigón del Este no se finalizó, sólo se
inició el vertido de bloques de hormigón al fondo y se construyó un
bloque de piedra en el extremo, que hora ha quedado como una roca aislada en
mitad del mar. Viniendo de alta mar se tiene la tentación de
considerar este bloque aislado como una prolongación del espigón del
Oeste, y pasarle por la izquierda. Pues hay que hacer justo lo
contrario, pasarle por la derecha, entre el bloque aislado y el espigón del Oeste. Para
los barcos deportivos no es muy importante por nuestro pequeño calado,
pero los mercantes no pueden pasar entre el bloque aislado y la costa
debido al vertido de bloques que se hizo en el fondo del mar.
Pasado el espigón todavía quedan dos horas y media de
navegación hasta el interior de la ría. Pasamos a vela por debajo del
Puente Colgante de Portugalete. Tiene una barquilla que hace el
trayecto de una orilla a la otra, y que tiene absoluta preferencia sobre
la navegación por el río. Hay que dejarla pasar.
Una vez pasado el puente
nos adelantó el barco de los Prácticos y se acercó a nosotros dando
muestras de mucha efusividad y haciéndonos fotos. Esto nos hizo suponer que son pocos los veleros que se aventuran a remontar la ría.
En ese momento bajamos las velas para seguir la navegación por la ría a motor de una forma más segura. El segundo puente que atravesamos es
el de la autopista, con una altura libre impresionante que no supone
ningún problema para los veleros. El paisaje de la ría es industrial,
con grúas, tinglados portuarios, embarcaderos y desembarcaderos de
mercantes, edificios en ruinas, etcétera.
En el último recodo del río
se hace visible el Museo Marítimo río de Bilbao por una grúa de color
rojo impresionante que está en sus instalaciones. Es el sitio más río
arriba que puede alcanzarse con el velero, pues enseguida está el puente
Euskalduna con menos de 6 metros de altura libre que no nos permite
pasar. En la siguiente curva está el famoso Museo Guggenheim, que puede
verse en la foto aérea.
Este muelle de cortesía del Museo Marítimo es poco conocido
y poco frecuentado, a pesar de la comodidad de encontrarse en pleno
centro de Bilbao. Nada más llegar nos encontramos una sorpresa
inesperada que con el calor que hacía agradecimos mucho: una ducha
en mitad de la calle al lado de la ría. Sin preguntar nos apresuramos a enjabonarnos y ducharnos en plena calle. Luego nos dimos cuenta de que es la
ducha del Club de Piragüismo que utiliza este mismo pantalán, y todos los
chicos que vuelven de la piragua hacen lo mismo. Cuando por la noche quisimos
repetir la ducha había desaparecido. Resulta que es una ducha portátil
propiedad del Club de Piragüismo y sólo la mantienen mientras están en sus instalaciones. Por la noche la quitan.
En el pantalán sólo había cuatro barcos: tres dragas de las
de servicio de limpieza de la ría y un catamarán de los que hacen paseos
turísticos por la ría. Al principio nos abarloamos a una de las dragas, pero luego nos dijeron que estaríamos más cómodos en el mismo
pantalán y nos cambiamos. Hay torres de agua y electricidad, pero la
electricidad no funciona. Pero como veníamos a presentar el libro "Carpe Diem..." en el Museo Marítimo, nos hicieron el favor de poner una línea eléctrica
particular desde las instalaciones del museo hasta el barco. Ha sido una
comodidad extraordinaria durante la estancia en Bilbao, porque con la
ola de calor que padecemos nos ha funcionado perfectamente la neverita
eléctrica y ha sido un chollo. Además me dejaron ducharme en las
instalaciones del museo antes de la presentación para no ir oliendo a
barco.
El viernes 5 dedicamos la mañana al recorrer las calles de Bilbao
en bici por los numerosos carriles bici que tiene. Y por la tarde fue
la presentación del libro en el Museo Marítimo con gran afluencia de
público y sobre todo con la esperanza de que la Asociación de Navegantes
Itsasamezten consiga repetir nuestra experiencia de Santander aquí en El Abra de
Bilbao. Como el presentador dijo que el Corto Maltés estaba en el
pantalán, al acabar la presentación algunos quisieron venir a conocer el
barco por dentro.
En el exterior del museo hay una exposición de barcos en
dique seco entre los cuales se encuentra el velero en el que José Luis
Ugarte dio la vuelta al mundo en solitario a los 65 años. Impresiona
imaginarse a este navegante vasco con esa edad manejando el sólo los tangones
del barco que tienen la altura de una casa de dos o tres pisos. Es un honor compartir el muelle con esta joya histórica d ela navegación.
El
viernes hubo también un cambio de tripulación pues Luis se volvió a
Santander y se incorporaba Ana. Se la recibió a bordo con un desayuno especial
Hoy lo dedicaremos a recorrer Bilbao y mañana bajaremos de nuevo la Ría para pasar la noche en Getxo y el lunes seguir hacia el Este.
Mucho ánimo, sois los mejores.
ResponderEliminarUn saludo.