Hola navegantes. Efectivamente ayer fue un día larguísimo. Nos levantamos en Capbretón a las cinco de la mañana para ir a ver el estado de la salida del puerto. Ya sabéis que habíamos estado dos días sin poder salir por las olas. Como estaba aceptable nos decidimos ese día. En la salida aparte de nuestra preocupación por lo que habíamos visto los días anteriores justo cuando estábamos en la parte más estrecha nos cruzó un pesquero en dirección contraria y nos adelanto una motora por detrás. Eso añadió un poco de estrés a toda la salida porque se sumaron las olas que venían del mar con los de las dos embarcaciones.
Al salir no habíamos decidido nuestro puerto de destino, iba a depender de las condiciones de navegación. En el mejor de los casos intentaríamos llegar hasta la desembocadura del Garona que son 120 millas, y como plan B nos quedaba la posibilidad de entrar en Arcachon a descansar. En este caso serían 60 millas. Nada más salir tuvimos un viento favorable del Oeste que nos permitió navegar las dos primeras horas a toda vela a más de 6 nudos. Pero luego y como estaba previsto se estableció del Norte fuerza 5 lo que nos obligó a navegar a la francesa con la mayor y el motor casi todo el recorrido. La principal obligación del timonel era evitar los pantocazos, de los que tuvimos varios cientos. Además había de ejercicios de tiro del ejército francés, y nos habían marcado un meridiano que no deberíamos de pasar hacia el Este, concretamente el de un grado 23 minutos oeste. Todo el viaje fuimos paralelos una milla y media hacia el oeste de este meridiano. Quizá penséis que estábamos muy cerca, pero las condiciones de navegación no permitían otra cosa. Menos mal que tuvieron buena puntería y no se salieron de su perímetro. En la foto podéis ver la imagen del plotter cuando empezamos a circular paralelos al rectángulo de tiro.
Con tantas horas de motor se hizo evidente que no nos llegaría la gasolina para alcanzar la desembocadura del Garona, porque si hubiéramos seguido navegando de noche las condiciones de viento hubieran sido las mismas, siempre del Norte. Así que no quedó más remedio que plantearse la entrada en Arcachon. Pero este puerto tiene unas condiciones muy estrictas de acceso: sólo puede entrarse en el entorno de la pleamar y en horas del día. Eso nos obligó a forzar la marcha a motor en las últimas horas, y conseguimos llegar después de 64 millas exactamente a la hora de la pleamar. Desgraciadamente desde el paso de Arcachon hasta la Marina aún quedan dos horas y media de navegación, que tuvimos que hacer en contra de los marea vaciante y del viento dominante, lo que se hizo agotador. En la foto podéis ver una foto de la entrada al pasar por enfrente de la famosa duna de Pilatos. Finalmente terminamos de amarrar a las 22 horas, después de 15 horas de navegación agotadora.y no encontramos ningún sitio abierto para cenar con lo que tuvimos que ponernos a esa hora a hacer la cena y al final nos acostamos a la una.
En la otra foto podéis ver la utilidad de la mesa de cartas vertical que instalé para la vuelta a. España, que te permite tener las cartas a la vista pero a la vez la superficie de la mesa despejada. En este caso está puesta la carta de la bahía de Arcachon.
El día de hoy lo hemos dedicado a descansar, a levantarnos tarde, y a distintos temas de intendencia como rellenar los depósitos de gasolina, hacer la compra, y especialmente sustituir un sable de la vela mayor que ayer con tanto bamboleo se perdió.
Mañana nos espera otra etapa intensa, porque tenemos que llegar a la desembocadura del Garona ya que desembarca Mario y tiene que volver desde allí a Murcia, un largo viaje de vuelta. La idea es salir temprano con la pleamar en Arcachon, que es a las siete. Pero para estar a las 7 en la boca de la bahía tenemos que salir de la Marina a las cinco y media. Después nos esperan más de 60 millas hasta el puerto de Royan. Como allí hay que entrar también en la pleamar nos da miedo no ser capaces de llegar en 12 horas y encontrarnos enfrente del puerto con la corriente tremenda del río Garona de cara, que puede alcanzar siete nudos. Por eso hemos preferido pasar la noche del viernes en el mar, y entrar en Royan con la pleamar de la madrugada del sábado. Ya os contaremos si nos salió bien.
Vaya concepto de las vacaciones que tenéis algunos...
ResponderEliminarPues a mi me gustan, ya me gustaria a mi...
ResponderEliminarANIMO, Corto Maltes.
ResponderEliminarJo, pues que suerte tuvisteis con el ejercito francés.
ResponderEliminarPorque aquí cerca de casa, hace ya años, durante unas maniobras de tiro en una zona más o menos cercana, se equivocaron en los cálculos y bombardearon a base de bien el pueblo de Cerceda. Suerte que lo hicieron con obuses y proyectiles sin carga explosiva, pero llenaron el pueblo y alguna casa de proyectiles de gran calibre, los muy animales!!
Jorge
Muy ánimo y suerte en vuestra aventura. Sigo las narraciones con impaciencia y admiración.
ResponderEliminarComo me gusta ver al Corto Maltes dando botes por esos mares. Me quedan unos dias por España y en breve me regreso a México, pero no dejo de mandaros un saludo muy afectuosos para vosotros y vuestras familias.
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