Hola navegantes.
Hoy hemos salido un poco tarde de La Rochelle porque nos habíamos fiado de la información de las cartas náuticas que indicaban que durante la marea vaciante nos beneficiaríamos de una corriente favorable hacia Les Sables d'Olonne de más de un nudo. Así que esperamos en puerto hasta una hora antes de la pleamar. Salimos con muy poco viento entre los dos torres de la Rochelle y nos dirigimos al puente que une la isla de Ré con el continente. Aunque el puente tiene más de 30 metros de altura libre y el Corto Maltés no llega a 8 metros, siempre que pasas bajo un puente con un velero te da aprehensión porque desde abajo parece que no va a caber.
Al final pasamos bien y fuimos recorriendo la costa que ayer habíamos recorrido en bici. Lo malo es que el viento brillaba por su ausencia y hemos ido casi todo el día, menos 2 o 3 horas que sopló flojito del NW, "a la francesa".
A media tarde se nos hizo evidente que no llegaríamos a Les Sables d'Olonne antes de las 8 o las 9 de la noche. Llegar tan tarde a una marina es un mal rollo porque ya no están en las oficinas, y aunque te puedes amarrar y hacer los papeles el día siguiente, ese día no te dan la clave de la ducha ni del wifi y desaprovechas la tarde-noche, además de demorar tu salida el día siguiente. Por eso decidimos cambiar nuestro destino y quedarnos en el puertecito de Bourgenay, 6 millas antes de Les Sables d'Olonne. Su entrada sólo tiene un metro de calado y el interior del puerto entre uno y medio y dos metros. Es una de las ventajas de los barcos pequeños, poder entrar en estos puertecitos de paso. Nosotros entramos subiendo la orza y el timón sin ninguna dificultad y nos dieron una plaza comodisima. Además el personal suele volcarse contigo precisamente porque no tienen muchos visitantes. Llegamos justo a la hora del cierre y su responsable, Christelle, se quedó para atendernos y salió media hora después de su jornada. Lógicamente teniendo les Sables a 6 millas, el mítico puerto de la Vendé Globe, y con ese calado, no deben recibir muchos visitantes.
Mañana intentaremos llegar a la Isla de Yeu.
Hija, Alicia, ¡ponte tu también alguna vez el la foto!
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