Hola navegantes.
Antes de ayer sacamos el Corto a la cuna de carenar para la cura de rejuvenecimiento anual: darle la patente.
Como todos los años, elegimos la autopulimentante roja. El rojo es el color que mejor se ve desde el helicóptero de rescate en caso de vuelco. El casco seguía perfecto, sin una sola burbuja de ósmosis, a pesar de llevar ya 36 años en el agua de forma continuada. Es impresionante la comparación de la calidad de construcción con los veleros que se fabrican ahora.
La orza, nueva de hace tres años, había perdido parte de la imprimación que se le dio entonces y que se repasó el año pasado, y la hemos vuelto a lijar para darle la imprimación nueva:
Ha quedado como una novia recién salida de la maquilladora.
A ver si no me lo estropean las orcas este verano (huummmm, ese timón tan apetitoso...).
Con cuidado, navegantes.
A por otra temporada de navegación!
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