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martes, 6 de septiembre de 2022

Las reglas de preferencia.

 Hola navegantes.

En el mar no están marcadas las rayas en el suelo ni hay señales como en las carreteras, por eso cuando dos barcos se acercan hay que tenerlo todo clarito para que no pase esto:


La regla básica de preferencias es esta:

  • 1º remo
  • 2º vela
  • 3º motor.

Se basa en la facilidad de maniobra. Un refrán marinero dice que Dios hizo la vela y el diablo el remo, porque la navegación a remo y su maniobra es la más costosa, lenta y complicada. Es decir, un barco de remos tiene preferencia sobre uno de vela y sobre uno de motor. Cualquiera tiene que apartarse para no interferir el rumbo de una trainera o una piragua. Un barco de vela tiene preferencia sobre uno de motor, pero no sobre uno de remos. Los del  velero tenemos que apartarnos ante una trainera o una piragua, pero los barcos de motor tienen que apartarse de nosotros para no interferirnos. Y un barco de motor tiene  que dejar paso sin interferir ni a uno de remos ni a un velero.

Cuando van a cruzarse dos barcos iguales que sean de remo o de motor tiene preferencia el que sale por la derecha, como en la carretera.

Cuando van a cruzarse dos veleros la preferencia la dicta el viento. Tiene preferencia el que está recibiendo el viento por estribor (o sea el que lleva las velas a babor). Cuando uno de los dos recibe el viento por la popa y lleva la mayor a una banda y el génova a la otra, se tiene en cuenta la posición de la vela mayor. Y si los dos están recibiendo el viento por estribor, entonces tiene preferencia el que está a sotavento, o sea, más alejado del punto cardinal de donde viene el viento. Esto es así porque al cruzarse, las velas del que está a barlovento (más cerca de donde viene el viento) perturban el flujo de aire que recibe el de sotavento y le pone más difícil la maniobra.

Hay algunas excepciones en los canales estrechos, así como con algunos barcos que siempre son preferentes, como los de tráfico portuario (remolcadores, prácticos, Pedreñeras, etc). Además, por supuesto, si un velero está navegando a motor se le considera, a efectos de preferencias de paso, un barco a motor,  no a vela.

No todos los que navegan lo tienen claro, y este juego de preferencias es lo que más incidentes provoca en la bahía. Y luego están los tolais que ponen el piloto automático en los planos de agua muy concurridos y no vigilan el horizonte, y entonces se abordan no por desconocer las preferencias sino por no vigilar.

El caso de la fotografía  llegó a los tribunales y por supuesto cargó con la culpa la motora. Aunque el velero se llama "Levitación" voy a evitar cualquier ironía dado el tamaño de la desgracia, aunque de  milagro no hubo víctimas. Aunque la motora venía por la derecha al cruzarse, el otro implicado era un velero navegando a vela, que tenía toda la preferencia. Aunque la vio venir, el velero iba a 4-5 nudos y la motora a 14, por lo que el abordaje era imposible de evitar por el velero y la responsabilidad de evitarlo era de la motora. Se montó encima del velero y le partió por la mitad:


La reparación se estimó en unos 20.000 euros aunque creo que se dio por siniestro total.

Con cuidado, navegantes.

1 comentario:

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