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sábado, 22 de enero de 2022

¡Diez años ya!.

 Hola navegantes.

Pues sí, este año es el décimo aniversario de nuestra vuelta a España y del arranque de este blog, que ya se acerca al medio millón de visitas. Parece mentira. A principios de 2012, hace ahora 10 años, estábamos Luis Espejo y yo dando vueltas a si sería posible esto:

  

Dar la vuelta a España a vela en uno de nuestro barquitos (Luis tenía un Sun 2000 y yo un Tonic 23, los dos de seis metros y pico). Se decía que era imposible hacer navegación de altura con menos de ocho  metros de eslora, pero nosotros habíamos navegado por toda la cornisa cantábrica y creíamos que sí podríamos hacerlo, siguiendo nuestras mismas costumbres y simplemente disponiendo de más tiempo y siendo capaces de superar la mamparitis de tres o cuatro meses viviendo en ese espacio, reducido como una tienda de campaña. Y en efecto, lo conseguimos.

Para el recuerdo, aquí os traigo la reseña de nuestro viaje en el revista francesa Voiles et Voiliers, la de mayor tirada en el deporte de la vela:

Y la dibucarta que hice para sus lectores:

 Y aquí el encabezamiento de la sección, con la ubicación del Corto Maltés en el mapa mundi al lado de otros barcos que estaban haciendo travesías oceánicas:

 Una bonita manera de meter a los barcos pequeños en el universo de las navegaciones de altura, aunque nosotros fuéramos costeando.

Ya lo he dicho muchas veces, pero aquella circunnavegación fue la que nos abrió los ojos a comprender que sí, que era posible hacer largas y bonitas navegaciones con un velero pequeño. Y no solo eso, sino que nos permitía acceder a lugares donde los veleros grandes no llegaban. Además de la navegación por el mar, nos metimos en muchas rías, ríos navegables y finalmente en el Canal de Midi para cerrar la vuelta a la Península y volver a Santander por el Este, en vez de tener que desandar el camino y darle otra vuelta en sentido horario para regresar por el Oeste. Eso con un barco grande no habría sido posible.

Después siguieron la navegación a Arcachon, a Bretaña, a la isla de Elba, la vuelta a Francia y por fin este verano la vuelta a Italia, siempre con el Tonic 23 como os he contado en estas páginas. Después de la primera  juventud la vida puede ser una constante fuente de lobreguez, y para los navegantes estas navegaciones "de aventura" (a mí no me gusta llamarlas así, que conste) pueden ser una forma de animarla.

Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Buenas tardes, estoy pensando en dar la vuelta a España y te he conocido, viendo un video de The Low Cost Sailor, he visto que lo has hecho con un Tonic 23, yo tengo un Somo 23, te he comprado el libro, estoy deseando leerlo, me jubilo dentro de 2 años y he empezado a preparar el viaje. Un saludo. Dionisio.

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  2. Hola Dionisio. Te deseo suerte y, sobre todo, que por lo menos lo intentes. En el libro fíjate bien en el Anexo I, las millas que hacíamos cada día, para no salir con expectativas poco realistas. Y estate muy atento al calado del Canal de Midi. Si no me equivoco, el Somo 23 tiene 135 de calado, y aunque en el Canal de Midi se garantiza 140, algunas ramas tienen sólo 120. Además tendrás que sacarte el título para los ríos y canales, el CEVNI. Suerte con todo ello. Un saludo.

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