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jueves, 17 de diciembre de 2020

Otros mercantes a vela.

Hola navegantes.

En entradas anteriores os hablé de la nueva tendencia en el tráfico marítimo de mercancías, que es la vuelta a la vela. El objetivo es reducir las emisiones de CO2 y abaratar los costes. Para esto último el truco está en desarrollar tecnologías que permitan manejar las velas sin necesidad de mucha mano de obra de marineros. Hoy os presento un proyecto ya acabado y otro en la fase de proyecto.

El ya acabado se trata del velero "Grain de Sail", que ha comenzado la ruta entra Saint Malo y Nueva York transportando 22 toneladas de vino francés (20.000 botellas). Desde Nueva York irá a la República Dominicana para hacer el tornaviaje a Europa cargado de pasta de cacao. Y todo ello a vela con una tripulación de 4 personas. 

 


El velero tiene 22 metros de eslora, es de aluminio, y tiene una capacidad de carga de 50 toneladas. Los promotores deben haber entrado de pleno en la religión marítima, porque confían únicamente en  la vela, no tiene hélice de proa y el motor es sólo un 115 CV, con lo que las maniobras en puerto van a ser de aúpa. Para la tripulación dispone de dos cabinas simples y una doble, cocina y ducha, y toda la electrónica y material de seguridad que se exigen a los mercantes. Llevan material médico hasta para pequeñas operaciones, y los tripulantes están preparados para ello.

 Como veis los palés de vino van estibados de forma clásica en la bodega, y la estética del barco sigue siendo la de un velero, así como su puesto de mando:

En el otro extremo está el proyecto sueco Oceanbird, esta vez una obra faraónica para transportar 7.000 coches a través del Atlántico en cada viaje. 

 

 Se trata de un mercante de 200 metros de eslora, 40 de manga,  y 5 velas que se izan y se arrían como las antenas telescópicas, por segmentos incrustados unos en otros. Su altura sobre el agua podrá oscilar entre 45 y 105 metros según el despliegue de las velas, lo que le permitirá pasar por debajo de los puentes y tomar "rizos" (si puede llamarse así) cuando haya demasiado viento. Podrá navegar a vela a 10 nudos y ahorrará un 90 % de las emisiones contaminantes. Aquí podéis ver el proyecto:

Clic aquí. 

Esta vuelta de la vela es como la de los pantalones de campana. ¡Quién iba a decirnos que volverían!. Yo espero que se haga realidad y podamos verlo con nuestros ojos.

Con cuidado, navegantes.

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