Hola navegantes.
Hoy salimos de Vicedo con pronóstico de vientos del N que nos vendrían perfecto, porque nuestro rumbo hoy sería primero hacia el E y luego hacia el SE. Y otra vez acertó, cumpliendo todas nuestras expectativas.
Al salir de la ría del Barquero nos acercamos a ver la isla Colleira, que ya os dije que cierra la entrada de la ría. Significa "conejera", porque antiguamente estuvo poblada de conejos. Muchas islas, en la época de los grandes exploradores, se poblaban adrede con conejos. Así se reproducían y en viajes posteriores tenían de qué comer. La superstición de no nombrar los conejos a bordo viene de aquella época, porque si un conejo se escapaba de la jaula y terminaba royendo la madera del barco por debajo de la flotación, provocaba una vía de agua que podía terminar con el hundimiento. La isla está poblada por matorral bajo y tiene un pequeño embarcadero en su cara Oeste, pero de acceso difícil por el oleaje. Hoy estaban desembarcando unos obreros para desbrozar el camino al faro y era realmente complicado. Y la lancha de desembarco no se quedaba amarrada al muelle, sino que se alejaba para que las olas no la reventaran.
A medida mañana pasamos frente al puerto de Alúmina Española y luego frente a Burela. Estábamos navegando bajo un sol veraniego, con el espí y la vela mayor a unos 5 nudos y decidimos seguir hasta Ribadeo, donde llegamos a las 20 horas después de hacernos 33 millas, casi todas a vela. Hemos adelantado algunas etapas en estos últimos días pero estamos agotados porque han sido larguísimas, así que mañana nos lo tomamos de descanso para conocer Ribadeo y, en la orilla de enfrente de la ría, que ya es Asturias, Castropol. Además mañana tendrán las fiestas y la procesión del Carmen, o sea que estará muy animado.
En las últimas fotos podéis ver la entrada a Ribadeo, que está en el interior de la ría del Eo, que separa Asturias de Galicia. Tiene un faro en la isla Pancha, con un puente peatonal, entrando a estribor, un antiguo desembarcadero de mineral con vistas panorámicas a la ría, y sobre todo un inmenso banco de arena en mitad de la ría, que seca casi toda la entrada en la bajamar, y que al parecer tiene gran valor ecológico aunque a mi me preocuparía por la colmatación de la ría. Mañana lo veremos todo.
Hasta mañana navegantes.
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