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lunes, 10 de abril de 2023

El Atlántico sola con 70 años... y sigue.

 Hola navegantes.

Este es otro caso de los que indigna que no se hable en todas las portadas. Una mujer extraordinaria que ha decidido aprovechar hasta el último acorde y de la que no conocemos nada. Gaït Archambeaud, ingeniera informática, doctora en Ciencias Políticas, empresaria, adjunta de prensa de Amnistía Internacional durante muchos años, estudiosa de los problemas de Afganistán donde vivió 15 años en Kaboul, y sobre los que escribió algunos libros... y navegante. Después de una vida profesional que deja las nuestras a la altura del betún, al jubilarse no se sentó en el sofá a ver la tele. 

 

 Se volvió a poner los tejanos y empezó a restaurar con su padre (Philippe Archambeaud, piloto de avión y navegante aficionado) el velero de la familia, que había construido su propio padre durante 15 años preparándolo para una vuelta al mundo que nunca llegó a realizar, y con el que se habían limitado, hasta entonces, a travesías por Bretaña. En la siguiente foto, toda la familia a bordo cuando Gaït era jovencita:

 

Se trata del Nimic II, un ketch (un velero con dos palos) de 14 metros de eslora, de acero,  nada fácil de manejar en solitario y menos por una mujer menuda, como ella. Justo 15 días tras la finalización de los trabajos Philippe falleció, heredando el barco Gaït después de llegar a algunos acuerdos difíciles con sus hermanos, que querían venderlo.

 

Gaït se propuso ir a ver a dos de sus tres hijos, que viven en Costa Rica y Seattle, en la costa Oeste de EEUU, y disfrutar de sus dos nietos, de 5 y 11 años, en familia. Salió de Noirmoutier a los 66 años para cruzar el Atlántico. Después de varias gestiones para conseguir tripulante, decidió que era mejor sola que mal acompañada y, en efecto, salió para esa larga navegación sola.

Los primeros intentos fueron desafortunados, y sus tres primeras salidas de puerto, en 2018 y 2019, se saldaron con una media vuelta y regreso al puerto de salida por distintas averías. Finalmente la partida definitiva fue en marzo de 2019, llegando de un tirón a Galicia y luego a Canarias. La continuación del viaje ha estado llena de incidentes, hasta el punto de que llegar al lado Oeste del Canal de Panamá le ha costado 3 años. Los incidentes han incluido averías técnicas, rotura del hidrogenerador, enderezamiento de la mecha del timón, reparaciones del casco de acero, una rata que se invitó a bordo y le royó los cables eléctricos y tardó semanas en liquidar, el COVID-19 que le confinó 8 meses en Canarias, y la enfermedad de su madre que le obligó a desplazarse a Francia durante varios meses, dejando el barco en Guyana.

Finalmente cruzó el Canal de Panamá y ha pasado en Costa Rica el invierno con uno de sus hijos. En marzo salió hacia Hawaï camino hacia Seattle, a visitar a su otro hijo y su otro nieto. Y después... quién sabe, pero Gaït deja caer en las conversaciones el nombre "Patagonia". ¿Será posible?.

Podéis ver su historia completa aquí:

Clic aquí.

Y si queréis seguir el blog de Gaït a lo largo de su recorrido, aquí:

 Clic aquí.

Para el recuerdo, antes del Nimic II la familia tuvo el "Nimic I" , un crucero pequeñito del que se conserva una foto de 1964 cuando le estaban colocando el mástil. Una de las niñas que está observando con camiseta de rayas es Gaït de jovencita.

Con cuidado, navegantes.

3 comentarios:

  1. Vaya historia, y vaya MUJER!, gracias Álvaro una vez más por compartirla!
    Un abrazo...
    Rodolfo.

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  2. Desde luego. A mí me encantaría conocerla. Un saludo.

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