Hola navegantes.
Hoy hemos dedicado el día a poner al Corto Maltés en modo fluvial. Primero fuimos a devolver el coche alquilado y el conductor del autobús de vuelta nos jugó una mala pasada, porque no se detuvo en la parada y nos hizo perder dos horas hasta que pasase el siguiente.
Dedicamos la mañana a preparar el barco para desarbolar. Quitar las velas, toda la jarcia, la electricidad del palo, aclarar todo con agua dulce, etc. A las 16.30 habíamos quedado con el de la grúa y en menos de media hora estaba todo hecho. Para la cruz que sujeta el palo en popa nos habían dado unas tablas muy finas y nos dio miedo que no resistieran, así que hemos amarrado el palo directamente al balcón. Finalmente reorganizar todos los espacios del barco para acoger las velas, que normalmente van en los palos y abultan mucho, y toda la cabullería.
Nuestra intención es llegar mañana a Arlés, contra la corriente del río. Si llegamos aún de día seguiremos un poco por el Pequeño Ródano hasta encontrar un sitio bonito donde pernoctar, porque ya os dije que Arlés está imposible. Y su llegamos tarde nos buscaremos la vida en Arlés.
Hasta mañana navegantes.
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