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miércoles, 8 de enero de 2025

Nuevos empalmes de los bornes de la batería.

Hola navegantes. 

 Empalmar y desempalmar los bornes de la batería del barco suele ser incómodo y con un pequeño riesgo. Incómodo porque suele estar en sitios inaccesibles, donde hay que retorcerse para llegar, y porque a veces la batería está en un sitio tan estrecho que no hay espacio para el giro de la llave llana, y hay que sacarla de su acomodo para soltar los bornes. Y con un pequeño riesgo porque la llave fija que usas para soltar las tuercas puede tocar el otro polo de la batería, y hacer un cortocircuito que funda el fusible principal y todo el barco se quede sin electricidad. Aunque esa operación se hace pocas veces, se agradece un sistema de empalme y desempalme rápido.

Santa Claus me ha traído también unos empalmes rápidos que se basan en el mismo sistema de apriete que las ruedas o las tijas del sillín y del manillar de las bicis:

 Es un collar que se aprieta con una palanca que actúa sobre una base excéntrica, y lo aprieta en un segundo. Las palancas son de aluminio, y la base lleva 4 contactos en cada polo para insertar allí los distintos cables, apretándose con una llave Allen.

Aquí veis el acomodo de mi batería y los empalmes anteriores:


 En una entrada anterior os comenté la gestión de la electricidad en el Corto Maltés, y por qué para la navegación a Londres (con poca insolación sobre los paneles) necesité cambiar a una batería más grande:

Clic aquí.

 Pero claro, esa batería más grande es más difícil de manejar, y en la foto anterior podéis ver que en el empalme del positivo (abajo) no hay espacio para el giro de la llave llana. Por eso he tenido que sacar la batería sólo para aflojar la tuerca del positivo. Casi media hora con la espalda doblada para quitar los bornes, y la cantidad de paciencia necesaria como para ser pescador. No quiero ni pensar en esa  maniobra en un caso de urgencia, por ejemplo en una inundación que quiera poner la batería más arriba, o que empiece a echar humo y quiera sacarla a la bañera.

Aquí veis cómo ha quedado con los empalmes nuevos:



Ahora se sueltan en un segundo cada uno con un simple giro de muñeca, sin necesidad de ninguna llave. Un gran adelanto cuando tenga que hacer cualquier mantenimiento, sacarla del barco, o en las emergencias.

Con cuidado, navegantes.

martes, 7 de enero de 2025

Nueva tapa del tambucho.

Hola navegantes. 

 Hace tres años cambié la tapa del tambucho de polietileno por una de madera, confiando en su menor peso y en su mejor aspecto estético, y sobre todo porque la de polietileno de había agrietado y me daba miedo que se me rompiera en un viaje (clic aquí). Compré sólo el recorte de contrachapado marino, y como soy cabezota tuve la mala idea de hacer yo mismo lo demás, y así me ha ido. La barnicé con brocha y con un barniz estándar, instalé la rejilla y la cerradura, y en tres años se ha deteriorado, se ha levantado el barniz en algunos sitios y al retocarlo ha quedado con brochazos de distintos colores y grosores:


Aunque en general no me importa que mi barco tenga un aspecto un poco cutrillo para disuadir a los ladrones cuando navego por el extranjero, que aterrizo en puertos que no conozco de nada, esa tapa estaba pidiendo a gritos una renovación. Tened en cuenta que en Santander atraco con la popa al Sur, y la tapa recibe el sol de forma permanente. Habría tenido que desarmarla, lijarla hasta la madera y empezar desde cero. O sea, unos días de trabajo en que el barco se habría quedado abierto, porque la anterior tapa de polietileno se la regalé a un amigo que también tiene un Tonic 23, y pretende ahuecarla para hacer una mosquitera. Así que he pedido a Santa Claus una tapa nueva, pero esta vez hecha por un profesional, que me ha entregado una tapa niquelada y no he tenido que apretarme la correa: por sólo 80 euros.


Teniendo en cuenta que sólo la madera de contrachapado de la anterior me costó 30 €, no me parece mucho la diferencia hasta los 80 € por las horas de mano de obra que habrá necesitado, y teniendo en cuenta que me consiguió el recorte exacto del taller de un amigo sin tener que encargarme, y cobrarme, el tablero entero. Tiene muchas capas de barniz marino y aplicado con pistola. Es de justicia agradecer el trabajo tan bien hecho a la carpintería Garmendia. Gracias, Fonso.

Me guardaré la vieja como recambio para cuando, inevitablemente, tenga que volver a barnizar la que coloco ahora.

Con cuidado, navegantes.

sábado, 4 de enero de 2025

Resultado del bajocolchón.

Hola navegantes. 

 Hace unos días os conté que había instalado un bajocolchón en las camas que usamos habitualmente, para evitar la condensación:

 Clic aquí.

 Estas fiestas hemos dormido algún día en el barco y puedo comentaros el resultado preliminar. La condensación ha disminuido mucho, aunque ha persistido un ligero tacto húmedo en la tela bajera de la funda, la que toca con la madera. Yo había recortado el bajocolchón un poco más pequeño que el colchón, para que no sobresaliera y no se viera por los bordes:


Para intentar mejorar la ventilación, voy a dejar el bajocolchón sobresaliendo unos centímetros cuando nos vayamos a dormir, de manera que a su través haya comunicación entre la parte inferior del colchón y el habitáculo, esperando que mejore la circulación de aire  y disminuya más aún la condensación, hasta evitarla por completo:


Cuando lo probemos en condiciones reales os contaré si mejora. Ya tengo ganas de ver desaparecer ese color verde cardenillo de mis colchonetas, y no tener que ponerlas a ventilar todas las mañanas.

Con cuidado, navegantes.