Hola navegantes.
A veces los marinos "valientes" no se dan cuenta de que si algo les sale mal no están arriesgando sólo su vida en el mar, sino también la de los que salen a rescatarles. En junio de 2019 la tempestad Miguel (con rachas de fuerza 12, la más alta de le escala) azotó la fachada atlántica de Francia. A pesar del aviso un pescador jubilado salió de Les Sables d'Olonne, uno de los puertos más difíciles de acceso y más expuestos a los temporales del Oeste. Al verse en apuros activó su baliza de socorro y el barco de salvamento salió de Les Sables a rescatarle. El barco volcó y fallecieron 3 de los 7 marinos que iban a ayudarle. También falleció el pescador al hundirse su barco. ¿Os imagináis el encuentro de los familiares del pescador con los de los rescatadores fallecidos?.
La discusión es un tópico cuando alguien va a intentar un reto en el mar, porque muchos dicen que si les pasa algo no vayan a rescatarlos, comparándolo con el derecho a suicidarse. Aunque obviamente no es el caso del ejemplo, porque el pescador sí solicitó ayuda al activar la baliza, aunque no lo hubiera hecho habrían ido a ayudarle. Porque el aviso pueden darlo también los familiares cuando le echan de menos, o cualquiera que vea el barco en apuros desde la costa. Y otros dicen que los rescatadores ya saben que su oficio es peligroso, como si eso justificara provocar voluntariamente ese peligro. Argumentos patosos para intentar justificar lo injustificable.
Acordaos de este refrán: los marinos más peligrosos son los que nunca tienen miedo. Porque tener miedo es ser prudente, saber disimularlo es ser valiente.
Con cuidado, navegantes.
El miedo, en manos de alguien que sepa gestionarlo adecuadamente, es una herramienta muy valiosa a la hora de realizar cualquier actividad...
ResponderEliminarRodolfo