Perdonad la osadía de poner un poema mío después de los que he dibujado los días anteriores, de autores consagrados, pero este es un homenaje a mi padre y no quería posponerlo:
El longevo.
Hoy quiero deciros
algo de nuestro amigo el longevo,
ese que vivirá cien años por
las cuentas que llevo,
el héroe de lo cotidiano, el
hiperserio, el que siempre está,
el que siguió uniendo a la
manada cuando se fue mamá.
Ese que de pequeños nos traía las lentejas
al plato,
el incombustible que
brindaría con alcohol de quemar,
hoy anda con cachaba, lejos
del estrellato,
y hasta le han empezado a
anticoagular.
Hoy vive con achaques, con dolores, con
muchas lentitudes,
en un mundo de pastillas y de
amigos en ataúdes,
con miedo a que la suerte se
le vuelva de cara
y el bonito jardín se torne
en un Sahara.
Cuando miréis al viejo que se mueve
arrastrando los pies,
el que se para en cualquier
banco, en cualquier escaparate,
ved al hombre que arrasaba en
los despachos, en los parqués,
y en las oficinas muertas en
donde nada late.
Porque él está escribiendo lo que nos pasará
a nosotros
cuando dejemos de estar entre
los notables,
se nos agote esta energía de
jóvenes potros
y entremos en los años
desagradables.
Años en que te duele masticar las palabras
y en los que para todo te
falta velocidad,
menos para esperar la visita
de la Macabra
y su temido silencio de
calidad.
No nos arrepintamos de no haber hablado con
el abuelo
cuando andemos, como él,
mirando para el suelo.
Y aquí el dibupoema (hacer clic en la foto para verlo mejor):
En el móvil el texto se ve mejor con la pantalla horizontal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios son bienvenidos. Lo más cómodo es poner tu nombre al final del texto y luego elegir como identidad "anónimo".