Así es, menos mal que nos decidimos a navegar ayer porque hoy no ha parado de orballar. Aunque también así Galicia tiene su encanto:
Esta semana estamos amarrados en los pantalanes del Club Náutico de Vigo. Un pantalán moderno y amplio, en el que por 19 € al día (las 4 personas) tenemos derecho a utilizar todas las instalaciones del club, que incluyen piscina, gimnasio y sauna además de las duchas.
Vamos a aprovechar esta parada para sustituir una de las baterías del barco, que es muy vieja y se descarga enseguida. Es la que cargamos con el alternador del motor y la que debería sostener el timón automático los días que está nublado o naveguemos de noche, y por lo tanto el panel solar no cargue la otra. Ya la tenemos encargada y esperamos instalarla el jueves.
El primer día que haga bueno vamos a ir a visitar la Isla de San Simón, al fondo de la ría de Vigo. Allí hubo una antigua cárcel y luego un hospital antituberculoso. Hay que pasar por debajo del puente de la autovía, pero nos han asegurado que los veleros caben por debajo.
Y se nos oilvidó comentraros que el primer día en Vigo se celebraba el ascenso a primera del Celta. En este viaje hemos vivido el ascenso del Depor y del Celta, ¿les traeremos suerte?.
Pues pobre Ana, que cada vez que va a visitarte en una travesía, le cae una chupa de agua que no veas, como el año pasado en Hondarribia. La próxima vez te va a mandar a la porra :) :) :).
ResponderEliminarY sigo con los dientes cada vez más largos. Besos y abrazos.
Jorge
Hola navegantes y consortes; Galicia siempre es especial, lo mismo cuando se oculta norteña y discreta bajo la espesa capa del orballo como cuando se muestra brillante y tropical bajo la luz atlántica, en vuestro caso espero que disfruteis más de lo segundo que de lo primero pero a los que la conocemos bien nos gusta de todas formas, 36 años fuera y todavia tengo morriña....
ResponderEliminarun abrazo para todos. ALBERTO