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miércoles, 13 de diciembre de 2023

Dibucarta del final del viaje.

Hola navegantes.

Esta es la dibucarta del capítulo 15, el final del viaje a Londres, la navegación de vuelta por Las Landas hasta España, el recorrido por Euskadi y la última y definitiva avería del fueraborda. Se empieza a leer en el flequillo (clic encima para leerla mejor):

De vuelta al mar teníamos dos preocupaciones añadidas: las orcas y los problemas con la jarcia (la cruceta de babor, y que estaba rota la polea de la driza del espinaker). Pero tuvimos suerte. Las orcas no vinieron, la cruceta aguantó con una reparación provisional, y conseguimos instalar un sistema de fortuna para izar el espinaker. 

 La etapa más dura fue de Port Médoc a Hondarribia (144 millas) que hicimos de una tirada, casi la totalidad a vela. A partir de las 12.30 h. del segundo día de mar fuimos viendo emerger del horizonte las montañas de España, que hacía tres meses que yo no veía, y entramos en Hondarribia después de navegar 35 horas.

Siguieron unas navegaciones plácidas por Euskadi bajo una ola de calor, con una parada de reencuentros en Motrico. Fueron a visitarme Ana y la familia de mi hijo Pablo, y su presencia se me posó encima delicadamente, como un beso, porque no nos veíamos desde hacía meses.


Por el contrario, cuando sólo faltaba un día para llegar a Santander tuvimos el último susto en Laredo, esta vez por la meteorología compinchada con el fueraborda. Tras la ola de calor vino un tren de borrascas y el pronóstico para el día siguiente, que llegaríamos a Santander, era de vientos del Noroeste (justo de cara hasta el Cabo de Ajo, y luego por el través) de hasta fuerza 5-6, con olas de 1,8 metros y chubascos permanentes. Pero luego sería todavía peor, ante la inminencia de cuatro días en que sería muy difícil avanzar hacia el Oeste por vientos contrarios de los que te obligan a hablar por señas. En condiciones normales yo no salgo a navegar con ese pronóstico, pero con las ganas de finalizar el viaje y el temor de vernos allí inmovilizados cuatro días, habíamos decidido, no sin muchas dudas, intentar llegar a Santander.

Pues al ir a arrancar el fueraborda pasó como en Boulogne-sur-Mer, que se calaba o se negaba a arrancar. Después de una hora y media bajo la lluvia conseguimos arrancarlo, y salimos con mucho retraso. Con la mayor en el primer rizo y el motor avanzábamos a lo bruto a 3-4 nudos, dando pantocazos entre aquellas olas con apariencia destructiva. Pero antes de recorrer ni tres millas el motor volvió a pararse. Entonces hice lo que todo capitán con sentido debe hacer en estos casos: pararse a reflexionar. Y la conclusión fue que con aquel viento de cara (que aumentaría a fuerza 6 por la tarde) aquellas olas, sin motor y con las dudas de la cruceta, no llegaríamos íntegros a Santander, y decidí volver a Laredo.

Allí dejamos el barco a la espera de resolver la avería, volviendo a Santander por carretera. Un final de viaje muy poco glorioso. Unos días después, con el motor ya reparado, trajimos el Corto Maltés a Santander.

Al primero que transcriba la dibucarta le regalo el original. 

Con cuidado, navegantes.

4 comentarios:

  1. Hola navegantes, la vuelta a España fueron tres etapas desesperantes a motor, varios días por las Landas con vientos portantes que nos bajaban a Euskadi a propulsion y al final otra serie de borrascas que nos cerraron el paso hacia el oeste, más la avería definitiva del motor. Pero lo mejor de todo fue el reencuentro familiar en Motrico, que fue para mí como un bálsamo porque hacía meses que no nos veíamos.
    José Antonio

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  2. Hola navegantes, la vuelta a España fue con tres etapas desesperantes a motor, varios días por las Landas con vientos portantes que nos bajaban a Euskadi a propulsion y al final otra serie de borrascas que nos cerraron el paso hacia el oeste, más la avería definitiva del motor. Pero lo mejor de todo fue el reencuentro familiar en Motrico, que fue para mí como un bálsamo porque hacía meses que no nos veíamos.
    José Antonio

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  3. Hola José Antonio. A la segunda la has bordado. Te la mando ya con las anteriores porque esta era la última del viaje a Londres. Un saludo y gracias por seguirnos.

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  4. Gracias a ti. Espero tu próxima travesía. Un saludo.

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