Hola navegantes.
En tantos años navegando todavía no me he encontrado una botella con un mensaje. Pero fijaos qué historia:
En 2004 un navegante se encontró un extraño mensaje en una botella en las Islas Cook, en el Pacífico. Estaba fechado en noviembre de 2001. El mensaje llevaba grapados dos billetes rusos, en total 60 rublos (clic encima para verlo mejor):
En el mensaje, un tal Gorbunov Vladimir Nikolaevich se postulaba para presidente de Rusia en las elecciones de 2008. Decía ser marino e ingeniero electrónico, e incluía hasta su foto de carnet, pero no contaba nada acerca de su barco. Afirmaba que esa era su segunda carta con una parte de su programa electoral, y que la primera la había arrojado en el Atlántico. Esperaba hacer lo mismo con una tercera en el Índico.
En el mensaje, escrito en inglés, Vladimir esbozaba en cinco puntos una parte de su programa electoral relativa a la reducción de impuestos a las familias en función de la edad de los niños y el número de hermanos. No decía nada sobre otras propuestas de su presunto programa.
Los billetes decía que eran para costear los gastos de la transferencia de alguna suma de dinero a su cuenta en un banco de Kaliningrado (que especificaba al final) para financiar su campaña. Y solicitaba al que encontrase la carta que la difundiera, para intentar una recaudación de fondos piramidal para su candidatura.
Si el mensaje lo escribió un optimista patológico o un estafador rebuscado, que lo decida cada uno. Yo le he buscado en Internet y sólo aparece Nikolái Gorbunov (por la formación de los apellidos en ruso podría ser su padre) que fue un político comunista ruso, secretario personal de Lenin, posteriormente condenado a muerte y ejecutado en 1938 en las purgas de Stalin. No parece probable que sea su padre, porque entonces Vladimir debería tener por lo menos 63 años, y en la foto aparenta muchos menos.
Los mensajes dentro de una botella se han utilizado como petición de socorro casi desde que existe la navegación, y después como experimentos científicos para conocer las corrientes oceánicas. Aunque para obtener un resultado hay que tener mucha paciencia, y sobre todo mucha suerte. Por ejemplo, en 2018 se encontró en Australia un mensaje en una botella casi 132 años después de haber sido lanzado al mar. Estaba fechado en junio de 1886, y había sido arrojado desde el barco alemán "Paula" como parte de un experimento de las rutas oceánicas por el Observatorio Naval Alemán.
Muchas veces los lanzan los niños como un juego, y aquí tengo que reconocer que nosotros hemos lanzado alguno con nuestros grumetillos de oncología. Por ejemplo, hace alrededor de 50 años el británico Paul Gilmore lanzó al océano Índico un mensaje en una botella cuando tenía 13 años, mientras viajaba con su familia en el barco "Fairstar " del Reino Unido a Melbourne. Medio siglo después Jyah Ellott, un niño de 13 años, la encontró mientras pescaba con su padre en el sur de Australia.
Al enterarse de que había sido encontrada, Paul, que volvió al Reino Unido en 1973 donde está a punto de jubilarse y tiene una agitada vida en el retrovisor, confesó que cuando la lanzó de niño tenía esperanzas de que una hermosa chica en una isla exótica la encontrara. ¡Qué cosas curiosas suceden en el mar!.
Con cuidado, navegantes.
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