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martes, 10 de enero de 2023

Un chaleco híbrido.

 Hola navegantes.

Hay varios tipos de chalecos salvavidas, y cuando te crees que ya está todo inventado hay alguien que tiene una idea genial que no se le había ocurrido a nadie. 

La primera clasificación los divide en los chalecos fijos y los inflables. Los fijos tienen una especie de espuma o porespán que es lo que les hace flotar. Son anteriores al cine sonoro, y aunque los han perfeccionado en su diseño, abultan mucho, son incómodos de llevar, te dificultan las maniobras, y por todo ello casi siempre van estibados en un arcón para cumplir con la legalidad (que exige llevarlos a bordo, pero no llevarlos puestos).

Los inflables abultan menos, y llevan una cámara de flotabilidad que se infla mediante un cartucho de CO2 comprimido. Tienen la ventaja de que casi no enteras de que lo llevas, y eso facilita el llevarlo puesto. A cambio, si te caes al agua inconsciente (lo más típico, por un papirotazo de la botavara) no puedes activar el disparador del cartucho, y el chaleco no se inflaría. Para evitar este gran inconveniente se diseñaron disparadores automáticos. Unos son mediante una cápsula de sal que se disuelve. Tienen el problema de que pueden dispararse en caso de lluvia torrencial, y de no poder aclarar el chaleco con agua dulce al volver a puerto. Otros mediante un sistema presostático, que se activa cuando ya estás en el agua y la presión de la columna de agua sobre el mecanismo lo dispara.

 

 Los inflables, más modernos, son los que ha experimentado más desarrollos técnicos, y los hay con balizas, enganche para la línea de vida, luz estroboscópica, capucha antirrociones, etc. Además sirven para otros usos, como colmatar una gran vía de agua (haciendo inflar el chaleco dentro de la grieta).

Entre sus inconvenientes figura el tener que pasar revisiones periódicas, normalmente mandándolos a la fábrica, que a veces son casi tan caras como comprar un chaleco nuevo de baja gama, y que pueden pincharse y entonces pierden toda su efectividad.

Con independencia de ser fijos o inflables, los chalecos se clasifican por su flotabilidad. Se expresa en Newtons ("N") y es la que marca la legislación, ya que según nos alejemos de la costa o según la zona de navegación para la que esté homologado nuestro barco, necesitaremos un mayor o menor índice de flotabilidad, sin que la legislación establezca preferencia por los fijos o los inflables:

  • 50 N ("ayudas a la flotabilidad"): para personas que saben nadar y para aguas interiores protegidas donde puede recibirse ayuda inmediata. No sirven para personas inconscientes pues no te colocan boca arriba. Utilizables en actividades de playa, piragüismo y vela ligera. 
  • 100 N: como los anteriores, para personas que saben nadar, y en aguas interiores y costas protegidas. La colocación boca arriba de una persona inconsciente depende mucho de la ropa que lleve. Homologados para las zonas de navegación 5, 6 y 7.
  • 150 N: los más utilizados en náutica de recreo, y son los necesarios para barcos que naveguen en alta mar. Aseguran el enderezamiento en 5 segundos. Sirven para casi todas las situaciones, pero no existe total seguridad de que pondrán boca arriba a personas inconscientes que lleven trajes pesados. Homologados para navegación en las zonas 2, 3 y 4.
  • 275 N: para alta mar y condiciones extremas, completa seguridad de quedar boca arriba en todos los casos. Homologados para la zona de navegación 1, es decir, para navegación de altura en condiciones duras, y llevando ropa de protección pesada. Están también destinados a trabajadores de plataformas petrolíferas, y debido a su volumen una vez inflados, dificultan notablemente el movimiento, siendo complicado nadar o subir por sus propios medios a una balsa salvavidas.

Pues en este variado panorama la empresa Secumar ha inventado un chaleco híbrido que ha recibido una mención especial de un jurado que ha valorado las innovaciones en materia de seguridad del año que ha finalizado. Se trata del chaleco "Furio", un híbrido de fijo e inflable.


 En condiciones estándar es un fijo de 50 N, pero si las condiciones después del accidente se degradan y aún no te han socorrido (o si has decidido ganar la costa a nado y te agotas sin alcanzarla) puedes activar manualmente la parte inflable del chaleco, ganando 110 N adicionales y quedando, por lo tanto, con un chaleco de 160 N que te hace flotar boca arriba. Como veis, un chaleco para todas las actividades de playa, piragüismo o vela ligera, con un plus de seguridad.

Con cuidado, navegantes.

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