Hola navegantes. Después de toda la semana estresados en el Cantábrico por lo que ya sabéis, nos las prometíamos tan felices navegando por el Mediterráneo y nos hemos encontrado más lluvia que en Cantabria. Ayer dormimos Mario y yo en el barco encima del camión, una ubicación bien extraña. Esta mañana hemos levantado el barco del camión para terminar de pintarlo, y a fe que la reparación ni se nota. Gracias Javi, eres un artista.
Pero luego hemos botado el barco bajo la lluvia, hemos levantado el palo y regulado la jarcia bajo la lluvia, puesto las velas bajo la lluvia, limpiado el barco bajo la lluvia, ido a por agua y gasolina bajo la lluvia, comido bajo la lluvia, y todo bajo la lluvia. A pesar de ello nos apetecía hacer una navegación, aunque fuera corta, para probar la regulación que habíamos hecho del palo y estar seguros de que el casco ha quedado bien y no hace agua, como así ha sido. Nos hemos venido a Portbou.
Pues lo más gracioso es que lo primero que nos llamó la atención es que el Ayuntamiento ha organizado un parking en una riera, algo incomprensible para nosotros porque es por donde desagua la lluvia a veces con una fuerza torrencial. Le preguntamos a una señora que estaba paseando al perro por la riera si no les parecía peligroso, y ante nuestra sorpresa nos dice:
-"¿Por qué, si aquí nunca llueve?".
¡¿?!
Pues a pesar de su peligrosidad cobran por aparcar allí, y encima ponen el aviso de la siguiente foto, en rojo, avisando que si empieza a llover el coche se retire inmediatamente, y que el Ayuntamiento no se hace responsable de los daños. ¿Será posible?.
También nos ha sorprendido que los barcos del Varadero están amarrados al suelo con eslingas, para que no se los lleve el viento cuando sopla la Tramontana. Como en la vuelta a España, lo prioritario en esta costa va a ser sobre todo que no nos sorprenda la maldita Tramontana y a ello supeditaremos todo. Por ejemplo mañana va a seguir lloviendo, pero anuncian vientos que aunque pueden ser un poco fuertes (fuerza 5 con rachas de 6) va a ser de componente sureste, perfecto para avanzar hacia Leucate, que nos queda justo al Norte. Con ese viento por la aleta podremos hacer las 25 millas en unas 5 horas, y a lo mejor navegando sólo con el génova si con las dos velas es incómodo. Mañana os contaremos qué pasó.
¡Enhorabuena por estar de nuevo en el agua!
ResponderEliminarSeguro que a partir de ahora teneis más suerte.
Os seguimos.
Un abrazo
Antonio Valín