Visitas al blog:

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Los separadores de mi cuaderno de bitácora (5).

Hola navegantes. 

 La verdad es que este cuaderno de bitácora era premonitorio, nunca me había dado cuenta hasta que lo he repasado al terminar el viaje. 

Cuando llegamos al Mediterráneo siguió azotándonos la ola de calor. El nivel de sequía era el más elevado de los cuatro existentes, y el agua sólo podía utilizarse para usos sanitarios, bebida y seguridad civil, estando restringida para la agricultura, lavado de vehículos, llenado de piscinas, etc. Casi toda Francia la sufría, debido a una primavera y un verano poco lluviosos, a 27 días con ola de calor y al calentamiento global del planeta. Una de las islas no pudimos visitarla porque estaba prohibido el acceso por el riesgo de incendios, y el día nacional de Francia, el 14 de julio, que conmemora la toma de La Bastilla, en muchos sitios no se tiraron los fuegos artificiales por el mismo riesgo. En el resto de Europa era parecido. 

En mi cuaderno de bitácora llegué con las anotaciones a una foto curiosa con una niña mirando el mar desde la orilla de una playa, y asomando del mar sólo la cabeza y el brazo derecho de la Estatua de la Libertad, el de la antorcha. Obviamente había subido el nivel del mar por el cambo climático y se había sumergido Nueva York. Puse una viñeta con forma de nube saliendo de la cabeza de la niña que decía: “Según el cuñado de Rajoy, era mentira”. 

 


También es muy gracioso, ahora que estoy en casa en invierno, ver en mi cuaderno de bitácora los variados adjetivos que iba dedicando al sol cada día: sol horripilante, sol sahariano, sol del Sahel y de todos los demás desiertos del planeta, sol con uñas, sol de derretir el plomo, sol insufrible, sol asesino, sol de activar a las chicharras, sol de derretir coletas, sol como el que pintan los niños, sol regio, sol de plomo, sol de Costa Azul, sol de intensidad brutal, sol impenitente, sol no compasivo, sol de escándalo, sol impasible, sol como el as de oros, el cabronazo, sol sublime, sol de quemar las orejas, sol tórrido, etc. Ahora parece gracioso pero entonces no lo era en absoluto.

 Con cuidado, navegantes.

martes, 2 de diciembre de 2025

Los separadores de mi cuaderno de bitácora (4).

Hola navegantes. 

 El siguiente separador de mi cuaderno llegó cuando estábamos en Valence d'Agen, a mediados de junio, una marina muy modesta en la orilla del Canal de Midi. Sólo tenía torres de agua y luz, no tenía aseos ni duchas, pero a esas alturas del viaje lo que tenía nos parecía una maravilla. Hacía tanto calor que el agua de la torre del pantalán salía ardiendo (imposible tocarla) porque las conducciones estaban expuestas todo el día a aquel sol sahariano. Tardaba más de cinco minutos en salir fría.

Era un pantalán flotante con fingers perpendiculares a la orilla, con espacio para 14 o 16 barcos, y estábamos solos. Una pena porque demostraba lo que había decaído la navegación fluvial. Cuando refrescó la tarde fuimos al pueblo a tomar algo frío. Siempre salimos a esas visitas con los frigolines en la mochila para aprovechar, y aquel día caímos en un bar que tenía un supercongelador profesional de -40ºC (en vez de -25ºC los normales). Nos congeló tres frigolines en menos de una hora que estuvimos Ana y yo de charleta bebiendo algo fresco, y nos guardó otros seis hasta el día siguiente. 

Pues el separador era de un velero cubierto por la nieve en algún país nórdico. No pude aguantarme y escribí una viñeta que procedía de fuera de la foto (era yo el que lo pensaba, claro) que decía "¡¡Quién lo pillara!!". 

 

Ese barco no es el mío, pero en Santander también a veces hace un frío de pingüino y nos encontramos con una escena parecida. Las siguientes sí que son del Corto Maltés en su atraque de Puerto Chico, en el invierno de 2018:

 





Y sin ir más lejos, ayer, aunque no había nevado, el aceite de oliva se había hecho solido por el frío: 


¡Quién nos lo iba a decir cuando estábamos en el Canal de Midi aguantando aquel calor del demonio!. Está claro que en un barco pequeño hay que estar dispuesto a aguantar las condiciones extremas.

Con cuidado, navegantes.

lunes, 1 de diciembre de 2025

Regalar un libro por Navidad.

Hola navegantes. 

 Si habéis leído alguno de mis libros y os ha gustado, podéis regalarlo por Navidad. Por eso hasta finales de diciembre a quien me pida uno le ofreceré otro a la mitad de precio. La información de cada uno está en la columna derecha de este blog, haciendo clic encima de cada título. 

Unos cuentan navegaciones que sirven para degustar los recuerdos de los momentos felices de los veranos en el mar,  ahora que el tiempo se compone de lluvia, viento racheado, oscuridad, una breve calma y a continuación más viento, lluvia y oscuridad:

 

 Otros son libros solidarios o de poesía:

 Como siempre los mandaré dedicados con una dibucarta personalizada, a vosotros o al que se lo vayáis a regalar.

Podéis pedírmelos al correo alvarogaledo@gmail.com.

 Con cuidado, navegantes.