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lunes, 11 de marzo de 2024

El daltonismo en la náutica.

Hola navegantes. 

 La llamada ceguera congénita para los colores ("daltonismo") es una alteración genética producida por una mutación cromosómica recesiva y de herencia ligada al cromosoma X, por lo que la enfermedad afecta más al sexo masculino. Todos los hombres que hereden un cromosoma X daltónico sufrirán el trastorno, pero para que una mujer sea daltónica sus dos cromosomas X deben presentar ese gen. Normalmente consiste en no distinguir el color rojo del verde, aunque hay formas que no perciben el azul, y otras más graves en que no reconocen ningún color, y ven en blanco y negro. Es muy frecuente (afecta al 8% de los hombres y al 0,4% de las mujeres) por lo que es muy probable que en vuestro grupo de amigos haya más de un daltónico, y lo que es más curioso, probablemente no lo sepa. El trastorno es irreversible y  no progresivo: no empeora pero no se cura nunca.

No se entiende bien por qué un daltónico puede llegar a la edad adulta sin saberlo. Probablemente desde pequeños han aprendido a llamar "rojo" a un determinado tono de gris o pardo que los demás llamamos "rojo", y "verde" a otro tono de gris que los demás llamamos "verde". Al enseñarles un objeto o una luz con un color muy nítido son capaces de nombrarla bien, aunque no la estén viendo como la vemos nosotros. Por ejemplo los semáforos: proyectan una luz nítida que a lo mejor son capaces de distinguir como dos grises de matices diferentes, y además el rojo siempre está arriba y el verde abajo (en la foto, a la derecha, como lo vería un daltónico):

 

A pesar de eso algunos países, como Singapur o Turquía, les ponen dificultades para el carnet de conducir.

 El problema de los daltónicos, pues, viene cuando son objetos con colores mezclados o gamas intermedias, porque entonces sí que confunden completamente los tonos. Por eso para el diagnóstico se utilizan las láminas "seudoisocromáticas" de Ishihara, que tienen números ocultos y pintados en colores diferentes a los de los círculos que los contienen. Cuando se le pasan a un daltónico y no ve nada donde los demás ven un número, o ve un número distinto, se creen que les estás gastando una broma, y cuando les dices que es daltónico no se lo creen, porque en su vida diaria hasta ahora no les había afectado.

Pero mirad estas láminas y comprobad si veis el número que indica:

El ocho.

El seis.

El veintinueve.

El cincuenta y siete.

El cinco.

El tres.

El quince.

El setenta y cuatro.

El dos.

Hay muchas más, pero si en alguna veis otro número o  no veis ninguno no penséis que os estoy tomado el pelo. Sois daltónicos y tenéis que comentarlo con vuestro oftalmólogo. La razón: que hay formas de daltonismo secundarias a otras enfermedades visuales, como el glaucoma o enfermedades del nervio óptico o de la retina, o por causa de algún medicamento, que deben descartarse. Esto es especialmente importante si alguna vez pasasteis bien estos test y ahora los confundís, o si al mirar las láminas con cada ojo por separado, con un ojo las veis distinto que con el otro (las enfermedades del nervio óptico, de la retina o el glaucoma pueden ser unilaterales). Por eso, si no veis bien las láminas miradlas con cada ojo por separado para informar a vuestro oftalmólogo.

Hay otras posibles pruebas, como colocar los lápices de una caja grande de pinturas ordenados formando una transición gradual de sus colores (los daltónicos los ordenan mal) lo que técnicamente se llama el test de Farnsworth y se hace con materiales específicos. Pero para lo que os quiero contar sirven las láminas de Ishihara que os acabo de enseñar.

Al lío. ¿Qué tiene esto que ver con la náutica?. Pues que el daltonismo impide acceder a algunas profesiones, donde la percepción de los colores sea básica. Una de ellas es la náutica, donde todo el balizamiento se basa en las boyas rojas y verdes, y las luces de los barcos igualmente son rojas y verdes y necesitas identificarlas desde que sólo ves un puntito en el horizonte, para saber el rumbo de los que te cruzas. Y todo ello empeorado por algunas condiciones atmosféricas, como la neblina o el mar de humos, que nos hacen dudar hasta a los que no somos daltónicos. Otras profesiones son las aeronáuticas (piloto de avión, helicóptero, planeador, globo libre, mecánico de a bordo, etc.) ferroviarias (maquinista, jefe de tren, de estación, etc.) las profesiones relacionadas con la electricidad y la electrónica, telefónicas, etc. (por la dificultad de identificar los hilos de los circuitos o los tableros llenos de lucecitas) algunas ingenierías, algunas especialidades sanitarias como la histología, policías (por la dificultad en  interpretar las pruebas o lo que cuentan los testigos de un delito) etcétera. Sin tener un impedimento legal, supondrá dificultades prácticas o de contratación para cocineros, floristas, diseñadores gráficos, diseñadores web, pintores, decoradores, etc. Curiosamente, y a pesar de ser un trastorno tan extendido,  no se exige un test de daltonismo antes de entrar en las escuelas profesionales o en la Universidad, por lo que el paciente puede reconocer su defecto bien avanzados los estudios (normalmente en las clases prácticas) debiendo entonces abandonarlos por la exigencia legal, habiendo perdido no sólo su vocación sino unos años de su vida.

Yo he conocido navegantes que se enteraron de que eran daltónicos después de estudiar una titulación náutica deportiva, y finalmente no les dieron su título por no pasar el reconocimiento médico, en los años en que el daltonismo era un impedimento absoluto para las titulaciones deportivas en la náutica, como comentaré luego. Porque, en efecto, el daltonismo no tiene tratamiento y aunque no es grave te dura toda la vida. Actualmente se están desarrollando y probando unas gafas que mejoran un poco la visión de colores en determinados casos de daltonismo, pero no en todos los daltónicos y sin conseguir la percepción cromática de una persona normal, por lo que no permiten el acceso a las profesiones mencionadas. Además no pueden usarse de noche ni para conducir, porque disminuyen la cantidad de luz que llega a la retina. Hay que ser precavido con ellas, porque se venden hasta en Amazon y sin prescripción médica.

Por cierto, si sois daltónicos no intentéis convencer a vuestro médico de que os haga un certificado médico falseando el resultado. Si tenéis un accidente, y sobre todo si hay víctimas, la responsabilidad cae sobre el médico, ya que el trastorno es permanente y no puede aducir que cuando te hizo el reconocimiento viste bien las láminas. Para otras enfermedades tal vez sí (por ejemplo puedes tener la tensión arterial normal hoy, y dentro de un año ser hipertenso) pero eso no se aplica al daltonismo. 

 Volviendo a la náutica deportiva, hasta 2014 el daltonismo era un impedimento absoluto para obtener una titulación deportiva. El RD 875/2014 lo modificó, y ahora dice (literal): 

"Criterios de aptitud para obtener o prorrogar permisos náuticos: no se admiten alteraciones de la visión mesópica ni daltonismo u otras alteraciones de la visión de los colores, que impidan la correcta interpretación de las señales luminosas. Adaptaciones, restricciones y otras limitaciones en personas y/o embarcaciones: solo navegación diurna, nocturna no solitaria".

La visión "mesópica" o crepuscular es el estado de transición de la visión diurna (fotópica) basada en la respuesta de los conos, a la visión nocturna (escotópica) basada en la respuesta de los bastones, y está también afectada en el daltonismo. O sea, según el decreto un daltónico podrá obtener una titulación náutica deportiva, y podrá navegar incluso en solitario si es de día. Esto es así porque de día no es preciso ver las luces de los otros barcos, y las boyas y balizas puede identificarlas por la marca de tope (un cono las verdes y un rectángulo las rojas). Queda un vacío legal para las condiciones de niebla, en que sí dependes de las luces. Y por la noche no podrá navegar en solitario, aunque queda otro vacío legal porque el decreto no especifica que el acompañante no sea a su vez daltónico. Estrictamente hablando dos daltónicos podrían navegar de noche juntos. A lo mejor en este país los legisladores también tendrían que hacerse mirar algo. ¿Os imagináis a los dos daltónicos sometiendo a votación si la luz que aparece en el horizonte es roja o verde?. Yo ya me les imagino entrándoles deseos de haber sido más buenos, o si son creyentes, de haber rezado más.

  Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Que bueno eso de dos daltonicos navegando juntos de noche, no se me habia ocurrido y ya si lo mezclas con las zonas de navegacion del caribe que van al contrario las luces ya no me lo quiero ni imaginar. Por cierto yo si conozco un navegante daltonico que tenia titulo y barco y navegaba antiguamente, el caso es que el titulo lo saco en Canada y alli no habia impedimento alguno a los daltonicos y claro cuando vino aqui a España se lo convalidaron tan ricamente. Un saludo.

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    1. Gracias por compartirlo. Yo creía que esa limitación a los daltónicos era universal, no sólo de España. Siempre se aprende algo.

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