Ayer fue nuestra segunda navegación Carpe Diem de este verano. Después de la ciclogénesis que afectó a Cantabria el viernes, el sábado amaneció soleado y con poco viento y nos las prometíamos tan felices. Pero el viento fue arreciando a lo largo del día, y nada más salir a navegar teníamos ya un Nordeste de fuerza 5 que nos hizo abandonar nuestra idea original de salir de la bahía para desembarcar en la Isla de Mouro. La navegación iba a ser muy dura y teníamos a bordo algunos grumetillos de 4 a 6 años. Además la marea estaba entrando en la bahía y empujaba en la misma dirección del viento. Tanto es así que los primeros bordos los dimos a favor del viento y la marea (hacia el Oeste) y luego algunos de los barcos pequeños, con las velas reducidas como íbamos, no éramos capaces de remontarlos y tuvimos que ayudarnos con el motor. A pesar de ello los grumetillos aprendieron algunas maniobras de velas y a llevar el timón:
Decidimos entonces cambiar de isla y desembarcar en la de Los Ratones, que está dentro de la bahía. Oficialmente se llama "Isla de La Torre", pero es más conocida por el nombre popular de Isla de los Ratones, porque antes de hacerse el edificio de la escuela de vela estaba llena de ratas. Es un islote rocoso con muy escasa vegetación baja en su vertiente Norte. Como la marea estaba alta pudimos desembarcar en la rampa de varada y acceder a la terraza de la escuela, que tiene una pequeña pista deportiva para que jueguen los niños los días que no pueden navegar.
Nada más desembarcar vimos algunas parejas de gaviotas patiamarillas (las grandes) en actitud de defender sus nidos: se ponen a graznar para asustarte y te hacen vuelos rasantes sobre la cabeza, en algunos de los cuales te pueden cagar encima. Pero precisamente esa actitud las delata, y te hace saber dónde está el nido. Y así fue, pronto encontramos uno con un pollito ya nacido y otro huevo en incubación, que nos permitió estudiarlos.
La isla tiene una playuca de arena de unos veinte metros de largo, pero tras algunos temporales del invierno, como ha ocurrido este año, la arena puede desaparecer y queda un playazo de piedras. La parte buena es que entre las piedras hay muchas conchas, caracolas y orejas de mar, sobre todo ahora al principio del verano que todavía no ha ido mucha gente. Dedicamos una parte de la tarde a recoger conchas.
En la zona de vegetación suelen anidar los charranes (únicas colonias en el Cantábrico: 33 parejas contabilizadas). Los charranes son más pequeños que las gaviotas patiamarillas, tienen forma de golondrina y son más agresivos, tal vez por estar en inferioridad de condiciones con sus depredadoras las patiamarillas, que en cuanto se descuidan se comen sus huevos y hasta sus crías. Ponen los huevos de tres en tres como las patiamarillas, y del mismo color pardo moteado, pero son pequeñitos como los de las palomas. Tuvimos la suerte de encontrar un nido con dos polluelos y un huevo aún sin eclosionar. En 17 años que llevamos de Carpe Diem es el primero que encontramos estos polluelos. Una de las conchas de peregrino que encontramos parecía hecha a la medida para ser su casita.
A la hora de volver la zodiac que nos habían desembarcado se retrasó y ya nos veíamos pasando la noche en el islote. De cena sólo íbamos a tener dos huevos (uno grande y uno pequeño) y 3 pollos (uno grande y dos pequeños), lo que para 15 personas hambrientas parecía bien poco (es broma). Finalmente nos recogieron y como ya había amainado el viento volvimos a puerto sin problemas, dando algunos bordos para estirar la tarde.
Al volver a puerto practicamos las maniobras de amarre, y nos dio tiempo a pescar algunos animalitos y enseñarles a manejarlos. Finalmente fue una tarde perfecta pese a las dificultades de la salida.
Aquí está la dibucarta de ayer, que tiene premio como siempre.
¡Con cuidado, navegantes!.
Hola grumetillos. Como aller no pudimos ver a Bart en la isla de Mouro, os le voy a enseñar yo en este dibucarta.el vientazo no nos dejó salir de la baía pero en la isla de los ratones también nos lo pasamos bien. Mejor,así nos queda la ilusión de Mouro para otro día.¡Salud y millas!
ResponderEliminarUn saludo Susana
Bien, Susana, te la ganaste. Ya tienes 12 puntos. Un beso.
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