Visitas al blog:

lunes, 24 de marzo de 2025

Al encuentro de navegantes en Castellón.

Hola navegantes. 

 Paula Gonzalvo, del canal Allende los Mares, organiza por tercer año consecutivo un encuentro de navegantes a vela para intercambiar experiencias, anécdotas y proyectos, y me ha invitado a contar mis experiencias en el Corto Maltés. Será en Castellón los días 26 y 27 de abril:

En principio yo voy a intervenir el sábado 26 a las 12 horas.


 La idea no es hablar de un viaje en concreto, sino contar la experiencia de uno que, sin tener un YO grandioso, ha hecho grandes navegaciones con un velero pequeño y muy modesto para que otros navegantes de la misma especie se animen a intentarlo. Haré un repaso de la preparación del barco, la planificación de las etapas, la búsqueda de tripulantes, los detalles de cómo llegar y presentarte en un puerto desconocido (especialmente los que se cierran con la marea baja) lo que te puedes permitir de turismo, cómo prevenir y afrontar las dificultades, los problemas por la radio con el idioma, las peculiaridades de la navegación interior (por ríos y canales), la libertad que te da poder transportar el velero en un camión, los gastos previsibles y cómo compartirlos, y por supuesto una recopilación de los mejores y los peores momentos de estos años de vagabundeo náutico.

 Más adelante os iré concretando los detalles. De momento podéis seguir todo lo relacionado con el encuentro, y apuntaros al mismo si queréis, aquí:

Clic aquí.

Con cuidado, navegantes.

sábado, 22 de marzo de 2025

Vídeo de la entrevista a Serge Testa.

Hola navegantes. 

 El año pasado, al presentar mi libro de la navegación a Londres en el Corto Maltés, os hablé del francés Serge Testa, que había dado la vuelta al mundo en un velero de 3,6 metros de eslora y con un fueraborda de 4 CV, y que me había escrito un prólogo para el libro. Podéis ver su historia y algunas fotos de aquella proeza increíble aquí:

Clic aquí.

Serge es uno de esos mitos de la vela que sigue vivo, y es una ocasión única poder aprender de sus experiencias en aquella época que la vela no era una carrera de velocidad sino una forma de descubrir el mundo sin prisa (él tardó más de 3 años y ahora se da la vuelta al mundo en 40 días). Serge vive en Australia, y además de escribirme un  prólogo sin conocerme de nada, lo que ya parece de mentira, aceptó una invitación a Santander para conocernos y poder hacerle una entrevista sobre su extraordinaria navegación, que ostenta el récord Guinness desde entonces.

La entrevista se la realizó el periodista Edu Araujo para su programa Itsas Tantak, de la emisora Onda Vasca, conmigo y con Patrick como intérprete, nada menos que a bordo del Corto Maltés, en Puerto Chico. Tener a Serge, y a su  mujer Robin, a bordo de mi barco es una de esas experiencias que justifican tu vida de navegante, como cuando estuve abarloado al Joshua de Moitessier cuando dimos la vuelta a Francia en 2018:

 

Actualmente Serge tiene más de 70 años, no es un figurante fortachón sino un hombre sencillo, y sigue navegando con su mujer, de lo que también tenemos algo que aprender. Y sobre todo de su humanidad y trato cercano y distendido, pues a los cinco minutos de hablar con él ya te resulta familiar como la tienda de la esquina. Nada que ver con el endiosamiento de la mayoría de los que creen haber hecho algo importante en su vida, que se sienten catapultados a la estratosfera y te hablan desde allí. Porque Serge entra dentro de la modestia que suele acompañar a los grandes navegantes, que han comprobado su pequeñez frente a la inmensidad y la potencia del océano.

Pues aquella entrevista la grabamos en vídeo en una condiciones muy precarias.  Estábamos en el pantalán grabando con el móvil de Edu, la luz entraba a saco por el portillo de la camareta creando un claroscuro que deterioraba la imagen, la estrechez de la cabina hacía que nos ocultáramos unos a otros, etc. Por eso la grabación en vídeo deja mucho que desear y hemos estado dudando mucho tiempo si hacerla pública o no. 

 

 Pero finalmente Edu y yo hemos decidido que su valor testimonial es tan grande que vamos a publicarla, aunque diga poco de nuestros medios técnicos a bordo de un velero tan modesto. Pero bueno, es algo de lo que también estoy orgulloso, así que aquí va. Podéis ver el vídeo de la primera parte aquí:

 Clic aquí.

 La segunda y última parte vamos a intentar editarla para que mejore un poco, y si lo conseguimos la publicaremos más adelante. Mientras tanto podéis escuchar el final de la entrevista (sólo audio) en el siguiente enlace yendo al minuto 1:22:

Clic aquí. 

 Con cuidado, navegantes.

viernes, 21 de marzo de 2025

Llegó el día mundial.

Hola navegantes. 

 Así es, llegó el día mundial mundial de la poesía, que se celebra para intentar volver a dar valor a este género literario que a veces es objeto hasta de ridiculización o de burla, ahora que la gente ya escribe lo mínimo y se expresa con emoticonos y con likes para no hacer trabajar mucho al cerebro. Mi forma de celebrarlo es compartir otro dibupoema dedicado a la chica de la que os hablé el lunes, cuando estaba tan flaca que si se llevara las manos a la espalda aparecerían por el otro lado y decidió ir al registro de voluntades previas. El nombre de la chica es ficticio, y la poesía se lee mejor poniendo el móvil horizontal:

 El registro de voluntades.


Para tomar un poco de distancia con la oncología
te fuiste a descansar un tiempo fuera de la ciudad, María,
pero al volver pasaste por el registro de voluntades,
el as de picas negro al final de las enfermedades.

Pero por esa firma no dejes de luchar, no te resignes,
no dejes que lo triste estropee todo lo que nos queda,
no cedas a ese miedo al vacío, viejo como la rueda,
ni oigas al sacerdote, ni te confieses, ni te persignes.

Tú mira confiada unos años de grandes alamedas
navegando conmigo con la ropa más vieja y con las chanclas,
en nuestra hermosa bahía tomando rizos, levando anclas,
o con mochila por los montes, los valles y las veredas.


Mírate enseñando a vivir a un lindo grumetillo,
viéndole crecer desde la cuna a la Universidad,
confidente de sus miedos de los cuentos de Simbad,
y de mayor de sus mujeres y los besos de tornillo.

Y sí, mira otra vez tu miedo, dentro de muchos años,
delante de los papeles del registro de voluntades,
pero esta vez como todos, rodeada de ancianidades
con cachabas, andadores, docenas de cumpleaños,

rebosante de recuerdos, de álbumes, de achaques y de nietos,
esperando como todos a la Vieja de los Negros Amuletos.

  

Y ahora el dibupoema, hecho con las estrofas marcadas en rojo:


¡Salud y poesía!.

miércoles, 19 de marzo de 2025

Suturar una herida con pegamento.

Hola navegantes. 

 Navegando te haces muchas heriditas y desolladuras sin enterarte  (a veces te das cuenta al ver una mancha roja en la vela, en el casco o en las escotas). Pero puede ser peor, y entre los posibles percances está el que un tripulante, o tú mismo, se haga una brecha. Si ya es difícil coser una brecha y que quede bien, imaginaos intentarlo con las olas y la escora. A mí nunca me ha pasado, pero aunque llevo a bordo todo lo necesario para suturar una herida, en esas condiciones no daría nada por el resultado. Si decides esperar a llegar a puerto cohibiendo la sangre con un vendaje compresivo, al llegar te toca ir a buscar un servicio de urgencias. Y si accedes pasadas más de 12 horas, en general ya no procede suturar por el riesgo de infección, sólo hay que dejar la herida con un drenaje, y es más posible que quede una fea cicatriz.

En el año 1996 se publicó que podía cerrarse una herida utilizando el pegamento rápido  cianocrilato ("Loctite"). Empezó a usarse en EEUU en los servicios de urgencias para despachar más deprisa a los que acudían sin tener un seguro médico, pero se vio que el resultado era más rápido, más estético y con menos infecciones que con los puntos de hilo. Así que la misma empresa del Loctite recibió autorización, y comercializó, un Loctite estéril especialmente concebido para cerrar heridas, y ya se utiliza en muchos servicios médicos por su facilidad y rapidez, incluso para cerrar heridas quirúrgicas. Luego salieron otros productos similares de otras farmacéuticas.

 Con el paso del tiempo se ha difundido su uso y ya se vende por Internet y sin receta. Yo he decidido llevar uno a bordo:

 


Es un tubito monodosis con un aplicador parecido a un lápiz labial terminado en una esponjita. El contenido es viscoso y teñido con un colorante, para que no escurra a zonas sanas de la piel y para ver fácilmente dónde se ha aplicado.

 Para abrirlo se atornilla el aplicador en posición vertical hasta que el sello esté perforado (aparecerá un punto morado en la esponjita). Siempre en vertical se aplana el tubo hacia la parte superior hasta que salga un flujo de adhesivo a través de la punta de la esponja. Entonces se  deja de apretar y está listo. Se empieza a "pintar" el área de la herida, cubriendo los bordes de la piel aproximados, así como el área alrededor para hacer una capa antimicrobiana más grande y una barrera impermeable, y para aumentar la resistencia. Cuando la esponjita comienza a ponerse blanca se vuelve a girar el tubo hacia arriba y se aprieta hasta que se sature de nuevo, y se sigue aplicando sin apretar.

El cianocrilato se seca en menos de 60 segundos. Si se aprieta el tubo mientras se aplica en la piel (boca abajo) saldrá demasiado adhesivo y se producirán tiempos de secado más lentos, aparte del riesgo de pegarse los dedos el que lo está aplicando o quedarse pegado al paciente. Una vez que se ha secado completamente se puede aplicar un vendaje o un apósito, pero no es necesario ya que forma una barrera microbiana e impermeable sobre la herida.
 
Esta facilidad de aplicación hace que pueda ser utilizado por un profano (es pegar la piel como pegaría cualquier pieza en un bricolaje) y que puedas suturarte una brecha tú  mismo, ya que puede hacerse con una sola mano. En fin, que me parece un buen invento que puede sacarnos de un apuro en una navegación larga.

Con cuidado, navegantes.

martes, 18 de marzo de 2025

Entrevista sobre la navegación a las islas y mares interiores de Francia.

Hola navegantes. 

 Antes de ayer me entrevistó Edu Araujo, en la emisora Onda Vasca, acerca de la preparación de nuestra navegación el próximo verano por las islas y mares interiores de Francia en el Corto Maltés. 

 

 La idea es no quedarse sólo con los momentos culminantes, la foto del Corto bajo la torre Eiffel, en la laguna de Venecia o bajo la torre de Londres, sino comprender el trabajo de planificación que lleva detrás uno de estos viajes, que empieza muchos meses antes de tomar la salida. Y  comprender también que hay muchos otros momentos sin glamour, cuando pasas frío, hambre, no llegas a puerto y tienes que seguir navegando de noche, y aterrizas por la mañana en un sitio desconocido muerto de sueño y doliéndote la osatura. La vida misma. Aunque precisamente por eso aprecias tanto los sitios a los que llegas, mucho más que cuando te llevan en avión.

Podéis escucharla aquí, entre el minuto 0 y el 32:

Clic aquí.

 Espero que os guste.

Con cuidado, navegantes.

lunes, 17 de marzo de 2025

Día mundial de la poesía 2025.

Hola navegantes. 

 El próximo viernes 21 de marzo se celebra el día  mundial de la poesía, esa forma de escribir que algunos utilizaban hasta el siglo pasado y donde técnicamente cuenta la métrica, la rima y el ritmo, y sentimentalmente lo que se insinúa más que lo que se dice. Yo he escrito tres libros de poesía, y concretamente de dibupoemas. Uno lo regalo, y podéis descargarlo en la columna derecha de este blog. Se titula "Dibupoemas de otros" y lo escribí durante el confinamiento, haciendo el dibupoema de algunas poesías de poetas españoles e hispanoamericanos famosos, y de algunas mías que no lo son tanto. No se publicó comercialmente por la dificultad en encontrar a los herederos de los poetas ya fallecidos para pedirles su permiso. Los otros dos los ha publicado ExLibric (clic encima para verlos mejor):


Todos son de "dibupoemas", la tercera dimensión de la poesía porque aparte de la métrica, de la rima y el ritmo, en los míos las letras se retuercen para formar un dibujo. 

Para celebrar este día mundial de la poesía yo me adelanto, y durante toda la semana al que me pida uno de los dos libros (al correo alvarogaledo@gmail.com) le regalaré el otro. Y además comparto esta poesía a una amiga valiente que conocí cuando estaba luchando contra un cáncer. El nombre de le chica es ficticio (en el móvil se lee mejor con la pantalla en horizontal):

La heroína sonriente.

Ayer vi a una preciosa mujer sonriéndole a la vida.
Luego me enseñó una foto con la cabeza calva
de cuando rondaba su sombra La Cariacontecida,
y en esa foto sí, también sonreían sus labios malva.

Con una camisa enorme, pantalón de pitillo, descalza,
nos sonríe confiada desde un taburete,
como si esa sonrisa fuera la fuerza que le alza,
la que le tiene a flote entre la quimioterapia y el estilete.


Veo allí una heroína a una sonrisa esposada,
en blanco y negro su cárcel y su liberación,
su cárcel por el miedo a la última bocanada,
preciosa y liberada posando a lo garçon.

No sé lo que despierta en mí la risa de María.
Da confianza, serenidad y miedo a que fracase
ese aura que promete mil besos de ambrosía,
y se nos cuele La Parca en la última frase. 

Casi no la conozco y le daría los años que me queden,
tengo ya suficiente con los que he vivido,
yo, libre de los años en que las cosas hieden,
ella sana y bonita con un corto vestido.

 

 Y aquí el dibupoema, hecho con las estrofas escritas en rojo (clic encima para verlo mejor):

 Sinceramente, no me atrevo a recomendaros que leáis la poesía que se suele hacer ahora, que ha sucumbido a una ola de simplismo, cutrería y hasta desfachatez parecida al rap en la música. Tendencia que ha hecho que se autodenominen poetas algunos que se limitan a escribir bobadas cortando las frases antes de llegar al extremo de la página para que desde lejos parezcan versos y estrofas, y a ser posible sin que se entienda nada (naturalmente no es más que una opinión y puedo estar equivocado, pero si no no hablaríamos de nada). Tampoco a los superclásicos como Quevedo o Góngora, con un engolamiento ridículo. Os recomiendo leer a los clásicos románticos de la segunda mitad del siglo pasado para que entendáis lo que se puede expresar con el lenguaje escrito.

 Con cuidado, navegantes.

domingo, 16 de marzo de 2025

¡Ya es casualidad!.

Hola navegantes. 

 Un amigo me ha mandado este anuncio de la venta de un Tonic 23 en Milanuncios:

 


 

Me he quedado patidifuso al ver que tiene el mismo nombre de mi barco siendo el mismo  modelo. He hablado con el vendedor y al parecer es así. Pero para que quede claro, mi Corto Maltés no está en venta.

Con cuidado, navegantes.

viernes, 14 de marzo de 2025

Reforzando el pozo del fueraborda.

Hola navegantes. 

El Tonic 23 lleva el fueraborda en un pozo que comunica directamente con el mar, por donde sale la cola del motor y la hélice. 
 
 
 
Cualquier objeto que se te cayera al suelo en la bañera se iría al agua, y para evitarlo tiene un reborde de fibra. 
 

 Ese reborde está atornillado al casco pero es relativamente frágil, sobre todo si apoyas el peso del cuerpo cuando el barco escora.
 

 Aunque en ese reborde he colocado una pegatina para recordar que allí no se debe apoyar el pie, y aunque todos mis tripulantes tengan que aguantar mi melopea sobre las precauciones con el mismo, en la práctica, y sobre todo cuando hace mal tiempo, es imposible no pisarlo. Porque con las olas y con la escora te apoyas donde sea, sin pensarlo, para no caerte, y eso ha hecho que el citado reborde haya empezado a agrietarse, y me daba miedo que acabara por romperse. 
 

 De hecho, algunos amigos que tienen un Tonic 23 me han dicho que su barco carece de ese reborde y  no es porque saliera del astillero sin él, sino que seguramente a algún propietario anterior se le rompió y acabó por quitarlo. Pero tener ese agujero al mar sin una protección debe ser una condenación. Si os fijáis en la foto anterior, yo llevo la parte de proa del agujero tapada con dos rulos de corcho de piscina, y ya me han salvado un móvil que se me cayó al pozo cuando me incliné para arrancar el fueraborda.
 
Para la navegación de este verano he decidido reforzar ese reborde que ha empezado a agrietarse. He hecho un recorte de una pieza de  contrachapado marino que me sobraba de la primera tapa del tambucho que tuvo el barco. La muesca que veis debajo es para adaptarse al soporte del motor:
 

A continuación lo he atornillado por dentro del reborde de fibra, de manera que se calce en su pestaña superior para darle más solidez cuando se pise sobre ella:

 


 y el resultado final es éste:
 

  El conjunto está mucho más sólido que antes, no se mueve ni un milímetro, y evitará a mis tripulantes escucharme decir un penacho de palabras soeces si se rompe. A la vuelta del viaje os diré si dio resultado. 

 Con cuidado, navegantes.

miércoles, 12 de marzo de 2025

Novedades en el Canal de Midi.

Hola navegantes. 

 Supongo que sabéis que el Canal está rodeado en sus dos orillas por una hilera de árboles enormes (bi o tricentenarios) que actualmente son unos 60.000, sobre todo plátanos. Son los que le dan una imagen tan bucólica a los canales, y también los responsables de que al levantarte por la mañana el barco esté lleno de bichos, y a veces hasta con alguna culebra.

 

Se plantaron para disminuir la evaporación de agua en ese clima caluroso en verano (sin su sombra se perdería una lámina de agua de cinco centímetros cada día) y para que las raíces sujetasen el terreno de las orillas. A cambio sus hojas (que se caen todos los otoños) son toneladas de materia orgánica que se acumulan en el fondo y acaban convirtiéndose en humus y disminuyendo el calado del canal, lo que obliga a su dragado periódico. Las raíces sobresalen del agua y en la vuelta a España las usábamos para amarrar el barco cuando nos quedábamos fuera de un embarcadero. La parte negativa era que producían baches en las pistas de bici que corren paralelas al Canal. 

 Ya entonces algunos de los plátanos estaban marcados con dos rayas verdes circulares. 

 

Desde hace unos años tienen una enfermedad, el chancro colorado, que los está diezmando. Es un hongo que trajeron los norteamericanos en la 2ª Guerra Mundial en las cajas de munición, que estaban hechas con madera de plátano. Los árboles se secan y hay que cortarlos para que no contagien a los de alrededor, y los que van a ser serrados los marcan con las rayas verdes. De vez en cuando aparecía en la orilla un tramo de cientos de metros completamente despoblado, donde habían tenido que talar toda la fila por estar ya enferma. 

Hay que tener en cuenta que el Canal está declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1996 y que esta declaración incluye a sus árboles, por lo que uno de los principales trabajos de mantenimiento es precisamente su entorno vegetal. Una de las funciones de los escluseros menos “visible” es el mantenimiento del entorno vegetal, concretamente podando y saneando los árboles en invierno. Por eso en todas las esclusas hay una reserva de madera perfectamente cortada y apilada para leña, que desde luego excede con mucho la que se podría usar en la chimenea en muchos años. 

 Aunque el Canal de Midi lo embocaremos a mediados de junio, ya estoy preparando los detalles, porque estas cosas no se improvisan. En su página web hay un apartado titulado "Avis à la batellerie", que es como nuestros avisos a los navegantes, donde informan de todos los acaecimientos que ocurren en los canales. Entre otras cosas de los tramos cerrados a la navegación, algo imprescindible de conocer para no encontrarte en un canal cerrado y tener que volver por donde viniste, lo que significa perder el verano.

Pues este año resulta que se están talando zonas extensas del canal y durante los trabajos está prohibido amarrarse en zonas extensas, de hasta 61 km (unas 34 millas, porque os recuerdo que los canales no se usan las  millas y los nudos sino los km y los km/hora). En los canales es imposible hacer 34 millas en un día por la lentitud en el paso de las esclusas, lo que en la práctica significa que no puedes circular por ese tramo porque no tienes donde parar a dormir, y tampoco puedes navegar de noche. Los trabajos se interrumpirán entre el 1 de junio y el 18 de agosto, y tendremos que estar muy atentos a ello para no encontrarnos bloqueados todo el invierno en Francia, porque una vez que empiecen a talar en agosto no pararán hasta el 31 de diciembre.

 Otra novedad es el sistema de paso de las esclusas. Cuando dimos la vuelta a España había 3 o 4 maneras de activarlas, desde bajando del barco para manipular un dispositivo en tierra junto a la esclusa, avisando al esclusero por la radio, con un mando a distancia como los de los garajes, y el más divertido, el del palo colgado sobre el cauce. Unos cientos de metros antes de llegar a la compuerta te encontrabas en medio del canal un palo grueso colgado en vertical, al que tenías que agarrar en marcha y dar un giro de 180 grados, no me acuerdo si hacia la derecha o hacia la izquierda. Al girarlo se activaba el mecanismo:


 Digo que era muy divertido porque si el tripulante no estaba avispado y te pasabas de largo había que dar media vuelta (lo que en los canales tan estrechos no es fácil) para repetir la pasada e intentarlo por segunda vez. Pues ya han modernizado los sistemas y al parecer ahora todos funcionan con un  telecomando que además te desmenuza las instrucciones en una pantallita. Veremos si es mejor o peor que los anteriores.



 Además, y es el signo de los tiempos, hay una App gratuita que te facilita en el móvil todas las informaciones, avisos, y hasta te permite calcular los tiempos que te quedan para llegar a tu destino. Eso sí, siempre muy optimistas y al parecer sin pensar que además de navegar, y sin ser un glotón, tienes que comer, parar a comprar la comida, a cargar el agua y la gasolina, y por qué no, hacer un poco de turismo. Por ejemplo para todo el canal de Midi da una duración de 8 días, que desde luego hay que ser Sppedy González para conseguirlo.

Finalmente, han habilitado un sistema para pagar la "vignette" on line. Es la tasa por utilizar los canales, que se materializa en un adhesivo que debes llevar en una de las ventanas de estribor, que antiguamente había que pagar en las oficinas de Voies Navigables de France. En alguno de los sitios que nosotros tuvimos que desembarcar para pagarla amarrar era casi un suicidio. Por ejemplo este es el muelle de la capitanía de Arlés, donde se pagaba la "vignette" para el tramo del Rhône a Narbona:


 

Imaginaos amarrando allí un velero de 6 metros y con el agua sometida a la corriente del río. La capitanía era un edificio de una planta y parecía cerrado.  Por mucho que llamábamos al timbre nadie abría, aunque estábamos en el horario laboral indicado en la puerta. Al asomarnos por una ventana a la altura de la calle nos asustamos mutuamente porque estaba asomándose la empleada al sentir ruido fuera. Era nueva, llevaba una semana trabajando, y se notaba. Yo creo que cuando repartieron el miedo le tocó mucho, y estar sola en aquel caserón... por eso se cerraba por dentro. Tuvo que llamar a sus jefes para todo lo que le preguntábamos y nos retuvo más de media hora para no resolver nada.Desde luego este año sacaremos la "vignette" por internet.

Con cuidado, navegantes.

martes, 11 de marzo de 2025

Usad gorro, no gorra.

Hola navegantes. 

 Como médico no puedo resistirme a dar algunos consejos relacionados con nuestra actividad en el mar. El sol ha pasado de ser un amigo a un enemigo, y cuando el cielo sobre el barco es plata limpia es cuando más nos agrede el sol, y cuando más debemos protegernos. Por desgracia, para la cabeza se han puesto de moda las gorras:


 Si os fijáis son una protección falsa, porque dejan que el sol haga mella en la parte posterior del cuello y las orejas, que son las partes más sensibles y donde más cánceres de piel se producen. Agravado porque al llevar los ojos a la sombra tienes la sensación subjetiva de estar protegido, cuando en realidad no lo estás, y puedes pasar al sol más horas de las que pasarías sin la gorra. A nadie le gustaría verse con uno de éstos cánceres en las orejas o en el cuello, ¿no?:



Así que ya lo sabéis, es mejor un gorro con alas, que da sombra a las orejas y a parte del cuello, y además usar camisa con cuello en vez de camiseta, y subirte el cuello por detrás.


  Y por supuesto usar protección solar, incluyendo no sólo la cara, sino también la parte posterior del cuello y las orejas.

Cuidado con el sol, navegantes.

lunes, 10 de marzo de 2025

El siguiente cuaderno de bitácora.

Hola navegantes. 

 Como todos los años, estoy preparando la navegación de este verano, que ya os dije que será a las islas y mares interiores de Francia, llegando por el Canal de Midi. Una de las tareas es preparar el cuaderno de bitácora que recogerá las travesías y las anécdotas de la navegación. Va a ser éste:

 

Es emocionante ver esas 300 páginas en blanco y pensar que dentro de unos meses estarán llenas de vivencias, buenas y malas. Los sitios preciosos que conoceremos, las buenas personas que entrarán en nuestra historia, y quién sabe si desgracias como al ir a Elba el accidente con el remolque que llevaba al Corto Maltés por carretera, o cuando se rompió el fueraborda en los canales de Francia por las algas, o cuando al ir a Londres desertó un tripulante y casi me hace abandonar el viaje. La vida misma, llena de las  incertidumbres que le dan sentido e interés. 

En otra entrada os conté lo que suelo anotar en el cuaderno de bitácora: 

Clic aquí.

Aunque a la vuelta este cuaderno parecerá un sindiós de anotaciones, cifras, tachones, páginas mojadas y correcciones hechas al margen cuando falla el GPS o el Navionics, siempre será la crónica de una parte de nuestra vida en movimiento. Ese es su valor.

No soy supersticioso pero hace el número 13 desde que tengo barco. ¿Debería haberlo titulado 12+1?. El tiempo lo dirá.

Con cuidado, navegantes.

domingo, 9 de marzo de 2025

El Étang de Leucate.

Hola navegantes. 

 El primer mar interior que visitaremos este verano al llegar al Mediterráneo será el Étang de Leucate. Está más al Sur de nuestra salida por el canal de Midi, o sea que veréis al Corto Maltés dirigirse al Sur como si nos hubiéramos equivocado de camino. Después tendremos que desandar ese tramo de costa para dirigirnos a los siguientes destinos.

 


 Como os dije,  mide unos 13 x 5 km y consta de dos cubetas, la del Norte con una profundidad de 1 metro y la del Sur de 2 metros, unidas por un canal que cala 3,7 metros. Como veis,  sólo accesible con veleros pequeños. Nosotros la recorreremos con la orza subida, así el barco sólo cala 70 cm. Es como una laguna de color azul topacio donde se reflejan los heleros y las cumbres nevadas de los Pirineos:


 Desde 1963 la laguna se dedica a la pesca y el marisqueo, y con esa profundidad no recibe muchos navegantes. Tiene una gran diversidad de hábitats naturales (prados de sal, dunas, etc.) que albergan especies vegetales y animales notables, y dos islotes. Desde 2017 está declarado "sitio Ramsar" (humedal de importancia internacional).


 Está separado del Mediterráneo por un estrecho cordón dunar, y al explorarlo con el Google Maps te llevas la sorpresa de ver un mercante varado bastante en el interior de la playa:

 


Como el Mediterráneo no tiene mareas, es imposible que ese barcarrón haya varado tan arriba. Claro, lo pusieron allí adrede. Es el "Lydia", y tiene una historia curiosísima. Construido en 1931 con el nombre de "Moonta" en Copenhage, medía 90,83 metros de eslora, 13,41 metros de manga y 4,60 metros de calado. Sus motores diésel le daban una velocidad máxima de 13 nudos. 

 

 Prestó servicio de transporte de pasajeros primero en Australia y luego en el Mediterráneo. En la siguiente foto, un anuncio de los viajes del Moonta en Australia:


 En 1966 terminó su vida útil y en vez de desguazarlo fue adquirido por la comunidad de Barcarès para un proyecto original de relanzamiento turístico de esa zona, promovido por el gobierno de De Gaulle. Se trataba de incrustarlo en mitad de una playa, para lo que hubo que excavar un canal faraónico de 750 metros de largo y 7 de profundidad por unas dragas flotantes, y meterlo hasta el fondo de aquella tumba con ayuda de remolcadores y al final haciéndolo rodar sobre unos rulos de aire gigantescos. Para eso primero le quitaron en Marsella los motores y las hélices, y finalmente el 11 de junio de 1967 terminó allí su último viaje. Luego el viento tardó 3 semanas en llenar de arena la cuenca artificial y en dejar el barco firmemente inmovilizado en su lecho de arena. El remolque y la posterior colmatación con arena que dejó el barco en seco fue una atracción turística en sí misma, motivando miles de visitas a la playa. El la foto, el Lydia entrando en su tumba de arena:

 

Y en la siguientes, ya de cuerpo presente en la arena con los distintos aspectos que ha tenido en estos años:

 

Porque el barco ha sido restaurante, hotel, casino, sala de fiestas, etc, y en cada nuevo uso se le cambiaba la pintura y la decoración, aunque ahora me parece que está cerrado. Lo que no le han podido cambiar es su eterno aspecto estático como los personajes de los abanicos japoneses. Si tuviera alma seguro que no estaba contenta con ese mar de arena sin una sola ola. Ojalá podamos visitarlo porque es un hecho insólito, la única vez en la historia que un barco mercante se ha varado a propósito en el interior de una playa.


 Hasta se han rodado tres películas en él. Aquí podéis leer su historia detallada:

 Clic aquí. 

 Y aquí dos reportajes de la época, detallando con imágenes todo el proceso de su varada. Algo impresionante con los medios de la época, y con el mistral que dificultaba las operaciones:

Clic aquí. 

Y aquí. 

 Con cuidado, navegantes.

domingo, 16 de febrero de 2025

Islas y mares interiores de Francia en el Corto Maltés.

Hola navegantes.

El próximo verano vamos a intentar recorrer con el Corto  Maltés las islas y mares interiores del Mediterráneo francés. Un viaje que tuvimos que posponer el verano pasado debido a nuestro cambio de atraque en Santander:

 

 La idea es llegar al Mediterráneo por el Canal de Midi escapando de las payasadas de las orcas (ya os dije que no volvería a Galicia mientras ese tema no se resolviera) y una vez allí ir saltando de isla en isla, tocando lo menos posible el Continente para conocerlas bien. ¡Uf!. En algunas hemos recalado en navegaciones anteriores, pero esta vez son ellas el principal objetivo, deteniéndonos dos o tres días en cada una para conocerlas mejor. Por lo menos son estas 13 islas, además de otras en las que no estamos seguros de poder desembarcar:

  1. Brescou.
  2. Pomègues.
  3. Ratonneau.
  4. If.
  5. Riou.
  6. Île Verte.
  7. Bendor.
  8. Embiez.
  9. Porquerolles.
  10. Port-Cros.
  11. Levant.
  12. Santa Margarita.
  13. San Honorato.

 El afán de los navegantes españoles por ir a Las Baleares siempre me ha resultado más difícil de entender que el Limbo de los Patriarcas. Ir a unas islas deterioradas y abarrotadas por el turismo en verano, con problemas o imposibilidad legal para despachar el barco a la zona 3, y con unos precios desorbitados, mientras ignoran estas islitas francesas que te dejan sin habla, unas joyas del Mediterráneo que son más accesibles (se puede ir despachado a zona 4) menos masificadas, mucho más baratas y mucho más bonitas.

Simultáneamente exploraremos los tres mares interiores navegables que tiene Francia en el Mediterráneo:

  1. El Étang de Leucate: 13 x 5 km, con una isla dentro, la Isla de los Pájaros, y un islote arenoso, la Isla de la Rascasse, supongo que muy parecido al islote Areoso de la Ría de Arosa.
  2. El Étang  de Thau: 17 x 4 km, lleno de cultivos de ostras, teniendo que navegar entre ellos.
  3. Y el Étang de Berre: 20 x 15 km, comunicado con Marsella por un túnel que  ya se derrumbó.

Como comparación, la bahía de Santander tiene 7 x 3 km y nuestro Mar Menor 20 x 9 km. De ellos sólo conocemos el Ètang de Thau, de cuando volvimos de la Isla de Elba recorriendo esa parte de Francia por el canal del Rhone a Sète, paralelo a la costa del Mediterráneo, y nos encantó (clic aquí). El Étang  de Thau comunica con el Canal de Midi además de con el Mar Mediterráneo, y puede servirnos de vía alternativa en el camino de vuelta.


Estos tres mares interiores son de poco calado (entre 1 y 7 metros) y por lo tanto sólo accesibles con veleros pequeños o de orza abatible, y aprovecharemos la pequeñez del Corto Maltés para explorarlos hasta los últimos rincones. Hay algunos otros mares interiores en esa costa, pero con tan poco calado que sólo se pueden recorrer en piragua. Los vimos al volver de la Isla de Elba, pero con el Corto Maltés no pudimos pasar de su entrada.

 El viaje será de ida y vuelta (unas 2.000 millas en total) y fruto de las circunstancias y del azar iremos deteniéndonos en una u otra isla, y recorriendo uno u otro mar interior, dejando para la vuelta los que hayamos pasado de largo a la ida.

 Seguramente salgamos a finales de mayo para estar de vuelta a mediados de agosto, para aprovechar los días más largos, y como siempre utilizando como unidad de tiempo el lapso, no la hora, el día, ni la semana, e intentando disfrutar del recorrido más que de la meta. Nuestra forma de navegar. Además en la vuelta por el Canal de Midi tendremos una novedad importante que ya os contaré, y que le dará un plus emocionante. Ya estoy oyendo el tac-tac del corazón.

Con cuidado, navegantes.

lunes, 10 de febrero de 2025

Semana contra el cáncer infantil.

Hola navegantes. 

 El próximo 15 de febrero es el Día Internacional contra el cáncer infantil, y con ese motivo durante esta semana se van a realizar distintas actividades.

 En Cantabria desarrollamos durante 17 años (entre 2003 y 2019) una actividad de vela con niños con cáncer en la que médicos, enfermeras y capitanes voluntarios les enseñábamos a navegar a vela. El principal objetivo era ayudarles a distraerse de su problema con una actividad en plena naturaleza, y contribuir a su recuperación psicosocial. En aquellos años
participaron en Cantabria 118 niños, 58 barcos, 68 médicos y enfermeras, y se realizaron 261 navegaciones, pero como la actividad luego se extendió a otras Comunidades Autónomas fueron muchísimos más. Fruto de aquellas experiencias surgieron tres libros:

 "Carpe diem. Vela solidaria en Santander". En este explico el desarrollo práctico de la actividad en la bahía de Santander, sus  motivaciones y sus resultados en términos de salud.

"La sonrisa de Mikel. Dibupoemas de supervivencia".  Es un libro de poemas y sus dibupoemas, inspirados en el sufrimiento de esos niños y en la ilusión de su recuperación. El dibupoema es una composición en la que, además de la rima y el ritmo propios de una poesía, las letras y las frases se retuercen para formar un dibujo.

"Dibucartas al grumetillo". Es un libro para niños en el que uno de nuestros grumetillos, que tuvo una leucemia con 8 años, intenta explicar lo que es la enfermedad. Se la imagina como una guerra entre los buenos y los malos dentro de su cuerpo, y está ilustrado con las dibucartas que le escribía yo durante sus ingresos y que él leía cuando la noche se le desenrollaba alrededor como una manta. Por suerte aquel niño rubio con el pelo rebelde al peine se curó, y ahora viene abriendo fuego en su profesión.

 Una parte o la totalidad de lo recaudado con estos libros se dedica a la lucha contra en cáncer infantil.  En 2022 se dedicó a contribuir al tratamiento en España de los niños ucranianos con cáncer que no podían ser tratados en Ucrania, al ser bombardeados los hospitales.

Clic aquí. 

 Que un niño tenga cáncer es algo incomprensible, una maldición peor que la bíblica de Cam cuando Noé, borracho perdido, fue visto desnudo por su hijo Cam y se vengó condenando a la esclavitud al hijo de éste, Canaán, o sea su nieto, que ni siquiera pasó por allí. Uno de esos pasajes de la biblia en que paga un inocente, los que nunca se leen en misa por pura vergüenza, pero allí están escritos. Si queréis vosotros también luchar contra esta maldición de los tiempos modernos, el cáncer infantil, durante esta semana a los que me pidáis uno de los libros os regalaré otro, y como siempre dedicados con una dibucarta. Podéis pedírmelos en el correo alvarogaledo@gmail.com

  Con cuidado, navegantes.

lunes, 3 de febrero de 2025

Transmitir una pasión.

Hola navegantes. 

 En otra entrada os conté la historia de Christian Marty, el francés que cruzó el Atlántico en windsurf en 1981:

Clic aquí

 Pues a su llegada a Kourou, en la Guyana francesa, le estaba esperando un  niño de 13 años, Olivier Defranc, que incluso acompañó a Christian en los últimos kilómetros de su travesía. A partir de entonces hizo del windsurf su afición y fue miembro del equipo francés de windsurf entre 1985 y 1991. Pero toda su vida estuvo soñando con alcanzar su Santo Grial, repetir la hazaña de Christian. Y ahora, 43 años más tarde, lo ha conseguido.

Salió el 10 de diciembre de Senegal para repetir el mismo recorrido hasta Kourou. Como Christian, Olivier contó con un equipo de apoyo en un catamarán que le llevaba alimentos y el equipo necesario para dormir en su tabla, utilizando un tubo de estabilidad y un toldo para protegerse de las salpicaduras, así como las velas de repuesto y otros recambios. 

Las condiciones fueron extremas, y la falta de descanso se convirtió en un gran obstáculo. “Después de siete días con muy poco sueño, estaba agotado. Mi físico me preocupaba: tendinitis, ampollas, calambres, dolores de espalda… Me dolía todo”, confesó Olivier, que ya cuenta con 55 años. Había dormido una hora en tres días, el ácido láctico le quemaba los músculos, y por prescripción del médico que le acompañaba en el catamarán los días peores pasó a dormir en el barco, eso sí, con las velas arriadas para no avanzar en el catamarán durante la noche. 

Como Olivier no es rico como Salomón, su proyecto requirió enormes sacrificios personales. Tras décadas de preparación hizo un primer intento en 1992, que resultó fallido (después de 3 años de preparación física y mental) debido a la falta de patrocinio. El propio Christian Marty le había ayudado a buscar sponsors, pero sin éxito. Así que finalmente, y con el acuerdo de su  mujer y de su hijo, decidió vender su casa para financiar el desafío. En sus propias palabras, "hay que vivir tus sueños; el dinero no es lo importante". Y no sólo lo logró, sino que mejoró el récord de Christian: llegó a Kourou  el 5 de enero tras 27 días de mar, cuando Christian había necesitado  37. 

La llegada a Kourou estuvo cargada de emoción, no sólo por los familiares y amigos que le esperaban y por la satisfacción de conseguir tal proeza. Es que también estaba esperándole Jerome Marty, hijo de Christian Marty, homenajeando entre los dos a su padre, que como os conté era piloto de avión y falleció en un accidente del Concorde en julio del año 2000. En la foto, con Jerome:

Con cuidado, navegantes.