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miércoles, 9 de julio de 2025

La santa de los gitanos.

Hola navegantes. 

Finalmente ayer no sopló más que fuerza 5 y nos decidimos a salir. Afortunadamente el viento era del NW y por lo tanto portante: al principio de la etapa, que nuestro rumbo era SE, por la aleta de babor, y el resto, con rumbo Este, por el través de babor. La hicimos sólo con el génova y a 4-5 nudos  llegando a primera hora de la tarde a Port Gardian. 

Ese tramo de costa es el delta del Ródano, una costa baja y arenosa,
parecida a la del delta del Ebro, de unas 50 millas y muy peligrosa
por estar mal cartografiada, ya que cambia constantemente con los aportes de sedimentos del río y los efectos de los temporales.
Para proteger a los navegantes de estas incertidumbres han situado
varias boyas cardinales que se ven desde muy lejos, y que tenemos que dejar siempre a babor, es decir, pasar por fuera de ellas
para no acercarnos a la costa. Están a una milla más o menos de
la orilla y cada una está bautizada con un nombre propio: “Les
Baronnets”, “Beauduc”, “Faraman”, “Piemanson”, etc. 

En esas 50 millas el único puerto es Port Gardian, en el pueblo de Saintes Maries de la Mer. Debido a los movimientos de arena del delta el pueblo ahora está en la orilla del mar  pero hace dos siglos estaba 1.200 metros tierra adentro, y hace tres, 12 o 15 millas tierra adentro. Toda la costa está protegida con un muro de piedra y escollera para evitar que siga retrocediendo. Este muro se ha convertido en
una atracción turística, tiene un recorrido peatonal y ciclable, y
se ve desde lejos en el mar, pudiendo confundirse con las escollera del puerto.

 El nombre Saintes Maries de la Mer, así, en plural, homenajea a las dos Marías, la Salomé y la Jacobé. La tradición dice que pocos años tras la muerte de Cristo a esta
costa llegó una barca a la deriva llena de santos: María Magdalena,
María Jacobé (la hermana de la Virgen María) María Salomé (la
madre de los discípulos Santiago y Juan) y otros, así como algunos de los curados por Jesucristo: Lázaro, el resucitado, el ciego al que devolvió la vista, y otros. También venía Sarah, la sirviente negra de las Marías. 

Habían sido expulsados de Jerusalén por los judíos en un botecito que derivó hasta esta costa. Desde aquí se dividieron para predicar el evangelio, quedándose las dos Marías y Sarah predicando en esa región de Camargue. Otras versiones
afirman que Sarah era la mujer repudiada de Poncio Pilatos o,
en la leyenda gitana, que era la reina gitana de Camargue cuando el botecito arribó a la costa y fue la que dio refugio a los
náufragos, en vez de venir ella misma dentro del esquife. 


No se sabe cuándo ni por qué los gitanos empezaron a venerar a Sarah y a peregrinar a Saintes-Maries de la Mer, lo que hacen todos los años  24 y 25 de mayo. Aunque Sarah no ha abrazado oficialmente la santidad, en la cripta de la iglesia de Notre Dame de la Mer o de las Dos Marías (una iglesia
fortificada que se ve desde el mar) hay una escultura suya que es
objeto de veneración supersticiosa.



 Ayer la cripta estaba desierta, pero en otro viaje que coincidimos con la peregrinación gitana vimos a mucha gente fuera de sí haciendo aspavientos y ritos raros alrededor de ella.

También hay una caja llena de un montón de sus huesos, incluyendo las palas ilíacas, una muela y una vértebra, llenas de polvo y en un cofre feo como una multa. 


También se conserva un pozo de agua dulce en mitad de la iglesia, que se dice que surgió como un milagro en el lugar exacto donde desembarcaron, y cuya agua se utiliza para los bautizos, y una urna llena de peticiones escritas y agradecimientos por supuestas ayudas o milagros:


Yo desconozco los detalles del sistema sacramental, pero me parece raro que se tolere esta especie de culto a alguien que no ha sido declarado santo.

Además el pueblo tiene plaza de toros con corridas como las españolas


y una especie de culto al toro, con monumentos a los toros, restaurantes con carne de toro, todo el merchandising hecho con toros, etc., ya que son muy famosos los rebaños de toros de Camargue, que pacen en libertad en las praderas del delta.
 
Luego fuimos a ver el famoso muro de contención del mar, sólo para sorprendernos de que eso te lo recomienden en la oficina de turismo.


Hoy va a soplar un mistral parecido a ayer e intentaremos llegar hasta el otro extremo del delta, Martigues. Es un pueblo que recuerda a Venecia, con canales, en la entrada del otro Etang que queremos conocer, el de Berre.

 Con cuidado, navegantes.

NOTA: debido al gran número de personas que se han suscrito a este blog, agoto el número de correos electrónicos disponibles a mitad de mes. Es posible que los últimos días de cada mes no os lleguen las entradas ni los comentarios a vuestro correo electrónico, y tengáis que entrar directamente al blog.


martes, 8 de julio de 2025

Curiosidades náuticas en Aigues-Mortes.

Hola navegantes. 

Ayer se confirmó el mistral anunciado de fuerza 6-7 y claro, no salimos a navegar. Hicimos una excursión en bici a  Aigues-Mortes, una ciudad medieval preciosa dentro de un recinto amurallado perfectamente conservado. 

El carril bici entre Port Camargue y Aigues-Mortes transcurre entre las curiosas salinas que han hecho famosa a esta región. En ellas crece un alga de color rosa que transmite su color al agua, dando unas imágenes de postal. 




También sigue paralelo al canal navegable desde Grau du Roi, que permite la imagen paradójica de ver veleros amarrados al pie de una ciudad medieval que ahora está 3 millas tierra adentro:


Ese canal se puede recorrer sin desarbolar porque sólo tiene dos puentes, uno levadizo y otro rulante, que permiten pasar a los veleros aunque con unas limitaciones importantes en los horarios. Por cierto, la señalización de ese canal debieron encargársela a un novato, porque la señal de prohibido fondear la ha colocado al revés, y parece que en vez de prohibir el fondeo prohíbe el uso del paraguas: 


Y lleva así años. ¿Os imagináis cuanto duraría esta señal en una carretera?:



Aigues-Mortes la construyó el rey Luis IX de Francia (más conocido por el sobrenombre de San Luis) en 
el siglo XIII en un terreno pantanoso, como base para sus cruzadas en la Tierra Santa. Aunque ahora parezca mentira, en aquella 
época Francia no tenía ningún puerto en el Mediterráneo, pues 
hacia el Este pertenecía al Imperio Germánico y hacia el Oeste 
a Aragón. Hubo que construir el canal de acceso hasta Aigues-Mortes y proteger su entrada. Luego se reforzó su importancia 
en el tráfico comercial marítimo a pesar de los problemas de 
colmatación del canal que la unía al Mediterráneo, hasta que entre 
los siglos XV y XVI dejó de ser navegable y su importancia se 
eclipsó frente al puerto de Marsella, ya recuperada para Francia. 

En aquella época el agua llegaba hasta las mismas murallas, y tres de las puertas se llaman "de la Marina", "de los Galeones" y "del Arganeo" porque los barcos amarraban en la misma puerta para desembarcar. Ahora delante de esas puertas hay un secarral:


Vino después un periodo de olvido hasta que renació con el canal de Midi y con el boom del turismo. Toda la muralla puede recorrerse, con vistas maravillosas a La Camargue y a las salinas rosas que tiene al Sur. 


En una de sus esquinas se yergue la Torre de Constancia, de 1242, 
rematada en la cumbre con un farol que alcanza los 33 metros 
de altura, que se ve desde muy lejos al acercarnos por el canal. El grosor de las paredes en la base es de seis metros, y ahora en su espesor han conseguido incrustar un ascensor. En distintas épocas 
se usó como prisión, cuarto de guardia, fresquera y depósito de 
municiones. En el exterior se ve reflejada en un resto del foso
con agua que rodeaba toda la muralla. En el último piso tiene 
una terraza, donde se permitía salir a los presos a tomar el aire 
cuando la torre era una prisión.

La muralla que rodea Aigues-Mortes, un cuadrilátero casi 
perfecto, tiene 9 puertas y muchas torres, todas perfectamente conservadas.  En su interior vimos la iglesia de Notre-Dame-Des-Sablons, la Capilla de los Penitentes Blancos y la de los Penitentes Grises. Me parece que deben ser dos grupos bien avenidos que sólo se diferencian en el color de la sotana, sin disputas intestinas, porque había fotos de peregrinaciones juntos a Roma. En el jardín de los grises está la Cruz de las Cinco Yagas, una obra un poco macabra pues tiene en el centro un corazón y entre las cuatro aspas dos manos y dos pies amputados, representando los sitios donde fue herido el crucificado.


 El centro de la ciudad es la plaza de San Luis, con una estatua del rey Luis IX y en una de sus paredes el blasón de la ciudad, una piedra tallada que representa a San Martín dando su capote a un mendigo con una pierna amputada.


Hoy no hemos decidido todavía lo que hacer, porque unos modelos dan fuerza 5 y otros fuerza 6, siempre del NW, y a partir de mañana todo bueno. La duda es si avanzar hoy hasta Port Gardian en condiciones duras (es una etapa corta) o esperar a mañana para hacer una etapa larga hasta Martigues.

Me despido con la dibufirma de Aigues-Mortes.


 Con cuidado, navegantes.

lunes, 7 de julio de 2025

Mal tiempo, y una entrevista.

Hola navegantes. 

Ayer salimos de Sète con destino Port Camargue. Lo hicimos por la boca Este del Puerto, que normalmente no se puede usar por los barcos deportivos porque está reservada para el tráfico comercial. Pero pedimos permiso por el canal 12 y me dijeron que en ese momento no se esperaba tráfico y que podía hacerlo, con lo que me ahorré alguna milla. En la foto, la señal que lo indica.


Luego vino una etapa genial de 22 millas en 4 horas, o sea una media de más de 5 nudos y a rumbo directo. Aprovechamos un viento del NW que nos entraba por el través de babor para hacer esa extraordinaria media. En la siguiente foto, Sète visto desde el Este, para que comprobéis los que os dije de que desde el horizonte parece una isla.


Antes de llegar a Port Camargue pasamos frente a La Grande Motte, otro puerto enorme que se caracteriza por sus edificios con forma de pirámide. No sé lo que buscaron los urbanistas, pero original sí que les quedó. No se confunde con nada. 


Port Camargue es uno de los puertos deportivos más grandes del mundo,  con 4.000 atraques (2.000 públicos y 2.000 privados alrededor de las casitas particulares con embarcadero). Está en la esquina Nordeste del Golfo de Aigues-Mortes, el cual tiene varias comunicaciones, a través de canales estrechos, con las lagunas interiores que ocupan el interior de la costa Sur de Francia.  En su aproximación hay algunos bancos de arena con fondos de dos metros, que se hacen peligrosos cuando hay mar de fondo.

La capitanía y los atraques de visitantes están en la misma
entrada de un “étang” extensísimo (70 hectáreas) que produce
una gran corriente de agua  (hasta 4-5 nudos) cuando se llena con la poca marea del Mediterráneo y con los cambios de presión atmosférica. Los demás atraques están en el interior de la laguna, en torno a varias islitas con casas al borde del mar y, en
este caso, en vez de pequeños atraques privados enormes pantalanes perpendiculares a la orilla. La laguna se dragó hace unos
40 años en unas salinas preexistentes en esta zona del delta del Ródano, y se le dio una profundidad de tres metros para construir la marina. La circulación dentro de la laguna es tan compleja, por lo intrincado de las islas y canales, que la Guía Imray advierte de lo fácil que es perderse en ella, tanto por tierra como por el mar.

Cuando pasamos aquí en el viaje a la Isla de Elba nos llamó la atención el concierto de ranas por la noche, hasta el punto que la dibufirma que hice entonces de Port Camargue fue con una ranita.


Después de las semanas con ola de calor ahora el tiempo se ha invertido y nos ha llegado el frío. Ayer navegamos con el cielo nublado. Por la tarde en Port Camargue nos entraba el viento del Oeste por el tambucho, y como llovía entraban las salpicaduras por la rejilla de ventilación. Por la noche tuve que ponerme el plumas para salir y la manta para dormir. Y ahora mismo, de madrugada, estoy pensando seriamente poner el calefactor. Para hoy se anuncia viento del NW (mistral) de fuerza 6-7 y no podremos navegar, así que nos quedamos en Port Camargue. Vamos a ir con las bicis a Aigues-Mortes para recordar ese bonito pueblo, con su ciudad medieval amurallada y sus salinas de color rosa, que conocimos al volver de la Isla de Elba y nos encantó.

Ayer me entrevistó Edu Araujo en su programa Itsas Tantak a propósito de esta navegación por el Mediterráneo. Podéis oir la entrevista aquí, en el minuto 44:05.


 Con cuidado, navegantes.

domingo, 6 de julio de 2025

Desembarcamos en el islote Brescou.

Hola navegantes. 

Ayer fuimos temprano al islote Brescou. Íbamos decididos a fondear en sus inmediaciones y desembarcar nadando o en nuestro inflable de juguete. Pero al rodearlo vimos que en su orilla Noroeste había un pequeño embarcadero, como para cuatro barcos pequeños. Uno que estaba fondeado nos dijo que tuviéramos cuidado que estaba rodeado de rocas (lo que ya sabíamos) pero el agua estaba muy clara, se veía el fondo, y nos dábamos cuenta de cuándo empezaría a ser peligroso. Despacísimo llegamos al embarcadero, que tenía un metro de calado.



El fuerte, en efecto,  está casi en ruinas: 





En el cartel pone que las obras durarían 6 meses a partir de junio del 2023, y ya veis cómo están. 

Una vez al año se usa para ejercicios de la legión francesa, y han hecho su logotipo en la playa con piedras. Un cartel avisa de que no se toque: 


 Nos dimos un baño antes de volver. La playa es de piedras (como veis en la foto anterior) y los fondos anodinos, a pesar del cartel que hay en el embarcadero prometiendo casi un paraíso natural.


Desde luego, y a pesar de todo, un sitio muy bonito e interesante de conocer. 


Después vinimos a Sète. El monte de Saint-Claire es la única elevación en esta costa plana, y cuando aparece en el horizonte se confunde con una isla.


Lo mismo pasa al acercarse a Cap d'Agde. Pero ya de cerca ves todos sus detalles, entre otros en cementerio donde está enterrado el poeta Paul Valéry (cementerio que él mismo glosó en su poema "Le cimetière marin") y el cantautor Georges Brassens, uno de mis preferidos. Cerca está el museo Paul Valéry.


En Sète siempre vamos a ver el "puente" por el que pasamos al volver de Elba, obviamente porque en esa ciudad, que llaman "la pequeña Venecia", es fácil confundir el camino: 


Es evidente que no pongo la foto para presumir de nada, sino para advertir de los peligros inesperados de los canales. Había una corriente hacia el mar que nos impulsaba contra el puente, el canal era muy estrecho para dar la vuelta, y el Corto Maltés en marcha atrás se desvía descaradamente hacia babor (al tener el motor en estribor) con lo que es casi imposible retroceder en línea recta, y menos con la orza y el timón subidos. Por suerte el nivel de agua estaba bajo, si no habríamos dejado allí el techo de la camareta.

Sète está petado de gente y de coches, y ayer había un atasco permanente. Además había ferias que estuvieron agrediendo el aire hasta más allá de las 3 de la madrugada, pero estábamos tan cansados que ni eso nos impidió dormir. Tanto en Sète como en los anteriores puertos del Mediterráneo estamos coincidiendo con gente que vive sola en pequeños barcos, muy en precario, casi siempre hombres de mediana edad.  De esos que te da miedo preguntarles si están solos o tienen familia, porque te imaginas la respuesta. Supongo que están así a consecuencia de un divorcio. 

También aprovechamos para las primeras gestiones para desarbolar aquí y pasar los 4 puentes levadizos que separan el Mediterráneo del Etang de Thau, para desde allí coger el Canal de Midi hacia Narbona, en vez de desde La Nouvelle, que fue un Purgatorio. En Narbona es donde intentaremos que nos coja el camión.

Hoy seguiremos hacia Port Camargue.

 Con cuidado, navegantes.

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sábado, 5 de julio de 2025

Pura vela hasta el islote Brescou..

Hola navegantes. 

De ayer hay poco que contar. Fue un día largo de pura vela. Había estado toda la noche soplando un mistral intenso y atrasamos un poco la salida, aprovechando para reparar una pequeña picada de la vela.

Salimos de Leucate cuando todavía había un mistral de fuerza 4-5, pero como nos entraba de través, ya que nuestro rumbo era al NE, nos decidimos a salir. Las primeras horas las hicimos sólo con el génova, luego con la mayor en el primer rizo, y finalmente, a partir del mediodía que el viento decayó, a toda vela. En algún momento vimos 6,2 nudos en el GPS. Ana y yo hablando de nuestras cosas sentados en la proa a la sombra del génova, y el piloto automático haciendo todo el trabajo. Un lujo.

Nuestro destino era el islote Brescou, el primero de los que queremos conocer en este viaje. Es muy pequeño, está situado frente al Cabo de Agde y ocupado por un fuerte. Desde la distancia tiene forma de barco. 


Y el fuerte ocupa prácticamente toda la superficie útil. 



En Cap d'Agde, donde hemos pasado la noche, nos han dicho que el fuerte está en obras porque el mar ha roto sus paredes  (de hecho vimos los andamios) y no se puede visitar. Sólo podremos desembarcar en la playa y verlo por fuera. Está rodeado de bajos fondos rocosos y no estoy seguro de que podamos acceder.

Cap d'Agde es un sitio de veraneo con poco que contar. El puerto se creó en el interior de otro Etang de aproximadamente 1 km de diámetro, y todo él se ha llenado de distintas zonas de pantalanes (por lo menos 8 o 10). Nos dejaron elegir dónde quedarnos y preferimos en el más exterior,  lejos del sarao para dormir más tranquilos.  En la foto, el Corto Maltés con el islote Brescou al fondo. Atractivo como una golosina, tan cercano... pero a la vez tan inaccesible y tan hostil a la visita...


Ya os contaré si le pudimos conocer.

 Con cuidado, navegantes.

jueves, 3 de julio de 2025

Entramos al Etang de Leucate.

Hola navegantes.

Hoy por la mañana siguió soplando el mistral y fuimos a conocer Leucate. Tiene un pantalán de hierro que se adentra en el mar y nadie sabe qué función tenía, e internet tampoco. Se construyó en los años 60 como parte de la Misión Racine, un proyecto de relanzamiento turístico de esta zona que incluyó también la varada del Lydia, del que os hablé ayer.


Es posible que sólo fuera un atractivo para pasear y pescar, pero ahora está prohibida la pesca y bañarse desde el pantalán. Curiosamente la colocación de candados de amor no sólo no está prohibida sino que se fomenta, y a lo mejor por eso había tan pocos. Si no se transgrede algo no mola.


Luego hicimos una excursión en bici al Village Aphrodita, una ciudad naturista al Norte de Port Leucate. Se llega por una pista ciclable a la sombra de los pinos: 


También hay un puerto naturista. Pero que nadie piense en una colección de modelos casquivanas en desnudo integral. La totalidad de los naturistas eran de la tercera edad. Con todos mis respetos por una costumbre que ya no es ni siquiera sana desde que se conocen los efectos nocivos del sol, una colección de varices, hernias, hidroceles y mollas.

Al mediodía se calmó un poco el viento y nos decidimos a entrar en el Etang. El paso del puente fue un poco estresante, pero eso ocurre siempre  porque desde la cubierta se tiene una perspectiva del palo y del vano del puente que te engaña, y siempre parece que vas a chocar.



Una vez dentro del Etang hicimos un recorrido más corto de lo previsto, principalmente porque empezamos a ver demasiado cerca las algas y las piedras del fondo, y también porque empezó a arreciar el viento, y yendo a vela y con la orza y el timón subidos, derivábamos mucho hacia la orilla, donde el fondo era menor. Además por la mañana habíamos visto a unos windsurfistas que al bajarse de la tabla y ponerse de pie en el fondo, el agua les llegaba a la ingle.


Ya sabíamos que el Etang tiene zonas con un metro de calado, pero claro, no es lo mismo leerlo en la guía náutica que verlo de cerca e imaginarte una varada tan lejos de casa.

Con tantas dificultades y nervios nos salió mal el regalo que habíamos previsto para un grumetillo al que queremos mucho y que conoceréis en agosto: su nombre, hecho con la estela del barco en el Etang de Leucate. A ver si en otro Etang el viento y las olas nos permiten hacerlo mejor.




En el capítulo de bricolajes, hemos puesto unas cinchas de sujeción al respaldo de donde me siento para la mesa de cartas,  que al ser el que más se usa se estaba desprendiendo de su soporte: 


y un muelle que sujete abierta la tapa de la mesa de cartas: 


A partir de mañana iniciarnos nuestro recorrido hacia el Este.

Con cuidado, navegantes.

El Lydia.

Hola navegantes.

¡Que gusto!. Horizontes abiertos donde puedes bajar a prepararte un café sin miedo a que llegue la siguiente esclusa, el viento que refresca y la sombra de la vela, nada de ruido ni del fueraborda ni de las chicharras, y navegando a 5-6 nudos sin consumir una gota de gasolina... el mar de nuevo.

Como os dije, ayer vinimos a Leucate. Yo no lo sabía pero es uno de los puertos deportivos más grandes del Mediterráneo, con 1.400 amarres. Una navegación plácida y rapidísima con el viento de través, haciendo los últimos ajustes de la jarcia y las velas bajo un cielo de cartulina. Y el agua, ¡milagro! que volvía a ser azul.

El puerto ocupa una franja de tierra entre el Mediterráneo y el Etang de Leucate, tiene varias dársenas y enfrente siempre las playas de esa franja de tierra como la del Mar Menor de Murcia. El intento de navegación por el Etang lo dejamos para hoy. Ayer hicimos lo primero el cambio de aceite del fueraborda. Lo dejé en el taller y el chico me dijo que tardaría "una pequeña horita". Ana y yo pasamos esa pequeña horita huyendo del calor como pudimos, y al volver estaban todos los pajarracos del taller sentados de tertulia en una mesa y mi motor en el soporte sin hacerle nada. Me dijo que volviera en "una pequeña horita" pero ya me pareció demasiado, le dije que teníamos prisa y se metió enseguida con él.

Luego fuimos con las bicis a la playa de Barcarès, donde está el único trasatlántico del mundo varado voluntariamente en una playa. Es el Lydia y os conté la historia aquí:
 

Es una atracción mundial y objeto de las campañas turísticas de Barcarès. 


Después de haber sido hotel, casino,  sala de fiestas y otras cosas, ahora está cerrado y sólo se usa su entorno para espectáculos y de vez en cuando para alguna exposición. Estaban desarmando las gradas del último espectáculo y el entorno desmerecía una poco. Aún así es una sensación sorprendente verse debajo de ese paquebote en la playa, contemplar esa perspectiva extraña de abajo arriba y recordar los esfuerzos que hicieron los hombres hace décadas para conseguir sacarlo del agua. 



Toda esa bonita historia en Navionics se resume con el icono de un pecio y la indicación de que se un naufragio con toda la superestructura visible, en la cota de 0 metros.



Algo raro, raro, si no conoces la historia. Os recomiendo volver a leerla y ver los vídeos que subí entonces.

Hoy íbamos entrar al Etang, pero ha estado soplando toda la noche un mistral de fuerza 5 con rachas de 7, que con la poca profundidad levantará olas como las del viento Sur en Santander, y no es el mejor momento. El pronóstico dice que se parará al mediodía, y si es así entraremos por la tarde.

 Con cuidado, navegantes.

martes, 1 de julio de 2025

De nuevo es un velero.

Hola navegantes. 

Hoy hemos dedicado el día en Port-La-Nouvelle a temas de intendencia y a levantar el palo. 

Respecto a la intendencia, hemos puesto una lavadora en el puerto, que por cierto es gratis (la lavadora) pero no tiene secadora. El saco de ropa sudada de los canales ya no cabía en su pañol. Al no tener secadora hemos tenido que convertir el Corto Maltés en un tendal, como hace unos años. Ahora casi todas las lavadoras tienen secadora, pero la de este puerto no.


Como veis en la siguiente, tenemos que hacer malabarismos para encontrar sitios donde comer a la sombra. En el puerto han vuelto a darnos un sitio que está expuesto todo el día al sol, y en un barco pequeño no se puede hacer vida. Ya os dije que en Narbona estuvimos a 39,8 ºC dentro del barco. Como estar con fiebre muy alta, y varias horas al día.


Respecto al fueraborda, en los canales le hemos hecho más de 100 horas y hay que cambiarle el aceite. Aunque tengo a bordo todo lo necesario, las tuercas de vaciado están apretadas a muerte y me ha dado miedo romperles la cabeza. En los viajes cualquier incidente tonto se convierte en un gran problema, si luego no encuentras las piezas o el sitio para renovarlas. Así que he quedado con un taller oficial en el siguiente puerto, Leucate, para que me lo cambien.

Y respecto al arbolado, lo hemos hecho por la tarde, y creo que me citaron a la hora de más calor, a las 14 h., como para que nos sirviera de recuerdo del cabronazo que sigue ardiendo allí arriba y nos tiene llenos de rojeces. Por si fuera poco, el responsable nos dio un plantón de 3 horas, en las que lógicamente tuvimos que seguir al sol. Aproveché para cambiar dos remaches de la cruceta de estribor que tenían un poco de juego. Y por fin el Corto vuelve a ser un velero, con el que recorreremos durante un mes las islas y los mares interiores de Francia.


Y luego en el pantalán, como siempre, nos esperaban 2 horas de trabajo para reorganizar la jarcia, colocar la velas y limpiar todo, que de los canales el barco sale bastante asquerosillo. Encima hoy no hemos podido usar el agua del pantalán, que está prohibido por la sequía y la ola de calor, y hemos tenido que hacerlo con el agua del mar a base de cubos.

Mañana haremos una breve desviación hacia el Sur para conocer el Etang de Leucate. Me ha parecido preocupante que por aquí la gente cree que no es navegable, tanto por su calado como por el puente que hay que atravesar para entrar en él. Según la guía Imray el calado mínimo es 1 metro (nosotros podemos) y la altura bajo el puente 18 metros (idem). En fin, mañana saldremos de las dudas.

 Con cuidado, navegantes.