Hoy salimos de Almerimar con viento del SE (por lo tanto ciñendo) pero con pronóstico de cambiar a SW por la tarde. Iba a ser un SE flojo, pero de eso nada: fué aumentando hasta fuerza 5 y con las famosas olas cortas del Mediterráneo, no había forma de avanzar. Con la mayor en el primer rizo y el génova entero, el barco abartía más de 30 grados, y nos metía dentro del golfo de Almería sin conseguir rebasar el Cabo de Gata. Además llamamos al Puerto de San José, nuestro destino, y nos dijeron que no tenían plazas, o sea que de seguir adelante para pasar el Cabo dando bordos, tendríamos que haber buscado un fondeadero por la noche, al E del Cabo.
Al ver estas dificultades y que el role del viento al SW no se producía, desistimos de pasar el Cabo hoy y fuimos a buscar un fondeo a sotavento (al W). Nos habían dicho que con viento del E tenían buen resguardo, pero como hoy el viento tenía un componente SE las playas estaban barridas por el viento y las olas hasta la misma orilla. Ante esta perspectiva, y teniendo en cuenta que la noche anterior en Almerimar había sido movidita y casi no pegamos ojo, decidimos retroceder a Almería aunque ello significara añadir 11 millas al viaje, que mañana tendríamos que rehacer.
Una vez dada la vuelta y ya rumbo a Almería, nos encontramos que el role al SW que se tenía que haber producido al mediodía, se estaban produciendo entonces (eran las 17 h). Ahora íbamos en dirección contraria y seguíamos ciñendo. Nos miramos a la cara pensando lo mismo: había que volver a cambiar los planes. Dicho y hecho: recuperamos el rumbo anterior hacia el Cabo de Gata, pero ahora con el viento por la aleta. Pero la alegría dura poco en la casa del pobre: al acercarnos al cabo el viento cayó y acabamos pasándole a motor. Y por si fuera poco, al doblarle aquí venía del N, es decir, otra vez de proa. Aquí os presentamos al cabroncete:
Si veis en el localizatodo estas vueltas tan raras no penséis que habíamos bebido.
Pasado el cabo llamamos nuevamente al Puerto de San José, aunque ya resignados a quedarnos en un fondeadero (que por cierto los de esta parte del cabo son preciosos) y resultó que sí tenían plaza. Es un puerto pequeño y situado en una bahía espectacular:
Aquí, después de una merecida ducha, hemos descorchado la botella de Rafa para celebrar haber llegado con vida a la mitad del viaje:
Mañana nos tomeremos un día de descanso parcial, para visitar este pueblo que nos parece tan distinto a los que hemos visto en la Costa del Sol, las calas de alrededor, y a lo mejor hacer una etapa corta.
Sobre el mapa, parecía una de las etapas mas complicadas, por las caractéristicas de la bahía de Almería, la escasez de puertos (en un radio de 30mm) y la dificultad añadida de doblar el cabo de Gata. Espero que el vino reconfortase vuestros cansados cuerpos. (El próximo os lo llevo con cristalería de Bohemia jejejejej)
ResponderEliminarDisfrutad de una de las zonas mas bellas del mundo, donde si alguna vez me pierdo es posible que terminé por allí.
Ahora vuestro viaje ya tendrá un objetivo fijo:
Norte, siempre Norte.
¡Enhorabuena chicos!
ResponderEliminar¿Quién dijo que iba a ser fácil?
Seguís sin darme ninguna pena sino una cochina envidia.
Besos.
Carmen
Ya os comenté los tres vientos mediterráneos:
ResponderEliminar1. Demasiado.
2. Demasiado poco.
3. De proa (combinado con uno de los dos anteriores).
Y si no... ¿por qué ós creíais que Ulises tardó diez años en hacer 200 millas? Bueno, por eso y porque Penélope debía ser una santa... como para irle yo a mi almiranta con el cuento del cícolpe y las sirenas. Jajaja
Buena proa y a remontar el Mare Nostrum
Juan Carlos
Hola capitanes; muy buena la narracion de la navegación, dando tumbos pero habeis llegado al destino, enhorabuena, ahora a disfuatr del mediterraneo.
ResponderEliminarabrazos