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miércoles, 21 de agosto de 2024

Dibucarta del escollo Escobez.

Hola navegantes. 

 Revisando papeles he encontrado el original de la dibucarta del escollo Escobez, que nos dio uno de los peores sustos del viaje de la navegación a Bretaña.

Estábamos en el Golfo de Morbihan, al Norte de la isla Arz. El escollo Escobez está exactamente en la posición 47º 36,2’ N; 2º 46,7’ W y ya hemos comprobado en varios viajes que cuando un escollo tiene nombre propio, mal asunto. Seguro que se hizo famoso precisamente por un naufragio. Aunque está cartografiado, está situado en medio del canal entre dos islas y son unas rocas que apenas sobresalen medio metro del agua. La siguiente boya verde aún no la veíamos porque teníamos el sol de cara que nos deslumbraba, y además había una barca de pesca faenando entre los escollos, lo que nos hizo confiarnos. También hemos comprobado  muchas veces que los pescadores se sitúan justo sobre los escollos, seguramente por encontrar allí más peces. Pero a nosotros nos confunde, porque intuitivamente pensamos que por allí se puede navegar, pero claro, sus barcas tienen  mucho  menos calado que los veleros. Un conjunto de circunstancias que llevaban dentro las semillas de la calamidad.

A pocos metros del escollo Ana se dio cuenta de que el color del agua era más oscuro, bajó a consultar el plotter y me gritó a bocajarro:

¡Vamos hacia las rocas!.

Después de salir de su garganta vi el grito escrito en el aire rodeado de signos de exclamación, como en los cómics, y todo pareció suceder a cámara lenta, aunque en realidad supongo que pasó muy deprisa. Llevé la caña a estribor para virar en precario, sin pensar en las velas ni nada, sólo en desviar el rumbo de aquella ratonera. Con el corazón al galope, a escasas cinco esloras del escollo conseguimos virar y retroceder antes de encallar, lo que a 5 nudos y contra las rocas habría sido naufragio seguro. Y el paisano de la barca mirándolo todo sin hacernos ni un gesto de advertencia. Si en lugar de tener la marea en contra la hubiéramos tenido a favor, navegando por tanto a 7 u 8 nudos, allí habría sonado para nosotros el toque de difuntos, porque no habríamos podido virar a tiempo.

Aquí está la dibucarta, que regalaré al primero que la transcriba en los comentarios (clic encima para leerla mejor). Se empieza a leer en el cinturón:


Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Empieza la temporada de dibucartas, ahí va:
    Hola navegantes, mucha atención si acaso vais a navegar alguna vez en Morbihan. Hay un maldito escollo que a nosotros casi nos fastidia el viaje. No os fiéis ni un pelo.
    Saludos, José Antonio

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