Quwerido Alvaro. Vamos a ver si realmente Mario me ha podido enseñar nuevamente a mandarte correos, porque hace ¡meses! que no se sabe porque no soy capaz. Bueno, si que se sabe, porque tengo 91 años y lo olvido todo. Esa es Alvaro la razón por la que no te contesté a tu cariñosoa Dubicarta sobre el fallecimiento de Teresa, que te agradezco enormenete. Un muy fuerte abrazo
Muchos querríamos llegar a tu edad en esas condiciones, y especialmente con esa mente privilegiada capaz de subirse al carro de las nuevas tecnologías, aunque no sea con la habilidad de un adolescente. Otros ni siquiera lo intentan. Así que mucho ánimo, lo peor no es tener dificultades con un blog sino haber perdido a Teresa. Los que te conocemos empatizamos con tu dolor, aunque a veces no sepamos transmitirlo. Un fuerte abrazo.
Ayudando a mi padre a contestar.
ResponderEliminarUn abrazo, Mario
Quwerido Alvaro. Vamos a ver si realmente Mario me ha podido enseñar nuevamente a mandarte correos, porque hace ¡meses! que no se sabe porque no soy capaz. Bueno, si que se sabe, porque tengo 91 años y lo olvido todo.
ResponderEliminarEsa es Alvaro la razón por la que no te contesté a tu cariñosoa Dubicarta sobre el fallecimiento de Teresa, que te agradezco enormenete.
Un muy fuerte abrazo
Querido Higinio:
ResponderEliminarMuchos querríamos llegar a tu edad en esas condiciones, y especialmente con esa mente privilegiada capaz de subirse al carro de las nuevas tecnologías, aunque no sea con la habilidad de un adolescente. Otros ni siquiera lo intentan. Así que mucho ánimo, lo peor no es tener dificultades con un blog sino haber perdido a Teresa. Los que te conocemos empatizamos con tu dolor, aunque a veces no sepamos transmitirlo. Un fuerte abrazo.
Lo siento mucho, DEP. Abrazos.
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