Hola navegantes.
Pues sí, finalmente lo hemos conseguido y ya estamos en el Golfo de Morbihan. Pero antes de contaros la travesía de hoy voy a enseñaros algunas curiosidades que vimos en el puerto de la Turballe.
Lo primero un pantalán en mitad de la dársena sin ninguna comunicación con tierra. Lo usan cuando hay una gran afluencia de barcos de paso y ¿cómo diréis que se baja la gente a tierra?. Pues van abarloando unos barcos a otros hasta que llegan al pantalán de enfrente, y entonces la gente se va pasando de un barco a otro. ¡Lo que hay que inventar!
Lo segundo otro gran invento para asegurar las bicis. Es un bloque de hormigón con una anilla para el candado y unas ranuras para la rueda.
Después os enseño una motora con el sitio aprovechado al milímetro. Fijaos que ha tenido que proteger el balcón y que los motores se adaptan a la perfección a la forma del pantalan.
Volviendo a nuestro navegación, ha salido un día atípico en el contexto de la semana. Nos levantamos con una niebla espesa que sólo permitía ver a unos 50 metros, como podéis ver en la última foto. Después cuando hemos salido no había ni gota de viento y hacia un sol abrasador. Hemos ido derechos a la isla Dumet con intención de fondear, bañarnos y recorrerla. Pero justo cuando estábamos a punto de hacer la maniobra, todo el cielo se nubló, y empezó a levantarse un viento del noroeste de fuerza cuatro o cinco, con llovizna y empezó a hacer frío, con lo que se nos quitaron todas las ganas de desembarcar. Fijaos el viento que haría que sólo con el Génova íbamos a más de 5 nudos. Para aprovechar ese viento tan bueno izamos la mayor en el segundo rizo y el Génova, y nos mantuvimos a rumbo directo hacia el Golfo de Morbihan a unos 4 o 5 nudos. Lo malo es que había una niebla espesísima que impedía ver a más de una milla. Finalmente en esas condiciones hemos llegado a la entrada del Golfo de Morbihan, concretamente el puerto de Crouesty. ¡Lo conseguimos!.
Ya desde la entrada del puerto se ve el embudo que supone la entrada al Golfo de Morbihan, y que en embocaremos mañana. es el estrecho pasillo que se ve en mitad de la fotografía y por el que está a punto de pasar un velero.En su interior pasaremos los próximos 15 o 20 días, antes de ir a explorar el río Vilaine y el río Loire, ascendiendo hasta Redon y Nantes respectivamente. Al llegar a Crouesty nos encontramos saliendo una auténtica procesión de barcos empavesados todos en fila. Creíamos que era una procesión religiosa hasta que nos llamó la atención que todos llevaban bandera inglesa. Luego nos dijeron que es una concentración de veleros ingleses que ha estado por aquí unos días y que justo hoy se volvían a su país.
Ahora tenemos Alicia y yo 2 días para llegar con el barco a Vannes. Allí lo dejaremos unos días mientras hacemos el intercambio de tripulación en Burdeos, a donde iremos en tren. Alicia se despide y se incorpora a Ana. Yo os iremos contando las novedades.
Hasta mañana navegantes.
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