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lunes, 12 de mayo de 2025

Día del niño hospitalizado.

Hola navegantes. 

 Mañana se celebra el Día del Niño Hospitalizado. Una de las cosas más tristes que te puede suceder es ver a tu hijo hospitalizado por una enfermedad grave, especialmente un cáncer. 

Ya sabéis que durante 17 años organizamos en Santander y otras comunidades un  programa para enseñar a navegar a vela a niños de oncología y con otras enfermedades graves. Uno de los libros que surgió de aquella iniciativa fue "Dibucartas al grumetillo", escrito por uno de aquellos niños y por mí. En la primera parte Javier, que sufrió una leucemia a los 7 años, relata con su lenguaje qué es la leucemia, en forma de un cuento en que se imagina a dos ejércitos combatiendo dentro de su cuerpo. La segunda parte son las dibucartas que yo le escribí durante su ingreso para el trasplante, contándole cosas de mi vida profesional, personal, y de mis navegaciones, y dándole ánimos y optimismo sobre su proceso.


Desde las primeras dibucartas surgió la idea de agruparlas en dos ejércitos. Uno sería el de los buenos, que ayudaría a Javier en el duro trance en que se encontraba. El otro sería el de los malos, a los que llamamos “Los Desnarizados” porque estarían dibujados sin nariz, sustituida por un signo de interrogación. Se debe a que, en uno de los ingresos, Javier tuvo una reacción alérgica a un medicamento que se manifestó por una crisis de asma, con la angustia de no poder respirar. Quisimos que todos los malos pasasen por lo mismo. 

 El ejército de los malos estaría constituido por villanos de los dibujos animados, así como por personajes tontos o avariciosos, a los que situaríamos en el escalafón en un orden jerárquico invertido: los más tontos y más malos tendrían mayor rango, de manera que se peleasen entre ellos. Javier no me pidió la dibucarta de los Golfos Apandadores, el arquetipo de los "malos" que ya vienen con el antifaz, el pijama de rayas y el número en la espalda, porque seguramente no les conocía, pero sí la de todos los de la peor ralea de los dibujos animados de su época. A esos quien no les conocía era yo, y tuve que buscar su historia en Internet.

En el libro se recoge esta lucha entre los dos ejércitos, y se reproducen las dibucartas originales con su transcripción y unos comentarios de Javier sobre por qué eligió al personaje o qué le sugirió la carta al recibirla. Va dirigido sobre todo a los niños, para que comprendan la suerte que tienen de estar sanos y que en cualquier momento la vida puede darte un susto y encontrarte con lo que le pasó a Javier, pero que luego la medicina consigue curarte. Y también está dirigido a sus padres, porque tendrán que ayudarles a descifrar las dibucartas, y para que comprendan que hasta en los momentos más difíciles es posible tomar distancia y desdramatizar las situaciones. En el caso del cáncer pediátrico, pensando que a pesar de la crueldad del diagnóstico y de los años de duros tratamientos, la mayoría se curan y tarde o temprano llega el momento en que todo se convierte en sólo un mal recuerdo. Y a esa esperanza optimista hay que agarrarse para que no sucumba la pareja y toda la familia en el proceso.

La portada del libro tiene una historia curiosa. Somos Javier y yo con un aspecto que sugiere un Tintín de niño (mucho más joven que en sus historietas) y alguien que recuerda al Capitán Haddock.  De fondo está el Club Marítimo de Santander, y en la esquina derecha el Corto Maltés con alguno de los grumetillos.

Al principio queríamos utilizar la imagen de Tintín y Haddock, y solicitamos permiso a la  Fundación Moulinsart, que gestiona los derechos de la obra de Hergé, para usar la siguiente portada, que era el diseño original:

Aquí la petición, explicando el programa y que el libro no tenía ánimo de lucro (clic encima para leerla mejor):


 Sorprendentemente, la respuesta fue negativa:


 Eso nos obligó a cambiar la imagen, para que los personajes no fueran exactamente Tintín y Haddock pero que, al menos, los recordaran, y así salió la de la primera foto.

Con motivo de este día del niño hospitalizado, durante una semana os regalaré el libro "Dibucartas al grumetillo" con cada uno de mis otros libros que me pidáis. Equivale a donar 10 € para la lucha contra el cáncer infantil. Y como siempre, irán dedicados con una dibucarta o la dibufirma vuestra o de vuestro barco, y con una velita hecha con un trozo del espinaker que se nos rompió en la vuelta a Italia. Me los podéis pedir al correo alvarogaledo@gmail.com.

Con cuidado, navegantes.

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