Hola navegantes.
Tres días después llegamos a Amiens donde alquilamos un coche para el cambio de tripulación en Paris. En Amiens pasamos dos días y medio. A partir de allí acabaría la vuelta a Francia con Ana.
Una de las noches asistimos al espectáculo de luz y sonido en la fachada de la catedral de Notre Dame, que os conté en la entrada del blog de 5-8-18. Era la noche del sábado, y entre eso y el espectáculo de la catedral la calle estuvo abarrotada de gente hasta altas horas de la madrugada. Como el atraque estaba en pleno centro estuvimos notando el trasiego de personas a nuestro lado mientras intentábamos conciliar el sueño. De madrugada sentimos una conversación furtiva junto al barco, y después que alguien se subía. David salió a ver qué pasaba y pilló a dos chicos, uno a bordo y el otro en el muelle, a punto de robarnos las bicis, que teníamos en proa sólo sujetas con un pulpo. Debían haber estado mirándolas, pensando cómo sacarlas, y deduciendo si había alguien a bordo o no. Como estábamos durmiendo y con el tambucho cerrado debieron pensar que el barco estaba vacío y les salió la pillería. Al ver asomar a David salieron corriendo como alma que lleva el diablo y desaparecieron entre la multitud en pocos segundos.
En el pantalán había una pareja joven que estaba pasando sus vacaciones recorriendo el canal en una motoruca verde con fueraborda, en la que dormían y todo. Estuvimos charlando un largo rato de nuestras batallitas, y como ellos tenían su puerto base en París nos dieron algunos consejos por si llegábamos. El principal fue que no se nos ocurriera tomar el canal de St-Denis. Es uno pequeño, ya en pleno París, que ataja algunos de los enormes meandros del Sena transformando quince millas de curvas en una recta de cinco millas. Pero a cambio te tragas nueve esclusas con sus tiempos, y sobre todo nos advirtieron contra el ambiente lumpenproletariado de los alrededores y el temor a la delincuencia en esa zona. A ellos ya les habían dado algún susto. Después de lo de esa noche lo tuvimos muy en cuenta.
¡Con cuidado!.
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