Hola navegantes.
Hondarribia fue nuestra segunda etapa de la vuelta a Francia. Tanto el viaje como la estancia fueron bajo una lluvia como una lámina de cristal, a la que ya estamos acostumbrados por estas latitudes. La lluvia nos descubrió dos posibles filtraciones de agua que humedecían las colchonetas. Fueron algunos de los muchos bricolajes que tuvimos que hacer en Hondarribia, aprovechando una estancia de tres días para el cambio de tripulación y para presentar el libro "Santander-Bretaña-Santander en el Corto Maltés" en su Club Náutico.
Desde Hondarriba llamé a Cap Ferret, el faro de la entrada de Arcachon, para ir recabando información sobre nuestro tránsito hacia el Norte por Las Landas y la posible entrada en la bahía de Arcachon. Cuando les oí los ojos me llegaron a mitad de la cara, porque aunque me anunciaron viento suave del Oeste (fuerza 3-4) que nos permitiría navegar rápido de través y entrar en Arcachon, ya empezábamos con el rollo de los ejercicios de tiro del ejército francés, que estaban previstos para el martes y el miércoles, cuando nosotros íbamos a salir de Hondarribia el lunes, y por lo tanto nos afectarían de pleno. La militarada presagiaba una remontada de Las Landas nada cómoda, ya veréis.
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