Si os parecía poco complicado navegar en Bretaña y Normandía con las corrientes de marea de hasta 10 nudos y los puertos de varada o con "umbral", fijaos ahora otras peculiaridades locales de la marea que nos encontraremos en algunos puertos y estuarios:
La onda de marea estandar o "semidiurna" tiene una forma sinusoidal, con una subida igual de pendiente que la bajada y que se repite cada 12 horas más o menos:
Entre la creciente y la bajante o "vaciante" hay un periodo corto que se llama "estoa" en que el mar ni sube ni baja, sino que se queda estable, y que en el Cantábrico es de algunos minutos. La "amplitud" de la marea es la diferencia de altura, en metros, entre la pleamar y la bajamar.
Nosotros necesitamos calcular a menudo la altura de agua en un momento dado, para saber si podemos pasar con el calado de nuestro barco por encima de bajíos, barras de ríos y entradas a puertos. Para eso, en los sitios con mareas estándar, usamos la "regla de los doceavos”. Se basa en dividir el recorrido total de la "amplitud" de la marea en doce partes, y tener en cuenta que la marea "corre" más en la mitad de su pendiente que en los extremos, concretamente:
• En la primera hora de subida o bajada hace 1/12 de la amplitud.
• En la segunda hora 2/12 de la amplitud.
• En la tercera hora 3/12 de la amplitud.
• En la cuarta hora 3/12 de la amplitud.
• En la quinta hora 2/12 de la amplitud.
• En la sexta hora 1/12 de la amplitud.
El cálculo es sencillo: dividimos la amplitud de marea de ese día entre doce, y según el tiempo transcurrido de la pleamar o bajamar anterior, restamos o sumamos esos metros a la altura que tenía la marea en su extremos superior o inferior inmediatamente anteriores.
Pero en algunos puertos de Brataña y Normandía, especialmente los situados en las entradas o el interior de los estuarios, la marea no es sinusoidal sino que sigue este patrón:
La marea creciente va superacelerada y tarda 2 horas en vez de 6, la estoa de pleamar se alarga hasta 3 horas en vez de pocos minutos, y a continuación la vaciante ocupa sus 6 horas habituales de descenso. Por si fuera poco hay una "doble pleamar" que es esa muesca que se ve en la horizontalidad de la fase de estoa de la pleamar: parece que el agua empieza a bajar, pero al cabo de unos minutos viene otra oleada que la hace subir de nuevo y permanece alta durante una o dos horas más. La razón de este fenómeno no está clara, pero parece que tiene que ver con que la onda enorme de marea (hasta 14 metros en vertical) es frenada al llegar al platillo continental donde la cresta de la onda avanza más deprisa que su valle, que es frenado por los fondos someros.
Con independencia de la razón científica, lo que está claro es que en esas costas no sirve la regla de los doceavos, y para saber la altura de marea (como la velocidad de su corriente) hay que fiarse de la cartografía electrónica, que tienes que tener perfectamente actualizada, pues en ella se integran los horarios y alturas de marea dia a día. Una peculiaridad más que tendremos que incorporar a nuestros conocimientos marinos.
Otro día os hablaré del "mascaret", que es una especie de "pororoca" francesa.
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