Hola navegantes.
Recapitulando todo lo leido, en la vuelta a Francia vamos a tener que lidiar con 4 ó 5 tipos de mareas:
- Las estandar semidiurnas del Cantábrico español, a las que estamos acostumbrados.
- Las semidiurnas "exageradas en amplitud" (hasta 14 metros en vertical) de Bretaña Norte y Normandía, con sus corrientes de marea impresionantes (entrada del blog de 22-1-18).
- Las artificiales de La Rance, provocadas por la presa mareomotriz (entrada del blog de 2-3-18).
- Las "dobles pleamares" de algunos puertos y estuarios de Normandía (entrada del blog de 19-3-18).
- Si algún imprevisto nos llevase a la costa Sur de Inglaterra nos encontraríamos algunos puertos, como Southampton, con un fenómeno aún más raro: mareas con doble pleamar más una estoa inesperada a mitad de la marea creciente, que alarga este periodo y resulta bastante más largo que la vaciante, justo lo contrario que en la orilla francesa del Canal. ¡Ay mi madre!.
Conocéis otros barcos que hayan hecho una aventura semejante, con tal lío de potentes corrientes, con un barco de 23 pies y un fuera borda de poca potencia?
ResponderEliminarHombre, no puedo asegurar que nadie lo haya hecho. Lo que es seguro es que muchísimos navegantes han hecho la costa francesa y muchísimos otros han bajado barcos de los paises nórdicos al Mediterráneo por los canales y ríos. Quizás el mérito esté en hacer el círculo completo, porque (como en la vuelta a España) para las aguas interiores se necesita un barco de poco calado y por lo tanto pequeño, que es el que da mal en las costas abiertas del Finisterre francés y en las poderosas corrientes del Canal.
ResponderEliminarLos de la revista francesa "Voiles et Voiliers" dieron lo que ellos llamaron "la vuelta a Francia" en un Sun 2500. Pero se limitaron a las costas (no cerraron el círculo por las aguas interiores), la costa atlántica la hicieron de Norte a Sur (nosotros la haremos "a la mala", hacia arriba), cambiaban de tripulación cada semana (la gente siempre estaba "fresca") y tenían un equipo de apoyo en tierra. Sus reportajes me están ayudando mucho en la preparación de esta travesía, pero desde luego las circunstancias no son las mismas, y su barquito era un poco mejor que el Corto Maltés (motor interior y más potente, y timonería doble que les permitía varar sin puntales). A pesar de sus mejores opciones, también ellos se quedaron más de una vez varados en sitios imprevistos por sorprenderles la bajamar, y también en más de una ocasión tuvieron que volver al puerto de salida por no poder con una corriente de marea contraria. No sé si contesto tu pregunta.
A mí lo que más preocupa es el aguante del barco, que ya tiene más de 30 años, no el de la tripulación.