Naturalmente es una broma. En realidad es el resultado de una tormenta que hace entrar el oleaje en el interior del puerto, y llega a levantar los pantalanes flotantes (y los barcos) por encima del extremo de los pivotes que anclan el pantalán al fondo. Creo que las fotos son de Fancia en 2010. ¡Qué horror!.
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