LOS PAPELEOS.
Era inevitable: tenía que costar algún papeleo. Os aconsejo no descuidarlo porque puede dar problemas:
El seguro: el del Corto Maltés especifica que cubrirá "España, sus ríos y lagos, el mar Mediterráneo, y fuera de éste hasta 200 millas del litoral español o portugués, y las travesías entre la península y Canarias". ¿Y las aguas interiores de Francia, para los canales?. Hecha la consulta, sí están incluidas.
El despacho del barco: le vamos a ampliar de la zona de navegación 5 (hasta 5 millas) a la 4 (hasta 12 millas). Hay que añadir al equipamiento actual: una radio VHF fija de 25 W que ya no precisa llamada selectiva digital desde el Real Decreto 1435/2010 (teníamos un walkie-talkie portátil de 5 W), 6 cohetes con luz roja, 3 bengalas de mano, una señal fumígena flotante (despide humo para que te vean desde un helicóptero), compás (ya teníamos), prismáticos (ya teníamos), campana (es para hacer señales sonoras en caso de niebla, ya teníamos), linterna estanca (ya teníamos), reflector radar (es para que te vean en su radar los mercantes, ya teníamos), y balde contra incendios (ya teníamos). Una vez añadido, pasar una nueva inspección.
Certificado del IVA del barco. Si no se lleva a bordo y te lo piden en otro pais, puedes verte obligado a pagarlo en el momento so pena de no poder seguir tu viaje (¡vaya palo!). Sí, lo habéis entendido bien: lo pagarías por segunda vez. Para un barco de segunda mano como el Corto Maltés, certificado del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
Facturas de la electrónica de a bordo. Por el mismo motivo (demostrar haber pagado el IVA). La cosa se complica para aparatos antiguos que ya has perdido la factura, o los que te ha regalado algún amigo que ha renovado su electrónica.
Alvaro.
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