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jueves, 16 de enero de 2020

La mayoría de los coches no navegan.


Hola navegantes.

Ya sé que hay excepciones, y yo mismo os enseñé algunos coches que navegan en las entradas del blog de 30-9-15 y 26 y 27-11-15:









Pero en la vida real los coches no navegan.

En la vuelta a Francia en el Corto Maltés pasamos y visitamos algunas islas accesibles en bajamar con carreteras sumergibles. Allí las mareas suben y bajan hasta 14 metros en vertical, y algunas islas cercanas a la costa tienen una carretera accesible en bajamar, pero que con la pleamar queda sumergida. No hay que decir las enormes precauciones que hay que tomar para no verse agarrado por la marea, y algunas tienen hasta sirenas que avisan cuándo hay que dejarlas despejadas para evitar accidentes.

La carretera sumergible más larga y famosa es el Paso de Gois, que une la isla de Noirmoutier al continente. Os lo enseñé en nuestra navegación a Bretaña (entrada del blog de 29-6-15). Alicia y yo lo cruzamos en bici y nos libramos de la pleamar por pelos:



Pues recientemente se ha divulgado el caso típico en otra de las islas, un coche que se despistó y fue alcanzado por la marea. Los ocupantes primero se subieron al tejado del coche (una reacción extraña, pues la marea va a sumergir el coche entero bajo varios metros de agua) y finalmente se decidieron a intentar alcanzar la costa medio andando, medio nadando, hasta que los rescató una lancha. Podéis ver el video aquí, tomado por un dron:
 
Clic aquí

Es curioso que los franceses mantengan estas infraestructuras tan peligrosas abiertas. Por ejemplo, la isla de Noirmoutier es accesible por un puente de carretera a sólo 4 km del Paso de Gois, un "rodeo" ridículo que evita totalmente el riesgo. Pero claro, allí no quedan bien los selfies.

Con cuidado, navegantes.

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