Hola navegantes.
El próximo 15 de febrero es el Día Internacional contra el cáncer infantil, y con ese motivo durante esta semana se van a realizar distintas actividades.
En Cantabria desarrollamos durante 17 años (entre 2003 y 2019) una actividad de vela con
niños con cáncer en la que médicos, enfermeras y capitanes voluntarios les enseñábamos a navegar a vela. El principal objetivo era ayudarles a distraerse de su problema con una actividad en plena naturaleza, y contribuir a su recuperación psicosocial. En aquellos años
participaron en Cantabria 118 niños, 58 barcos, 68
médicos y enfermeras, y se realizaron 261 navegaciones, pero como la actividad luego se extendió a otras Comunidades Autónomas fueron muchísimos más. Fruto de aquellas experiencias surgieron tres libros:
"Carpe diem. Vela solidaria en Santander". En este explico el desarrollo práctico de la actividad en la bahía de Santander, sus motivaciones y sus resultados en términos de salud.
"La sonrisa de Mikel. Dibupoemas de supervivencia". Es un libro de poemas y sus dibupoemas, inspirados en el sufrimiento de esos niños y en la ilusión de su recuperación. El dibupoema es una composición en la que, además de la rima y el ritmo propios de una poesía, las letras y las frases se retuercen para formar un dibujo.
"Dibucartas al grumetillo". Es un libro para niños en el que uno de nuestros grumetillos, que tuvo una leucemia con 8 años, intenta explicar lo que es la enfermedad. Se la imagina como una guerra entre los buenos y los malos dentro de su cuerpo, y está ilustrado con las dibucartas que le escribía yo durante sus ingresos y que él leía cuando la noche se le desenrollaba alrededor como una manta. Por suerte aquel niño rubio con el pelo rebelde al peine se curó, y ahora viene abriendo fuego en su profesión.
Una parte o la totalidad de lo recaudado con estos libros se dedica a la lucha contra en cáncer infantil. En 2022 se dedicó a contribuir al tratamiento en España de los niños ucranianos con cáncer que no podían ser tratados en Ucrania, al ser bombardeados los hospitales.
Que un niño tenga cáncer es algo incomprensible, una maldición peor que la bíblica de Cam cuando Noé, borracho perdido, fue visto desnudo por su hijo Cam y se vengó condenando a la esclavitud al hijo de éste, Canaán, o sea su nieto, que ni siquiera pasó por allí. Uno de esos pasajes de la biblia en que paga un inocente, los que nunca se leen en misa por pura vergüenza, pero allí están escritos. Si queréis vosotros también luchar contra esta maldición de los tiempos modernos, el cáncer infantil, durante esta semana a los que me pidáis uno de los libros os regalaré otro, y como siempre dedicados con una dibucarta. Podéis pedírmelos en el correo alvarogaledo@gmail.com
Con cuidado, navegantes.
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