Repito esta entrada a ver si alguien se anima a intentarlo.
En la navegación a Bretaña recalamos en la Isla de Yeu. En mitad de la travesía hacia la isla me llevé un susto de muerte. Mi sobrina Alicia estaba en la camareta y yo iba solo al timón, cuando de improviso noté que algo se me posaba en la cabeza. Supongo que me quedé blanco como un molinero. En aquella soledad en mitad del mar lo primero que piensas es en algún espíritu, si es que logras pensar en algo. Al recuperarme, y con el corazón como queriéndose escapar de su jaula, me di cuenta de que era una paloma y por cierto muy anillada (en ambas patas) que había intentado posarse encima de mi cabeza pero con mi reacción de susto se espantó.
Después de un rato trazando arabescos en el aire se posó en la cubierta, y estuvo allí como una hora dejándonos varias cagadas. Eso es una cosa habitual en las navegaciones. Algún pájaro se aleja mucho de la costa y luego se encuentra sin fuerzas para volver, y se posa en el primer barco que encuentra. Normalmente hasta se dejan dar de comer o de beber.
Nosotros
estábamos a siete millas náuticas del continente, una distancia enorme
para hacerla incluso volando. Le dimos pan pero no lo quiso, sin embargo
nos dimos cuenta que cuando salpicaba una ola encima de la cubierta se
acercaba a chupar las gotas con el pico. Intentamos darle agua dulce
pero tampoco la quiso, por no acercarse a nosotros. Finalmente desertó
cuando en una de las maniobras sacamos el génova y se asustó con el
ruido y con el meneo de la vela. No volvimos a verla.
Esta es la dibucarta de aquel episodio (clic encima para leerla mejor). Se empieza a leer en el ojo derecho, y se la daré al primero que la transcriba abajo, en los comentarios.
Con cuidado, navegantes.
Simpática y curiosa escena. Los descubridores se enteraran que estaban cerca de tierra firme, al ver aves en el cielo.
ResponderEliminarMiguel.
Hola navegantes. Ya hemos llegado a la isla de Yeu, la del castillo del comic de Tintín "la isla negra", y por el camino... ¿A que no acertáis qué pasó? Pues que una paloma vino a bordo incapaz de volver a la costa y se quedó con nosotros más de una hora descansando en la cubierta. Si no es por el Corto Maltés se habría ahogado. La isla de Yeu nos ha encantado.
ResponderEliminarFirmado - la co-protagonista de la historia ;)
Pues sí, la acertaste entera aunque era muy difícil. Es tuya.
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