Visitas al blog:

viernes, 8 de febrero de 2019

Una seguidora literal de Moitessier.

Hola navegantes.

En 1968 se convocó la primera regata a vela alrededor del mundo sin escalas y sin asistencia exterior. Era el año de los hippies, de la revolución de mayo del 68, el año anterior a llegar el hombre a la luna, y ni siquiera se sabía si era posible hacer esa vuelta al mundo a vela. De hecho se apuntaron 9 barcos y sólo uno consiguió volver a Europa, el Suhaili, de Robin Knox-Johnston, que se convirtió en el primer hombre en lograr esa hazaña. Ya he hablado otras veces de él, por ejemplo hace poco cuando el ganador de la réplica de aquella regata llegó al puerto de salida y Robin fue a recibirle (entrada del 30-1-19). Por cierto, hace unos años Robin estuvo en el Sail In Festival de Bilbao y pude regalarle la dibufirma de su velero, el Suhaili, que creo que le emocionó recibir:



Si os fijáis tenía una herida en la mano derecha, porque sigue navegando y haciendo bricolajes en el Suhaili (y eso que el 17 de marzo Robin cumple 80 años).

Bueno, pues a pesar de que la regata la ganó Robin, el que se hizo famoso fue Bernard Moitessier, el peso pesado de la vela francesa, al que por el camino le dio la venada y decidió no volver a Europa cuando la iba ganando. Al pasar el Cabo de Hornos, en vez de remontar el Atlántico hacia Inglaterra decidió seguir hacia el Este para alcanzar otra vez el Pacífico, sólo por el gusto de estar en el mar y seguir navegando, porque no le apetecía volver a Europa, y según él "para salvar su alma". Ese gesto troqueló la vida de muchos navegantes de los años sesenta y posteriores.


Yo no soy especialmente forofo de Moitessier, y creo que para conocerle es fundamental leer el libro de Françoise, su mujer, “60.000 millas a vela” aparte de sus propios libros. Un gran navegante y comunicador pero un hombre al fin y al cabo, y como todos una desgarbada colección de puntos flacos, con sus inseguridades, sus contradicciones y sus miedos. Bernard concretamente, cuando navegaba con Françoise, tenía un miedo oscuro a las arribadas a puerto, por sus experiencias de naufragios anteriores (con todos sus barcos naufragó cerca de la costa). Y sobre todo sus problemas con las mujeres, que resumió con esta frase una de las tripulantes de su barco, el Joshua, cuando le encontramos este verano en La Rochelle, y que sonaba como un sopapo: "Bernard acabó destrozando todos sus barcos... y todas sus mujeres". Por ejemplo, con su decisión de seguir hacia el Pacífico dejó colgada en Francia a su mujer y sus tres hijos para empezar una "nueva vida" en la Polinesia. En la foto, el encuentro este verano del Joshua con el Corto Maltés en La Rochelle:

 

Volviendo a esa famosa regata, este año se han organizado dos réplicas. Una es la Golden Globe bis, que es competitiva y acaba de ganar Jean Luc Van Den Heede, con 73 años (ver entrada del 30 de enero). La otra es "La Longue Route 2018-2019", que no es competitiva, carece de premio para el ganador, y es simplemente un recorrido para ponerse a prueba uno mismo. De hecho, toma su nombre del libro que Bernard escribió contando esa vuelta y media al mundo, "La longue route", que en español se tradujo como "El largo viaje". Igual que la de 1968 no era necesario que los participantes salieran el mismo día ni del mismo puerto. Pudieron elegir cualquier fecha entre el 18 de junio y el 30 de septiembre de 2018, y cualquier puerto al Norte del paralelo 45º en Europa o del paralelo 41º en América, con la única condición de llegar al mismo puerto de salida después de dar la vuelta al planeta. Y por supuesto, sin escalas y sin ayuda exterior.

Bueno, pues llegados aquí resulta que una de las participantes, Suzanne Huber-Curphey (de la que os hablé en la entrada del 3 de enero) que iba en cabeza al pasar el Cabo de Hornos, ha decidido lo mismo que Bernard, y en lugar de tirar hacia el Norte para volver a Europa va a seguir hacia el Este, como él, y seguramente intentará llegar a la Polinesia para hacer exactamente la ruta de Bernard.


No sabemos si será por la necesidad de ocupar las portadas o porque realmente pasar el Cabo de Hornos te desencadena una fiebre o una chaladura específica que te obliga a seguir. El propio Robin Knox-Johnston, que desconocía la decisión de Moitessier, que le precedía, escribió en su diario de navegación el 18 de enero de 1969 al pasar el Cabo de Hornos (¡y ya llevaba 219 días en el mar!): 

"Mi primer impulso después de doblar el Cabo de Hornos fue continuar yendo hacia el Este. La sensación de haber pasado lo peor era enorme, y supongo que ese impulso era una manera de hacerle una burla al mismo Océano Austral, casi como para decirle: te he vencido y ahora volveré a hacerlo para demostrártelo. Afortunadamente esa fase pasó inmediatamente. Un periodo de tiempo frío e incómodo puso las cosas en su perspectiva correcta. Empecé a pensar en baños calientes, pintas de cerveza, en el otro sexo y en filetes de carne, y me metí en el Atlántico camino de casa".

Y más adelante, el 7 de abril de 1969 (llevaba 298 días en el mar) escribía:

"El empuje que, al cruzar Hornos, me había hecho desear navegar se había roto finalmente.  El mar no era ahora un entorno sino un obstáculo entre mi casa y yo. De pronto, deseaba ver a mi gente y a mi país, y cuanto antes mejor". 

A otro nivel, por supuesto, pero a mí también me pasa. A lo mejor salgo para navegar tres meses, como el verano pasado la vuelta a Francia, y al principio disfruto alejándome. Pero también hay en mí una parte que no es nómada y le gusta volver a casa. Está bien salir a ver el mundo, qué se cuece un poco más allá del horizonte, pero también está bien volver a tu rincón, tus cosas y tu familia. A ver en qué se queda esto de Suzanne. Por lo menos va a conseguir que estemos pendientes de ella.

¡Con cuidado, navegantes!.

5 comentarios:

  1. Bonita historia y bonita dibucarta y foto con ese gran navegante.
    Ahora bien nunca me ha quedado claro si Moitessier ya habia sobrepasado a Sir Robin Knox-Johnston en la fecha que decidio seguir a la polinesia o no lo habia adelantado todavia.
    O eran prediciones que se hacian por la velocidad y posicion de cada uno y que calculaban que le iba a alcanzar antes de la meta.
    ¿tu que opinas?
    Desde luego despues de leer sus libros sacas la conclusion de que tenian concepciones muy distintas de la navegacion y de la vida.
    Saludos, Daniel.

    ResponderEliminar
  2. Hola Daniel. Según Peter Nichols, en el libro "Una regata de locos" donde cuenta la primera Golden Globe, Moitessier pasó el Cabo de Hornos unas dos semanas y media antes que Robin (pág. 231). Y ya no se supo nada de él hasta que apareció en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) que es donde lanzó a la cubierta de un petrolero, con una lata y un tiragomas, su famoso mensaje.

    ResponderEliminar
  3. Hola Alvaro.
    Es que no se donde recuerdo que lei que eran estimaciones de posiciones ya que no tenian contactos continuos para tener las posiciones verdaderas, salvo claro en contadas ocasiones excepcionales.

    Es mas en la wikipedia en Ingles indican que:

    "ara enero, la preocupación crecía por Knox-Johnston. Estaba teniendo problemas con su transmisor de radio y no se había oído nada desde que había pasado al sur de Nueva Zelanda. [50] En realidad estaba haciendo un buen progreso, al redondear el Cabo de Hornos el 17 de enero de 1969. Eufórico por su exitoso clímax en su viaje, consideró brevemente continuar hacia el este, para navegar por el Océano Austral por segunda vez, pero pronto abandonó la idea y Se volvió hacia el norte para el hogar. [51]

    Moitessier tampoco había recibido noticias desde Nueva Zelanda, pero todavía estaba haciendo un buen progreso y lidiando fácilmente con las condiciones de los "furiosos cincuenta". Llevaba cartas de viejos marineros del Cabo de Hornos que describían las condiciones en el Océano Antártico, y las consultaba con frecuencia para tener una idea de las posibilidades de encontrar hielo. Llegó al Cuerno el 6 de febrero, pero cuando comenzó a contemplar el viaje de regreso a Plymouth, se dio cuenta de que estaba cada vez más desencantado con el concepto de carrera. [53]

    Citas, 50, 51 y 53
    Nichols, Peter (2001). A Voyage for Madmen. Harper Collins. ISBN 0-06-095703-4.
    Knox-Johnston, Robin (1969). A World of My Own. W.H. Norton. ISBN 0-393-02900-X.
    Moitessier, Bernard (1995). The Long Way. Sheridan House. ISBN 0-924486-84-8.

    Es decir el ingles le sacaba 20 dias al frances en el Cabo de Hornos.

    ResponderEliminar
  4. Sí, Daniel, pero Robin había tomado la salida el 14 de junio y Bernard el 22 de agosto, casi dos meses y medio más tarde. O sea que en tiempo desde la salida Bernard iba muy por delante de Robin, e iba ganador.

    ResponderEliminar
  5. Cierto, pero en realidad habia dos premios:

    "El Sunday Times, por lo tanto, decidió otorgar dos premios: el trofeo del Golden Globe para la primera persona que navega con una sola mano y sin parar alrededor del mundo.
    Y un premio de £ 5,000 (una suma considerable entonces, equivalente a £ 58,100 en 2005 [10] ) por el tiempo más rápido. [11]"

    Es posible que el ingles se hubiese llevado el trofeo primero, (el de ser el primero en dar la vuelta al mundo) y Moitessier el segundo (el de darla mas rapido), tal como iban por Cabo de Hornos pero ahi el frances desiste y se va a Tahiti.

    Nunca lo sabremos, aunque yo estoy convencido por la evolucion de ambos, por la velocidad, el tipo de barco, la forma de navegar, etc... Moitessier de haber continuado lo habria sobrepasado y habria obtenido ambos trofeos (tambien habria que tener en cuenta averias o imprevistos, por lo que todo era incierto).

    En fin, nunca lo sabremos que hubiese pasado en ese supuesto.
    Saludos.



    ResponderEliminar

Los comentarios son bienvenidos. Lo más cómodo es poner tu nombre al final del texto y luego elegir como identidad "anónimo".