Hizo una tarde espléndida pero casi sin viento, así que la dedicamos al baño hasta la hora de cenar. Algunos incluso se bañaron de noche. Después de los fuegos fuimos a fondear a una zona tranquila, garantizada sin olas, para dormir.
Después de fondear siendo noche cerrada, es sorprendente lo que puede depararte el amanecer (esto es a 2 millas de la ciudad de Santander).
También otras sorpresas desagradables, como que por la noche habíamos pillado una red de pesca con la hélice. Por suerte hubo un voluntario para desenredarlo buceando:
Como seguíamos sin viento, dedicamos la mañana a intentar pescar, pero no cayó nada aunque había un banco de peces a la sombra del Corto Maltés pasando el día. Como no llevábamos cebo lo intentamos con salchichón, y se ve que no les gusta.
Estuvimos buceando para buscar conchas y orejas de mar, con las que hicimos un collar para las madres, como el que lleva aquí mi grumetillo:
Y acabamos la mañana haciendo un poco de paipoesquí. Vaya, dos días perfectos. Y como esto es un curso de vela, nos trajeron la tarea del día: un esquema de las luces y balizas:
y un trabajo con el código de banderas. A los dos grumetillos les hemos puesto un 10.
Una aventura fenomenal para los chavales. El año pasado nos fuimos los 4 de casa a Donosti a ver también una noche los fuegos, luego dormimos al abrigo de la isla en La Concha y al amanecer lo primero que hicieron mis crías fue darse un buen baño. Tenemos un grato recuerdo de aquellos dos días a bordo, a tus grumetes les pasará igual.
ResponderEliminarUn enlace de aquella aventurilla.
http://www.masalladelhorizonte.net/2012/08/navegando-donostia-dormimos-en-la-concha.html
Un saludo.
Gracias por compartirlo, Fernando. Ya te imaginas que todo lo que hacemos con el grupo del hospital lo hicimos hace años con nuestros hijos, cuando eran como las tuyas. Entre otras cosas nos trae buenos recuerdos a Ana y a mí.
ResponderEliminarUn saludo.