Esta dibucarta es de mediados de agosto, cuando nos despedíamos de Burdeos. Habíamos pasado allí tres días en un pantalán junto a una goleta clásica de madera, cuyo capitán tenía la cara completamente tatuada con líneas geométricas al más puro estilo maorí, de Nueva Zelanda. Había dado varias veces la vuelta al mundo, y ahora se ganaba la vida haciendo recorridos turísticos por el río . Por la historia de sus tatuajes nos dio vergüenza preguntarle, pero era realmente sorprendente verle con su ropa y su aspecto de europeo y con aquella cara. Y al otro lado del barco, en la orilla, vivía una familia de coipos que nos parábamos a saludar a diario, cuando entrábamos y salíamos. Una estancia sorprendente.
Hay que empezar a leerla por la oreja derecha. Creo que esta también os la dejo traducir a vosotros.
Hola, Navegantes, hemos pasado en Burdeos los más atípico del viaje, durmiendo entre una familia de coipos y un navegante francés tatuado en la cara al estilo Maorí. Ya se han ido las chicas pero esperamos verlas muy pronto en Santander.
ResponderEliminarDescifrado por Pilar.
Charo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "DIBUCARTA DE PLUTO.":
ResponderEliminarHola, Navegantes, hemos pasado en Burdeos los más atípico del viaje, durmiendo entre una familia de coipos y un navegante francés tatuado en la cara al estilo Maorí. Ya se han ido las chicas pero esperamos verlas muy pronto en Santander.
Descifrado por Pilar.
Hola Pilar. Te mandaré el premio como siempre. Un beso
ResponderEliminarAlvaro.