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miércoles, 10 de junio de 2015

Desgracia de bidón y de marina.

Hola navegantes.

Esta mañana salimos de Ondarroa a primera hora con dirección a Pasajes después de una noche heladora. Por cierto en estas noches frías nos acordamos mucho de los grumetillos, cuando veáis la primera foto sabréis por qué.

Antes de contaros la navegación de hoy quiero comentaros los problemas que genera en Ondarroa la entrada de la ola por la ría. En efecto en algunos temporales, y sobre todo cuando se rompió el espigón en el 2014, algunas de las olas del temporal se encajonaban hacia arriba de la ría y llegaban hasta una marina pequeña que hay como dos o tres kilómetros río arriba. Las olas más grandes llegaron a sacar las ruedas del carril del pantalán de su eje. Por eso le han soldado una prolongación de unos 30 centímetros hacia arriba que actualmente llega más alta que el suelo del muelle. Hemos visto barcos con las
cornamusas de amarre rotas, y el dueño del barco al que no habíamos abarloado nos dijo que cuando se anuncia temporal todos intentan llevar los barcos lo más arriba posible dentro de la ría.

Como no estábamos seguros de dónde dormirímos hoy, antes de salir fuimos a rellenar los depósitos de agua con el bidón portátil. El grifo estaba en un parque infantil enfrente del muelle. Otras veces no está tan fácil y una cosa tan sencilla como aprovisionarse de agua es una tarea bastante incómoda. No tener grandes reservas de agua es uno de los inconvenientes de los veleros pequeños. En realidad el pantalán en el que estábamos tenía una torre con toma de agua, pero por alguna razón que se nos escapa todos los grifos estaban cerrados con candado. Nunca habíamos visto esto

Por desgracia el pronóstico que os comentábamos ayer en esta ocasión no se equivocó, y ha sido una navegación nefasta. El viento venía en efecto justo de morros, y casi todo el camino estuvo lloviendo. O sea que hemos hecho toda la travesía a motor. Uno de esos días en que como dice el refrán "a veces la vela es sólo un poco más divertida que el trabajo". Por si fuera poco, al sacar un bidón de gasolina para rellenar el depósito principal se trabó con alguna pieza puntiaguda de la bici y se pinchó, empezando salir un chorrito de gasolina al tambucho. Por suerte el otro estaba lleno sólo hasta la mitad y pudimos trasvasarlo. Mañana habrá que comprar otro para la larguísima travesía de Las Landas por si nos quedamos sin viento.

Al mediodía pasamos por enfrente de San Sebastián, y decidimos entrar a pasar la noche en Pasajes. Es un puerto con una entrada preciosa, como los fiordos de los países nórdicos, una estrecha franja de mar entre montañas altísimas. Es tan estrecho que tiene un semáforo náutico, que es como los de la circulación pero situado en lo alto de una montaña con indicaciones para los barcos, especialmente los mercantes, diciéndoles si pueden entrar o salir. Ambas orillas tienen caseríos preciosos, casitas de uno o dos pisos con la fachada blanca y el tejado de tejas, algunas de las cuales con en el balcón cerca del mar y le han puesto una escalera para poderse bañar desde él. Por desgracia para los navegantes de paso, este paisaje idílico no está acompañado por los servicios que prestan en la marina ni por su precio. La marina que se encuentra entrando a babor nos ha cobrado 15 euros por una noche para un barco de 6 metros y medio, cuando no tienen ningún tipo de servicio, ni siquiera aseos, y no digamos wifi, tiendas, los servicios de un club náutico, etcétera. En pocas palabras solo por amarrar. Tened en cuenta que hace pocos días en Getxo pagamos 17 euros en una marina con todo lo que he comentado, además de centros comerciales, multicines, restaurantes y cafeterías, etcétera. En pocas palabras recomendamos a los navegantes que pasen por esta zona que si quieren ver la entrada de la ría lo hagan en un tránsito de ida y vuelta, y vayan a dormir a otra de las marinas cercanas.

Por la tarde dejó de llover y en algunos momentos incluso salió el sol. Lo aprovechamos para recorrer con las bicicletas las calles del pueblo y una senda que circula paralela a la ría con vistas al mar y a la orilla de enfrente. Mañana nos queda una etapa cortita hasta Hondarribia. Además han anunciado vientos del sur, aunque quizás un poco más fuertes de lo que nos gustaría (hasta fuerza 6) que nos permitirán una navegación rápida y a rumbo directo hasta el cabo Higuer, a la vuelta del cual se encuentra Hondarribia y detrás de la ría Francia.

Hasta mañana navegantes.

martes, 9 de junio de 2015

En Ondarroa.

Hola navegantes. Hoy salimos de Bermeo a primera hora con rumbo a Ondarroa. La meteorología ha sido otra vez favorable con viento del noroeste que nos ha permitido venir con el spinnaker y la vela mayor casi todo el trayecto. Solamente a la altura del Cabo Ogoño, que vereis una inflexión en el localizador, hubo unos cambios de viento racheado que nos tuvieron tres cuartos de hora probando distintas combinaciones de velas.

Además a mitad de la travesía tuvimos un incidente con un tronco. Sentimos un fuerte golpe en la quilla y después un frenazo cuando el tronco quedó trabado en el timón. Por suerte pudimos liberarlo levantando el timón y destrabándolo con el bichero, porque era como dos o tres esloras del barco. No hubo vía de agua y finalmente no pasó nada salvo un rayón en la pintura.

A primera hora de la tarde entramos en el puerto de Ondarroa. Hace tiempo que teníamos ganas de conocerlo, porque en todas nuestras travesías por la costa de Euskadi solemos pasar de largo intentando llegar a Getaria. Tiene una entrada muy fácil, con los espigones que la protegen muy bien. Es un puerto fundamentalmente pesquero. Nos dirigimos al muelle de los pescadores y cuando estábamos amarrando al muelle nos dijo el guardia de seguridad que allí no se podía quedar un velero, aunque el puerto estaba completamente vacío. Al parecer no esperan a los pesqueros hasta el fin de semana. De todos modos nos dirigió a la zona de la ría donde hay un pantalán en el que pudimos abarloarnos. Para nosotros fue mejor porque la escalera del muelle pesquero estaba llena de chapapote. Además el pantalán ha sido más cómodo para bajar las bicicletas a tierra y hacer la excursión de por la tarde.

En efecto, después de comer hicimos un recorrido en bici por una senda que recorre toda la margen derecha de la ría. En una orilla hay una cucaña de las que se utilizan en las fiestas populares para ver quién consigue llegar a coger una ikurriña que pone en la punta. Hay que decir que la cucaña está untada de grasa. Después la senda abandona el pueblo y sigue transformada en una senda verde por los pueblos de los alrededores. Y al terminar la tarde continuamos por otra senda costera que recorre las dos playas de Ondarroa.

Ahora estamos sentados tranquilamente en la mesa de una cafetería enfrente del puerto, esperando a ver si llueve o no llueve. Para mañana hay una previsión de día nublado y posiblemente lluvioso, con viento suave del nordeste. Si se confirma nos obligará a ir ciñendo y posiblemente en un día desapacible, justo lo contrario de hoy. Ojalá otra vez se equivoque el pronóstico.

Y para terminar os adjunto dos fotos de un velero que inaugura la sección de perlas del pantalán de esta travesía. Como veis en todas partes cuecen habas.

Hasta mañana navegantes.

lunes, 8 de junio de 2015

En Bermeo.

Hola navegantes. Hoy no sólo se ha cumplido el pronóstico sino que ha hecho un día espléndido de verano. Salimos tempranito, a eso de las ocho y media, después de una ducha reparadora. En el Abra de Bilbao vimos a un remolcador y el barco de los prácticos echando un buzo a la boya piloto 2, que es una de las rojas que marca La Restinga de Algorta. Supusimos que la estaban cambiando de sitio, porque estaba desplazada unos 200 metros al oeste con relación a su posición en la cartografía. Después supimos por la radio que efectivamente estaba fuera de uso y que la habían retirado. Estos cambios de posición de las boyas son habituales en los temporales del invierno y suponen un peligro para la navegación.

Hasta el islote Villano fuimos ayudados con el motor, pero a partir de este islote el rumbo cambiaba al este y la brisita que había del noroeste nos permitió llegar con el Espí y el Génova en orejas de burro de un tirón hasta el Cabo Machichaco. En la foto podéis ver la silueta característica del islote Villano, lleno de agujas.

En este tramo de costa hay algunos detalles característicos que ya comenté en la Vuelta a España como la central nuclear de Lemóniz, la plataforma petrolera Gaviota o el islote de Izaro que podéis ver en las fotos.

Bajo un sol abrasador llegamos a primera hora de la tarde al puerto de Bermeo. Teníamos curiosidad por conocer los pantalanes de cortesía que acaban de instalar. Se ve que están sin terminar porque no tienen ni cornamusas, y hemos tenido que amarrar abrazando el finger con las amarras. Estaba vacío. Ahora nos hemos venido al pueblo a hacer la compra y hace tanto calor que aunque el pantalán no tiene electricidad hemos podido dejar funcionando la neverita conectada a la batería, porque el panel solar esta a tope.

Mañana continuaremos navegando hacia el este con intención de llegar Ondarroa o Guetaria. El pronóstico es parecido al de hoy o sea que seguiremos con tiempo veraniego.

Hasta mañana navegantes.

domingo, 7 de junio de 2015

En Getxo.

Hola navegantes. Esta mañana hemos salido del pantalán de la ría de Bilbao con rumbo a Getxo. Antes de salir nos tomamos un café en la cafetería del museo, y fijaos de qué han hecho el mobiliario. Son rollos del cableado telefónico y palés. Eso sí que es reutilizar.

Salimos al comienzo de la marea vaciante para que nos ayudara a llegar a Getxo, que está en la entrada de la ría. Como casi no hacía viento pensábamos hacerlo a motor. Nada más salir del pantalán, en plena maniobra y en mitad de la ría, el motor que estaba frío se paró. Menos mal que la marea estaba bajando, porque si llega a estar subiendo nos hubiera empujado contra el puente de Euskalduna, por debajo del cual el barco no cabe.

La navegación fue muy tranquila, y en uno de los primeros recodos del río vimos la fachada de una casa pintada con la palabra "soñar", un buen presagio para los objetivos de este viaje. En la siguiente foto podéis ver a Ana concentrada en el rumbo al pasar por debajo del puente colgante. Todo el trayecto fuimos rodeados de piragüistas a los que había que ir esquivando para no molestarles con nuestras olas.

Llegamos al Club Náutico de Getxo poco antes de comer. Nos situaron en el pantalán J, y fijaos qué sorpresa el barco que teníamos delante. Nada menos que el Pakea, el velero oceánico de Unai Basurko con el que dio la vuelta al mundo y llegó a la Antártida. En esta navegación estamos coincidiendo con las grandes glorias de la vela. Lo que es una pena es que ahora está abandonado, y ser una vieja gloria no le evita criar mejillones como cualquier barco que no se usa.

Nos invitó a comer nuestro amigo Chema, con el que pasamos una sobremesa muy agradable. A última hora de la tarde se reincorporará Luis a la tripulación. Mañana intentaremos llegar a Bermeo. El pronóstico de viento es muy favorable, del Norte, lo que nos permitirá llegar navegando por el través, uno de los rumbos más cómodos y rápidos en la vela. Hasta mañana navegantes.

sábado, 6 de junio de 2015

Un bonito día en Bilbao.

Hola navegantes. Hoy hemos pasado el día amarrados en el pantalán de la ría del Nervión, y hemos visitado la ciudad de Bilbao. Aunque no hay muchos noticias náuticas queremos compartir con vosotros este precioso día.

Hemos recorrido en la ciudad por algunas de sus calles peatonales y por los carriles bici. A la orilla de la ría había un festival en el que instruían a los niños en las principales tradiciones y deportes vascos. Además se ha introducido una modalidad del famoso toro de rodeo con una tabla de surf. También había una competición de baloncesto en silla de ruedas pero en el que participaban niñas sanas, para que comprendan lo que se siente en esa situación.

Hemos comido en el barrio viejo y por la tarde nos ha sorprendido una concentración de Vespas y Lambrettas clásicas. Una auténtica gozada para la vista. Al lado había una exhibición de forzudos (strongest man).

No pudo faltar una visita al Guggenheim que como ya os dije ayer está a pocos cientos de metros del pantalán.

Y como despedida, una foto de nuestro barquito amarrado en el pantalán de cortesía. Mañana tenemos previsto recorrer de nuevo la ría hasta Getxo, donde volverá a incorporarse Luis.

Hasta mañana navegantes.

Recordatorio de la presentación del libro "Carpe Diem..." en Hondarribia.

Será el viernes 12 de mayo a las 19 horas en el club náutico de Hondarribia.

La imagen es una invitación para difundir por wasap por si queréis ayudarme a difundir la convocatoria entre vuestros contactos. Gracias.

En la ría de Bilbao.

 Hola navegantes. 

Como habréis visto en el mapa ya estamos en la ría de Bilbao. Salimos de Santoña el jueves 4. En el desayuno tuvimos un percance inesperado porque no funcionaba la cocinilla de camping gas. Cambiamos la bombona por la que tenemos de repuesto y el problema persistía. Al final era que se había obstruido el tubito que conecta la bombona con la cebolleta. Es un problema habitual en los barcos. En el ambiente marino la cebolleta empieza a oxidarse por dentro y suelta un polvillo que obstruye el tubito. Antes había unos alambres finos con un soporte para desobstruir los tubitos pero ya no se venden. Nosotros hemos adoptado un enhebrador de agujas, al que le hemos cortado el ojal por la mitad, y con las dos mitades de alambre podemos desobstruirlo. 



Con el desayuno resuelto salimos temprano hacia Bilba0. El pronóstico indicaba vientos flojos del Sureste, es decir justo de morro porque el rumbo entre Santoña y Bilbao es sureste. Tampoco en esta ocasión se cumplió, tuvimos brisas variables de predominio del Oeste. Todo ello con un sol abrasador. Hicimos casi todo el trayecto con el espí y algunos tramos apoyados por el motor. Cambiamos la ropa de invierno del día anterior por lo el bañador y la sombrilla.


 Cerca de la hora de comer atravesamos el espigón del superpuerto de Bilbao. Es una obra inconclusa, puesto que sólo se finalizó el espigón del Oeste. Es fácil de reconocer por los generadores eólicos. El que debería ser el espigón del Este no se finalizó, sólo se inició el vertido de bloques de hormigón al fondo y se construyó un bloque de piedra en el extremo, que hora ha quedado como una roca aislada en mitad del mar. Viniendo de alta mar se tiene la tentación de considerar este bloque aislado como una prolongación del espigón del Oeste, y pasarle por la izquierda. Pues hay que hacer justo lo contrario, pasarle por la derecha,  entre el bloque aislado y el espigón del Oeste. Para los barcos deportivos no es muy importante por nuestro pequeño calado, pero los mercantes no pueden pasar entre el bloque aislado y la costa debido al vertido de bloques que se hizo en el fondo del mar.


 
Pasado el espigón todavía quedan dos horas y media de navegación hasta el interior de la ría. Pasamos a vela por debajo del Puente Colgante de Portugalete. Tiene una barquilla que hace el trayecto de una orilla a la otra, y que tiene absoluta preferencia sobre la navegación por el río. Hay que dejarla pasar. 



Una vez pasado el puente nos adelantó el barco de los Prácticos y se acercó a nosotros dando muestras de mucha efusividad y haciéndonos fotos. Esto nos hizo suponer que son pocos los veleros que se aventuran a remontar la ría. En ese momento bajamos las velas para seguir la navegación por la ría a motor de una forma más segura. El segundo puente que atravesamos es el de la autopista, con una altura libre impresionante que no supone ningún problema para los veleros. El paisaje de la ría es industrial, con grúas, tinglados portuarios, embarcaderos y desembarcaderos de mercantes, edificios en ruinas, etcétera.


En el último recodo del río se hace visible el Museo Marítimo río de Bilbao por una grúa de color rojo impresionante que está en sus instalaciones. Es el sitio más río arriba que puede alcanzarse con el velero, pues enseguida está el puente Euskalduna con menos de 6 metros de altura libre que no nos permite pasar. En la siguiente curva está el famoso Museo Guggenheim, que puede verse en la foto aérea.
 

Este muelle de cortesía del Museo Marítimo es poco conocido y poco frecuentado, a pesar de la comodidad de encontrarse en pleno centro de Bilbao. Nada más llegar nos encontramos una sorpresa inesperada que con el calor que hacía agradecimos mucho: una ducha en mitad de la calle al lado de la ría. Sin preguntar nos apresuramos a enjabonarnos y ducharnos en plena calle. Luego nos dimos cuenta de que es la ducha del Club de Piragüismo que utiliza este mismo pantalán, y todos los chicos que vuelven de la piragua hacen lo mismo. Cuando por la noche quisimos repetir la ducha había desaparecido. Resulta que es una ducha portátil propiedad del Club de Piragüismo y sólo la mantienen mientras están en sus instalaciones. Por la noche la quitan.


En el pantalán sólo había cuatro barcos: tres dragas de las de servicio de limpieza de la ría y un catamarán de los que hacen paseos turísticos por la ría. Al principio nos abarloamos a una de las dragas, pero luego nos dijeron que estaríamos más cómodos en el mismo pantalán y nos cambiamos. Hay torres de agua y electricidad, pero la electricidad no funciona. Pero como veníamos a presentar el libro "Carpe Diem..." en el  Museo Marítimo, nos hicieron el favor de poner una línea eléctrica particular desde las instalaciones del museo hasta el barco. Ha sido una comodidad extraordinaria durante la estancia en Bilbao, porque con la ola de calor que padecemos nos ha funcionado perfectamente la neverita eléctrica y ha sido un chollo. Además me dejaron ducharme en las instalaciones del museo antes de la presentación para no ir oliendo a barco. 

El viernes 5 dedicamos la mañana al recorrer las calles de Bilbao en bici por los numerosos carriles bici que tiene. Y por la tarde fue la presentación del libro en el Museo Marítimo con gran afluencia de público y sobre todo con la esperanza de que la Asociación de Navegantes Itsasamezten consiga repetir nuestra experiencia de Santander aquí en El Abra de Bilbao. Como el presentador dijo que el Corto Maltés estaba en el pantalán, al acabar la presentación algunos quisieron venir a conocer el barco por dentro.
 
En el exterior del museo hay una exposición de barcos en dique seco entre los cuales se encuentra el velero en el que José Luis Ugarte dio la vuelta al mundo en solitario a los 65 años. Impresiona imaginarse a este navegante vasco con esa edad manejando el sólo los tangones del barco que tienen la altura de una casa de dos o tres pisos. Es un honor compartir el muelle con esta joya histórica d ela navegación.

El viernes hubo también un cambio de tripulación pues Luis se volvió a Santander y se incorporaba Ana. Se la recibió a bordo con un desayuno especial




Hoy lo dedicaremos a recorrer Bilbao y mañana bajaremos de nuevo la Ría para pasar la noche en Getxo y el lunes seguir hacia el Este.

jueves, 4 de junio de 2015

¿Pero estamos en verano?

Ayer salimos de Santander rumbo al oeste con la intención de llegar a Santoña. El pronóstico indicaba calmas hasta el mediodía y luego nordeste flojito, y un sol espléndido. La realidad fue muy diferente. Nada mas salir teníamos una fuerza 5 y el cielo cubierto, y desde el principio izamos la mayor con un rizo y el génova enrollado al 50%, y así lo mantuvimos toda la travesía. Sólo en la entrada a Santoña, que nos venía por popa, pudimos desplegar todo el trapo, y a favor de la marea entramos a la reserva a más de 6 nudos.

No sé si será verdad el dicho de que en Santander sólo hay dos estaciones: el invierno... y la de RENFE, pero ayer lo parecía. Nos pusimos la ropa de invierno al salir de Santander y no nos la quitamos hasta la cena.



En la entrada a Santoña vimos el muro que se construyó el verano pasado para intentar frenar las olas de los temporales del invierno. Era una duna artificial de 7 metros de alto y casi un kilómetro de longitud, que se esperaba que resistiera. Pero en el primer invierno después de construirla ya el mar se ha llevado un buen trozo


El puerto de Santoña está muy cambiado. Han hecho pantalanes para los barcos de pesca, los pocos que siguen amarrando en el puerto deportivo, entrando a babor. Nosotros nos hemos abarloado a un pesquero como siempre, el Marrajo. El capitán nos ha dicho que no salen a pescar, o sea que no tuvimos que madrugar. Aunque a partir de las 5 nos despertaron las sirenas que anuncian cada vez que llega un barco con pescado a la lonja, que resuenan en todo el pueblo.



Luego nos fuimos a dar un paseo por Santoña, para dejarnos sorprender por las cosas de la vida, como otras veces. Fijaos lo que hemos visto en una farola, un divorciado que busca pareja por el sistema más directo


Aunque hay amores que ahogan:


Luego cenamos estupendamente, como en casa, porque como era el primer día teníamos lo que nos había preparado Ana. Más adelante no será tan fácil.

Hoy hemos venido al muelle de cortesía en la ría de Bilbao, pero eso os lo contaré mañana.


lunes, 1 de junio de 2015

Entrevista en Radio Euskadi.

Hola navegantes. Mañana a las 15 horas va a entrevistarme en directo Roge Blasco en Radio Euskadi. Roge es considerado el mejor periodista español de viajes y aventuras y nos conocimos a raiz de una entrevista que me hizo cuando la vuelta a España. Ahora se ha enterado de nuestra actividad con los niños de oncología y ha querido darla a conocer a su audiencia, como otra forma de disfrutar del deporte de la vela compartiendo nuestra afición con ellos. Podéis oirla en directo mañana martes 2 de junio, a las 15 horas en la web:

http://www.eitb.eus/es/radio/radio-euskadi/radio-online/


Chivato de fuera de rumbo o de garreo para la siesta.

¡Qué mal sienta estar echando la siesta, presentir que ha habido un cambio de rumbo o que el barco ha garreado, y tenerte que levantar para salir a la bañera a comprobarlo!. Para evitar levantarme he instalado un chivato en el techo de la cabina justo encima de donde duermo.
Es una brújula de montaña, de las que tienen la base transparente, y que por lo tanto puede verse la aguja desde debajo. Cuando me acueste pondré la alidada sobre la aguja que marca el norte, y si presiento algún cambio de rumbo o un garreo es suficiente con que mire si la aguja se ha desviado de la posición que tenía al principio. Cuando el barco garrea lo primero que hace es cambiar su posición respecto al viento, y en vez de recibirlo por la proa lo recibe por el través.
También es útil cuando estás fondeado en una zona de corrientes de marea. Al invertirse la marea la corriente cambia de dirección, y puedes acercarte a la rocas o a espigones peligrosos.